Juchitán, Ciudad colapsada / Víctor Terán

En la ciudad de Juchitán vivimos entre la mierda del sistema de drenaje colapsado y los escombros de los sismos de hace un año. Nuestra desgracia empeora cada día por el desprecio de Gloria Sánchez a Juchitán, “la primera presidenta indígena”, quien no mueve un dedo por resolver estos dos problemas que dañan la salud física de los vecinos que sufren directamente las aguas negras en su domicilio y la salud mental de los que circulan la ciudad.

Es una gran desgracia este Cabildo indolente, con concejales que disfrutan de altos salarios y viáticos, que reciben valiosos recursos de las empresas eólicas, del gobierno estatal y federal, pero que nunca se preocupan por atender los problemas que hoy afligen y denigran a nuestro municipio.

 “Ahí vamos jñaa’, ahí vamos corazón”, respondió Gloria Sánchez, cuando una juchiteca digna le reclamó su impudor oportunista de mostrar a un medio de comunicación nacional lo que la ciudad de Juchitán no es, de esconder la tragedia indignante en la que vivimos todos los días. Claro que la señora presidenta se refería a otro asunto con esa expresión, se refería a su botín de tener garantizada su salario otros tres años como diputada local, candidatura que compró, según dicen, al Partido Encuentro Social. (http://imparcialoaxaca.mx/istmo/94746/gloria-sanchez-traiciona-al-prd-y-se-va-con-amlo/)

Los juchitecos no tenemos motivos para ser optimistas, sin embargo, la esperanza es el alimento de los deseos, sin esperanza no hay fortaleza para levantarse tras una desgracia. Y como dice el famoso escritor de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha: “Aún entre los demonios hay unos más peores que otros, y entre muchos malos hombres suele haber alguno bueno”. Esa es la esperanza que ciframos los juchitecos del próximo gobierno municipal, que debe empezar por la exigencia de una auditoria al cabildo saliente y resolver de manera prioritaria el problema del drenaje colapsado, el levantamiento de escombros, el problema de inseguridad que nos roba y mata todos los días, y la recuperación de nuestros edificios simbólicos: como el palacio municipal, el mercado “5 de septiembre”, el hospital “Macedonio Benítez”, la iglesia “San Vicente Ferrer” y nuestra Casa de la cultura.

Juchitán no merece vivir en estas condiciones de inseguridad e insalubridad que ofenden la dignidad de sus habitantes, los juchitecos debemos de organizarnos por calle, por colonia, para entusiasmar y acompañar a nuestras próximas autoridades en la solución de los problemas que hoy nos dañan y avergüenzan, porque las actuales autoridades llegaron y se irán sin comprender que ser gobierno es servir al pueblo.

Víctor Terán: 18/Sept./2018. 

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