Vicente Contreras Pérez, un comunero en el municipio indígena de San Miguel Chimalapa

Por: Josefa Contreras

En San Miguel Chimalapa como en muchos otros pueblos de México, ser comunero y comunera es un derecho. La atribución jurídica del comunero se sustenta en las tierras comunales reivindicadas como un derecho consuetudinario. San Miguel es una comunidad agraria con una gran extensión de 134 mil hectáreas de bienes comunales y se rige bajo su propio Estatuto Comunal.


San Miguel Chimalapas es un municipio indígena regido por su propio Sistema Normativo Interno, antes llamado usos y costumbres. De los 570 municipios existentes en Oaxaca, 417 eligen a sus autoridades bajo sus propios sistemas normativos internos. Los municipios indígenas regidos por Sistemas Normativos Internos son resultados de largos procesos de negociación y luchas que los pueblos han sostenido para asegurar su autonomía frente a las lógicas racistas del Estado mexicano.

Es necesario considerar que el hecho de que en el 2025 existan las tierras comunales y los municipios indígenas regidos con sus propias formas de autogobierno, se debe a que los pueblos han tenido que ensayar múltiples estrategias para asegurar, entre muchas otras cosas, que nuestra generación de zoques contemporáneos se siga reconociendo como parte de un pueblo, de un territorio, de una lengua y de una historia rica y profunda.


Sin embargo, en términos agrarios sabemos que Chimalapa vive conflictos a lo largo de todos sus puntos limítrofes: en el oriente está la gran disputa con los ejidos chiapanecos que fueron creados por funcionarios de gobierno; por el lado sur están los conflictos agrarios con Niltepec y Zanatepec y en el norte Santa María sostiene conflictos con los poblados de Uxpanapa, mucha gente que vive en los poblados y ejidos han sido despojados de sus territorios originarios, por ejemplo en Uxpanapa la construcción de la presa cerro de oro expulsó a los chinantecos y en Chiapas la contrainsurgencia del siglo XX expulsó a centenas de tzotziles quienes fueron re ubicados en tierras comunales de Chimalapas.

Todo ha sido una ingeniería del conflicto operado por altos mandos de gobierno para satisfacer a las familias de caciques como lo han sido los Castellanos o los Albores.

Por su parte, las formas de elegir el gobierno indígena en el municipio de San Miguel han ido cambiando a lo largo del tiempo y conforme pasan los años los Sistemas Normativos Internos han sido desgastados por lógicas partidistas. Pero si algo tiene Chimalapa es que cuando ejerce la defensa del territorio no tiene colores partidistas, pues al final del día sabemos de dónde venimos.

Es precisamente en este álgido escenario de amenazas y riesgos donde el papel de las autoridades comunales, municipales y la participación en las asambleas se vuelve en suma importante, por eso me he dispuesto a reseñar el perfil de un comunero que junto a muchos y muchas otras han impulsado las asambleas comunales, él es Vicente Contreras Pérez.

Antes que nada, Vicente es hijo de comuneros, campesinos y matumos (principales), de corazones generosos, que asisten a cada tequio a cada kumunyoxkuy, a todas las ayudas de la comunidad, quizá de ahí heredo su servicio al pueblo.

Vicente Contreras ha sido un incansable promotor del deporte y ha tomado acciones concretas encaminadas a dignificar la vida de las comunidades, muchas con caminos abandonados, algunas incluso sin energía eléctrica hasta la primera década de este siglo y otras desprovistas de fondos municipales.

Vicente Contreras antes de ser comunero y de que llegaran los programas de sembrando vida emprendió campañas de reforestación y limpieza de los ríos, puesto que hacia afuera solemos presumir de nuestro territorio rico en agua, pero hacia dentro varios pasos de los ríos han sido convertidos en basureros de plástico y escombros que dejo el terremoto.

En el año 2014, en las primeras movilizaciones contra la concesión minera de la empresa Minaurum Gold, checo como lo conocen, también estuvo muy activo participando en asambleas y reuniones. Movido por el único interés de la defensa del territorio fue parte de la comisión de comuneros y comuneras que acudió a los recorridos en la Cristalina para vigilar que las máquinas de la empresa no estuviesen operando de forma ilegal.

Años después sirvió como comisariado de bienes comunales, retomó los juicios agrarios que durante varios años se habían mantenido intactos, precisamente los referentes a Santiago Niltepec y Santo Domingo Zanatepec y sin miedo junto con su comitiva exigió a la Suprema Corte de Justicia un resolutivo a la Controversia Constitucional que aborda el caso de los límites entre Chimalapa, Oaxaca y Cintalapa, Chiapas, donde están en juego más de 160 mil hectáreas de bienes comunales.

Vicente Contreras en su ejercicio como autoridad comunal restableció la comisión agraria para dar seguimiento a los juicios. Convocó a asambleas en la cabecera municipal y amplió su llamamiento a los Secretarios Auxiliares de cada congregación para que estuviesen informados sobre los temas agrarios.

Realizó foros informativos sobre las normatividades internas de la comunidad agraria para actualizar el Estatuto comunal y el padrón de comuneros con una presencia notable de mujeres reconocidas como comuneras.

Su trabajo como autoridad comunal fue también el de coordinarse con las autoridades municipales y comunales de Santa María Chimalapa para hacer un frente de defensa territorial y exigir a la Suprema Corte de Justicia el cese de la invasión de las tierras de Chimalapa.

Su labor como autoridad agraria se ha podido ver en: su insistencia por restablecer las asambleas comunales para que sea el pueblo el que decida; en su apuesta por dignificar la vida de nuestros pueblos con acciones concretas como la promoción de proyectos productivos y el arreglo de caminos de terracería olvidados.

Su labor como autoridad de bienes comunales se puede ver en su diplomacia en las mesas de diálogo con funcionarios de gobierno, donde nunca claudicó, ni se olvidó que su función era la de priorizar los intereses de su pueblo y no los del gobierno.

Sin duda Vicente Contreras Pérez como muchos comuneros y comuneras en Chimalapa es heredero de una larga memoria angpønsame, un comunero con conciencia que junto a cientos de migueleñas y migueleños sigue los senderos de las históricas defensas territoriales y de los sistemas comunales del municipio indígena. Son cada vez más las mujeres y hombres, comuneras y comuneros, que deciden con conciencia.

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