Cándido Santiago Esteva, el artista que conserva y promueve el arte de la filigrana en Oaxaca
#Juchitán, Oax. 7 Jul (#Istmopress) – Con su manos hace arte y con su buen corazón lo conserva y promueve, Cándido Santiago Esteva es un artista del arte de la filigrana y la joyería en Oaxaca que aún conservan está artesanía de antaño, sus diseños han sido distribuidos a nivel nacional e internacional.
Cándido elabora desde un arete hasta modelos sofisticados, tiene clientes de todas partes de la república mexicana entre ellos el artista plástico, Francisco Toledo y su hija Natalia Toledo además de la familia Harp Helú.
Su principal virtud es que elabora diseños a gran detalle y altamente complicados que se vuelve un reto, por lo que siempre está en constante aprendizaje desde hace 28 años cuando inició este oficio.
La mejor enseñanza la obtuvo de su padre y su tío a los nueve años de edad, hoy a sus 37 años resiste para que la joyería y la filigrana no mueran como se han extinguido otras artesanías en su estado natal, Oaxaca.
De origen zapoteca, Cándido comienza el ritual de sus obras desde su hogar, ahí montó un pequeño taller en donde elabora sus joyas, con sus herramientas que son pinzas diminutas y con un soplete le da forma.
Para el artesano no hay imposibles, los diseños o ideas de sus clientes los elabora por más complicados que sean , ha confeccionado desde aretes y dijes de figura de pescado, camarón hasta de forma de bat de beisbol, diseño que recientemente entregó a la familia Harp Helú.
A Cándido le gustan los retos, por lo que todos los diseños que ha elaborado tienen un toque de complicado, actualmente elabora un collar que no tiene un tamaño fijo pero que a pesar de las horas que le ha dedicado, lo concluirá.
En su taller elabora accesorios de oro, plata y cobre, a veces piezas únicas y otras en serie, diariamente le dedica entre 6 y 8 horas a este oficio.
La nostalgia invade al artesano quién reflexiona y señala que este arte va en decadencia porque los jóvenes de ahora prefieren otro tipo de oficios como el de “arreglar celulares o computadoras” o ser “Dj. Para fiestas “ y nadie elige ser “joyero”.
“Va en decadencia este oficio porque mucha gente dejó de usar el oro en el Istmo de Tehuantepec, llegaron las casas de empeño y la inseguridad, pero ahora lo que hacemos es la plata y el cobre, sin embargo para esto, el material es más caro que el trabajo, es mal pagado, entonces sí no le pones amor, este trabajo no funciona”.
En este oficio no hay descanso, Cándido también se da el tiempo para tomar cursos, el qué mas le ha impresionado es el que tomó en el Centro de Artes de San Agustín (CASA) impartido por el maestro Damián Pineda oriundo de Torreón, Coahuila.
Otras veces ha sido invitado para compartir sus conocimientos como maestro, el cual le ha gustado, porque su mayor anhelo es que el arte de la joyería y filigrana no mueran.
“El que haya decidido elegir este oficio como yo no tendrá descanso, todos los días amanezco pensando en lo que me falta elaborar, el trabajo es intenso, pero lo mejor es seguir aprendiendo, todos los días hay nuevos encargos y diseños, el que ama este oficio no lo deja nunca”.
En cada diseño, el artesano comparte su sentir, sus días alegres y felices, recuerda que el estado de animo tiene mucho que ver con los resultados finales, por eso cada que comienza a trabajar se dispone de buen humor, por que si no lo está prefiere tomarse un respiro, salir al patio y de nuevo a comenzar.
Elaborar joyería y arte de filigrana es caro y poco valorado, se invierte mucho tiempo y los clientes no lo reconocen, sin embargo Cándido lo hace con mucho amor, tiene piezas exclusivas y lo mejor mucha creatividad.
“Hago piezas a detalle y laboriosas, eso me gusta más, el trabajo con amor se logra, con este arte de la joyería nunca termino de aprender, al contrario todos los días me sorprenden los nuevos diseños, entonces todo esto es un reto y compromiso que me gusta, y del cual mis clientes me enseñan diariamente”.
Entre los sueños de Cándido Santiago está realizar una exposición de sus obras, donde sus diseños puedan ser apreciados en una galería de arte con la única finalidad de valorizar y conservar este oficio de la joyería que reconoce va en declive y que es urgente recobre su valor.