Con música y canto conmemoran 39 años de desaparición forzada de “Víctor Yodo”

#Juchitán 13 julio (#Istmopress).- Un 11 de julio de hace 39 años, Víctor Pineda Henestrosa conocido como “Víctor Yodo” fue desaparecido en manos del ejercito mexicano, desde entonces nada se ha sabido de él; su familia y amigos no se cansan de exigir justicia, en este 2017 a través de la música y el canto así como una serie de protestas exigieron su aparición con vida.

En la biblioteca popular que lleva su nombre y que se ubica en la séptima sección de Juchitán de donde era originario, sus familiares, su esposa Cándida Santiago y sus hijos Irma y Héctor Pineda Santiago conmemoraron su vida como luchador social y defensor de la tierra y el territorio, motivo por el cual fue desaparecido.

Al evento asistieron profesores de la sección 22 de la CNTE encabezados por el jefe del sector Juchitán, el maestro Chamill Castillo quién pronunció un discurso contra la desaparición forzada que vivió Víctor Yodo y exigió justicia al estado mexicano condenando la violación constante a los derechos humanos de los trabajadores de la educación.

En el ámbito musical, estuvieron presentes interpretes jóvenes, como Coyolicatzin Hernández, acompañada del trovador Giovanni Gutiérrez, el Profesor Felipe Ruiz Villalobos, Aldri Pineda, Inefable Crew (Juan Carlos, Rodrigo, Jair y Adrián) quienes con su voz revivieron la memoria histórica y exigieron justicia por Víctor Yodo.

Los hermanos Héctor e Irma agradecieron la presencia de todos los presentes y reafirmaron que está pendiente para su familia la justicia de parte del estado mexicano, quién hace 39 años se llevó a su padre.

Irma Pineda, poeta y también hija de Víctor Yodo pronunció una frase minutos antes de concluir el evento “Nuestra mejor venganza contra el estado es ser felices», con la cual fue aplaudida por los presentes quienes le reafirmaron su apoyo y solidaridad.

Víctor Pineda Henestrosa”, originario de Juchitán, era profesor y también defensor social, uno de los fundadores de Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI) e impulsor de la lucha campesina en su comunidad y pueblos de la Región del Istmo.

Tenía 35 años de edad , apenas 6 años de casado con Cándida Santiago cuando se lo llevaron, su familia lo recuerda como una persona alegre y dinámica, tocaba la armónica, flauta y guitarra, combinaba su profesión de maestro de primaria con el beisbol y la lucha campesina de los indígenas zapotecas contra los cacicazgos de la zona de Juchitán.

La vida de Cándida, Irma y Héctor, su familia, se resume como muy complicada, sufrieron, se enfermaron mucho, principalmente , Irma, quién a sus escasos cuatro años, el no ver a su padre, le dejó una herida grande en su corazón, no lloraba pero se desquitaba con los libros, lápiz y papel, escribía y escribía a más no poder, de ahí heredó el gusto por los cuentos y los textos, hoy es una escritora exitosa de lengua indígena.

Héctor mientras tanto no recuerda a su padre, sólo sabe de él por lo que le cuenta su madre y familiares, sin embargó creció exigiendo la aparición con vida de Víctor Yodo, hoy es profesor de educación secundaria en Juchitán.

Las lagrimas de hace 39 años siguen siendo las mismas, no son muchas ni pocas, son de exigencia, Cándida y sus hijos, no pierden la fe y esperanza de abrazar por siempre a Víctor Yodo, el luchador social.

En las redes sociales y en algunas charlas de la cotidianidad de los Juchitecos, días antes o cada 11 de Julio se recuerda a “Víctor Yodo”, se habla de aquel sedán rojo, de la terminal de autobuses, de los soldados en una combi naranja, a decir verdad se confirma que fue levantado por fuerzas federales pero no se supo más de él y el recuerdo es la actual Biblioteca popular que lleva su nombre , en donde a diario Cándida acude y también sus hijos como refugio de su ausencia.

Diana Manzo/Agencia de Noticias Istmopress

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *