En Oaxaca hay más de 2 mil deudores alimentarios y solo el 15 por ciento cumple: Son contralores, abogados, maestros y demás

#Oaxaca 26 Mar (#Istmopress) – La lucha por el reconocimiento de las paternidades ausentes que incumplen con la pensión alimenticia no se detiene, Diana Luz Vázquez, activista oaxaqueña e impulsora de la Ley Sabina, reciente aprobada por el Senado asegura que se le sigue debiendo a las mujeres y a las infancias el derecho a una vida digna y libre de violencia.

Aclaró que si bien la Ley Sabina permite la creación de un Registro Nacional de Obligaciones Alimentarias, hace falta que sea operativo y se aprueben todas las reformas que propone dicha ley, porque de no ser así, aclaró “de nada sirve”.

“Estamos rebasadas con los deudores alimentarios, diario nos denuncian entre 15 y 20 mujeres exigiendo a estos señores que cumplan con su paternidad, en México a través del trabajo de las colectivas del país hemos recibido denuncias de las madres para exhibirá a más de 8 mil deudores alimentarios de todo el país; y en Oaxaca ya llevamos 2 mil señores que tienen hijos y no pagan pensión, eso sí es no tener vergüenza”, declaró.

Un ejemplo de que la reciente creada La Ley Sabina sigue violentando los derechos de las mujeres y las infancias, es la hazaña que ha vivido María del Consuelo Rodríguez Ramírez, con su deudor alimentario llamado Jhovany Omar Cabrera Ramos, que ocupa el puesto de Contralor Social de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (Uabjo).

“Decidí denunciar en el 2021, para romper las cadenas del machismo y que otras mujeres no vivan lo que estoy viviendo”, dijo la joven madre de 30 años de edad y estudiante se sexto semestre de la licenciatura en administración por la Uabjo.

María Consuelo Rodríguez Ramírez originaria de Ocotlán de Morelos, Oaxaca conoció a Jhovany Omar cuando era su profesor de la universidad, y cuatro años después le exige cumpla con la pensión alimenticia para la hija de 4 años a que ambos procrearon.

Ante la negativa de cumplir con su paternidad, la hija de ambos ha tenido que someterse a una prueba de ADN, lo cual para María del Consuelo, le genera indignación cuando el señor sabe perfectamente que es el progenitor y en su caso, menciona que ha sido el profesor con sus influencias quién ha alargado la entrega de los resultados para evitar el pago de la pensión alimenticia de su hija.

Luchar contra un deudor alimentario, no debería ocurrir reconoce la joven, que asegura que su proceso legal va lento, pero seguro y eso ha sido posible con el acompañamiento de una red de mujeres, entre abogadas feministas y activistas como Diana Luz Vásquez.

“Rompí el silencio y difundimos la foto en la página de Facebook de deudores alimentarios, después acudí a denunciar y ahora sigue el proceso, nada nos detiene por exigir nuestros derechos, ese dinero es para los hijos, para que vivan al menos dignamente, pero estos señores prefieren no cumplir y aparecer en fotografías como deudores alimentarios”, dijo.

Lo increíble de todo lo que vive, es que a pesar de que a Jhovany Omar se le ha comprobado su paternidad, sigue siendo deudor alimentario, y lo peor es que sigue siendo funcionario público de una institución de prestigio para Oaxaca.

“Se supone que la Ley Sabina nos protege, pero no ha ocurrido, seguimos luchando en los juzgados, luchando en las redes sociales, luchando en la calle, para que algún día se nos haga justicia, no es algo que quisiéramos hacer, a nadie le gusta andar dando declaraciones o poniendo fotografías, pero estos señores, estos deudores existen”.

María Consuelo agradece tener de aliados a sus padres y con la ayuda de sus ventas en línea ha podido solventar los gastos de su hija, quién padece de alergias y tiene un control en sus alimentos.

“Al mes aproximadamente gastamos entre 12 y 15 mil pesos para vivir de una manera digna, y el padre de mi hija no nos da un solo peso, pero no nos cansamos de exigir justicia, sabemos que algún día llegará”.

La joven asegura haber vivido criminalización y amenazas por exigir justicia, y claro que le da miedo, pero su lucha vale más.
***El padre de mis hijos es abogado pero no cumple con la pensión ***

A 379 kilómetros de Ocotlán de Morelos de donde es originaria María del Consuelo, vive Cristal del Rosario García Gordillo con sus hijos en Chahuites, Oaxaca ambas historias son parecidas, las dos luchan por una vida digna para sus hijos y que sus deudores alimentarios cumplan con su paternidad.

“Soy comerciante y madre de un niño de 7 años de edad y una niña de 4 años que vive con Síndrome de Dawn, y nunca he recibido pensión alimenticia del padre de mis hijos, que es un abogado de nombre Saúl Villarreal, integrante de la Barra de Abogados de Oaxaca”, dijo.

La mujer de 40 años de edad, reconoce que le ha costado denunciar, porque no se considera una victima y mucho menos desea la revictimización, pero si reconoce que es justo que el padre de sus dos hijos, pague por la alimentación, ropa y calzado de los menores.

“Una como madre que más quisiera que estos señores llamados padres, convivieran con los hijos, que los apapacharan, que les dieran cariño, pero no, entonces al menos que cumplan con lo que les toca, que es su responsabilidad alimenticia, y desafortunadamente el padre de mis dos hijos no lo hace”, agregó.

Cristal al igual que María del Rosario también ya denunció, pero hasta el momento no hay respuestas, a pesar de las leyes que supuestamente las amparan, siguen sin justicia.

“Este señor es abogado, y lo peor se da golpes de pecho de que es muy religioso, trae a Dios en la boca como si fuera su ejemplo, pero no cumple con sus responsabilidades, el día que se enteró que nuestra hija nació con Síndrome de Down, no supe nunca más de su vida, pero no se me olvida quién es, es un reconocido abogado que es un Deudor Alimentario, eso es lo que es”, agregó.

En la pagina de “Deudores Alimentarios Oaxaca, hay un sinfín de nombres, pero lo más admirable es qué hay profesores, doctores, políticos, comunicadores, abogados, funcionarios públicos, quienes a pesar de ser exhibidos sus fotografías siguen incumpliendo con sus infancias, con sus hijos, que engendraron alguna vez en su vida.

 

Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress