“Principal” farmacia comunitaria de más de 70 años cuenta con protocolo ante COVID-19
*En los años cincuentas brindó medicamentos para el paludismo y después para el Chicungunya
#Ixtaltepec 21 Mar (#Istmopress) – Aunque México no tiene un protocolo para las farmacias comunitarias como lo ha implementado Argentina ante la emergencia sanitaria del COVID-19, la Organización Mundial de la Salud refiere que las farmacéuticas deben atender en todo momento las necesidades de la ciudadanía . “Principal”, es una farmacia comunitaria ubicada en Ixtaltepec Oaxaca, que a sus 72 años tiene antecedentes de brindar atención a pacientes que fueron portadores del paludismo y Chicungunya, por lo que ahora con esta nueva cepa instaló un protocolo preventivo para sus clientes.
No es un reglamento riguroso el que Josué Antonio García, dueño de la “Principal” aplica a sus clientes, únicamente les ofrece gel y toma “medida distancia”, como lo han indicado las autoridades de salud, evita el saludo de beso y mano, y se lava las manos de forma constante.
Él sabe que a diferencia de otros establecimientos no puede cerrar y tampoco quedarse en casa, pues la farmacia ocupa un espacio de su vivienda y además es indispensable para atender las necesidades prioritarias de la ciudadanía, por eso activó su protocolo comunitario.
“No puedo cerrar, de hacerlo no tendría ingresos, además en la farmacia vienen a comprar paracetamol y antibióticos, así como cubre bocas, tenemos de todo y no tenemos pensado cerrar, al contrario permaneceremos abiertos”.
La prevención es importante señala Josué quién recuerda que su padre, Genaro Antonio Manuel, fundador de la “Principal” en el año de 1948 brindó medicamentos y auxilió a pacientes que en ese entonces sufrieron de paludismo y él lo hizo hace cuatro años, en el 2016, cuando se desató la epidemia de la Chicongunya, que se transmite por la picadura de un mosquito.
“Mi padre fue el boticario del pueblo y llegaban todos a pedirle que los curara, él realizaba los medicamentos por medio de formulas, por ejemplo recuerdo que para el paludismo daba unas capsulas de “kinina” y “Comnel” para la temperatura”.
Cuando se presentó la epidemia del Chigungunya además de recetar el paracetamol que eran las indicaciones medicas, Josué recomendaba untarse agua de anisado para disminuir las altas temperaturas del cuerpo.
Ahora, mientras espera que llegue a su establecimiento una vacuna y medicamentos que puedan curar o disminuir los síntomas del coronavirus, lo que hace es prevención y a cada cliente que llega les recomienda limpieza y les recuerda que no deben salir de sus casas.
Diana Manzo /Agencia de Noticias IstmoPress