Ser talla baja no significa que seamos menos : Kelly Yannet
*Es abogada y su sueño es trabajar en el congreso de Oaxaca
*Ha sufrido discriminación en la calle, especialmente en tiendas departamentales
#ElEspinal 25 Oct (#istmopress) – Con su inteligencia y su buen humor ha superado todo tipo de burla y discriminación por su condición de talla baja , Kelly Jannet Cabrera González tiene 23 años y nació con Acondroplacia, que es una enfermedad genética donde no se desarrollan los huesos de los pies y manos, pero no ha sido impedimento para lograr uno de sueños, recientemente se graduó como abogada y va en busca de su segunda aspiración que es “trabajar en la Cámara de Diputados de Oaxaca”.
A pesar de que en el 2014, el Congreso de la Unión de México decretó el “25 de Octubre” como el “Día Nacional de las personas de talla baja” y dejar así de usar el termino “enano o enana”, Kelly Janeth asegura que en el país todavía existe una brecha y un rezago enorme para las personas con esta discapacidad, especialmente en el “transporte publico” “escuelas” “oficinas” y “tiendas departamentales”.
Originaria de la localidad de El Espinal, Kelly Jannet es una joven que ha superado muchos obstáculos, primero en su infancia y adolescencia con las burlas en la calle, no faltaban las personas que la llamaban “enana” o se reían desmedidamente por su talla baja, sin embargo lo superó con la ayuda de sus padres y su hermana.
Ser de talla baja no ha sido impedimento de nada para Kelly, y aunque a sus pantalones los adecua a su medida y use calzado del numero 2, ella es feliz, porque ya nada le afecta de lo que le digan en la calle o las burlas que luego recibe en las tiendas departamentales cuando escoge su ropa en el departamento de niñas.
Mide 1 metro con 20 centímetro, su inteligencia la ha ayudado a superar barreras desde la educativas hasta las personales, por ejemplo el subir a un camión de transporte lo hace primero con las manos y después con los pies y no le da vergüenza hacerlo, no le da pena mancharse las manos de tierra, pero si le da tristeza que aun no hay respeto e inclusión por las personas con esta discapacidad.
Kelly no depende de nadie para moverse, y aunque reconoce que en los espacios públicos no hay adecuaciones para las personas de talla baja no ha sido impedimento para ir a tomar un café o ver una película en el cine.
Cuando estudió la carrera en la Universidad del Istmo Campus Ixtepec, con el apoyo de profesores y sus amigos adaptaron espacios para que se desenvolviera en un entorno apto y eso lo agradece mucho.
Colocaron rampas para que Kelly pudiera transitar más fácilmente además en la cafetería escolar ubicaron una mesa especial y a su estatura para que pudiera consumir sus alimentos adecuadamente.
“Eso debo agradecerle a mi escuela que fue incluyente conmigo, ha sido un espacio donde me sentí a gusto en esos últimos años de mi universidad, y creo que hemos dejado un precedente importante porque las instituciones educativas aún no se adaptan a las personas de talla baja, y muchos de nosotros preferimos desertar y no ir a la escuela al ver que no hay condiciones aptas”, dijo.
Reconoció que en un 90 por ciento las personas de talla baja no van a la escuela y es justamente por las burlas y discriminación que se vive, por lo que se siente afortunada de haber concluido una carrera, y ese logro se lo debe a su familia y amigos que nunca la abandonan.
La ayuda sicológica ha sido pieza fundamental para esta joven, quién asegura que buscar ser incluida en un mundo de talla grande no ha sido fácil.
“Cuando dije hay que explotar la inteligencia vi que podía estudiar la carrera de derecho y no me arrepiento, me siento feliz por que en la escuela encontré a mis mejores amigos de la vida, mucha gente me ayudó y no lo hizo por compasión sino porque me quiere, porque me valora por lo que soy, ahora mi sueño es trabajar y ser feliz”.
Kelly solo espera una oportunidad para continuar con su sueño de ejercer su carrera de abogada, anhela entrar a trabajar a la Cámara de Diputados de Oaxaca, considera que tiene muchos conocimientos que pudiera aportar en este recinto, aunque sabe que no será fácil, buscará llegar.
“Buscaré ingresar a este recinto, sé que tengo los conocimientos y me siento apta, no tendrá una talla alta, pero mi cerebro funciona bien, estoy segura que algún día lograré este sueño grande que tengo”, dijo.
En el camión, en la escuela, en las tiendas y en todos lados la gente tiene una talla alta, Kelly mide 1 metro con 20 centímetros pero nada le impide realizar su vida normal, ha tenido novios y su ilusión es trabajar arduamente, además anhela viajar por el mundo y conocer más de la vida.
Diana Manzo / Agencia de Noticias Istmopress