Juan Nata, el muxhe  orgulloso de ser “cocinero tradicional”

#UniónHidalgo, Oax. 20 Jun (#Istmopress) – Nacer muxhe ha sido una bendición para Juan Ordaz Cruz conocido como  “Juan Nata”, no se considera gay  o mujer,  tampoco  un tercer género y así vive feliz a sus 59 años de edad. Desde hace 25 años se dedica al arte de la cocina, elabora guisos tradicionales que van desde una variedad de moles hasta antojitos que se consumen en las fiestas de su pueblo llamado Unión Hidalgo, en el Istmo de Tehuantepec; el amor a la cocina le ha permitido sobrevivir en una sociedad donde aún vive discriminación por ser homosexual.

 

En  esta región de Oaxaca de donde es originario Juan Nata, se les llama Muxhes a los integrantes de la comunidad de la diversidad sexual, Juan Nata no se viste de mujer  y tampoco quiere serlo, pero siente como una mujer y  goza de  qué sus labios se pinten con un tono rojo  carmín y de qué una flor cubra una de sus orejas.

 

Para Juan Nata ha sido un desafío, porque  ha podido realizarse en el arte culinario y conservar los guisos tradicionales de su pueblo, le hubiera gustado ser un profesionista pero la falta de recursos no le permitió estudiar.

 

Juan recuerda que su madre, Fortunata Cruz Martínez de 85 años de edad le contó que fue ella quién descubrió su preferencia sexual a los 5 años de edad, donde con una botella jugaba a la muñeca y no a los carritos como el resto de sus vecinos.

 

Descubrirse a la edad de 10 años que le gustaba vestirse de niña emocionalmente no fue fácil para Juan Nata quién desde ese instante comenzó a  elegir su vestuario  que con el paso de los años perfeccionó y actualmente se distingue por usar un camisón holgado y estampado y pantalón de tela y huaraches.

 

Está orgulloso de ser muxhe porque ha podido realizarse en lo qué le gusta, que es la cocina. Juan no goza de servicio medico y tampoco prestaciones, sí no trabaja simplemente no come.

 

De sus padres recibió las mejores enseñanzas, pero del arte culinario fue su amigo Cali también muxhe , quién le mostró los secretos para lograr guisos tradicionales y que desde entonces ha sido su principal fuente de vida.

 

Los muxhes de esta zona oaxaqueña se autoemplean para sobrevivir y poder obtener ingresos, la mayor parte se dedica al trabajo sexual, otro tanto al arte culinario y a las artesanías y un numero reducido a un empleo formal.

 

En las reuniones también participan, se han involucrado de forma cultural, hablan el zapoteco, que es su lengua materna y también son parte fundamental de las charlas y conversaciones, un muxhe está identificado culturalmente no solo por su orientación sexual sino por qué es un integrante más de la sociedad istmeña.

 

Juan Nata decidió ser cocinero y su arte lo ha compartido con sus sobrinas María del Rosario y Teresa Peto Ordaz, quienes además de admirar a su tío son herederas de sus secretos de la cocina.

 

De amores Juan Nata habla poco, mejor se echa una carcajada y explica que prefiere dedicarse a la comida y no  tener una pareja, porque en la sociedad donde vive  todavía se juzga al muxe que anda con “hombres” y se dedica a elaborar comida.

 

“Prefiero mi trabajo, porque me ha dado para mantener a mi familia, y del amor pues solo imaginación, por eso también no me gusta vestirme como las mujeres, muchos me dicen que soy chapado a la antigua, pero así soy y me siento orgulloso”.

 

Dice que de los hombres ha escuchado las mayores ofensas, desde “pinche puto” hasta “maricón” pero que no le afectan porque está orgulloso de ser muxhe, lo disfruta y lo goza a plenitud.

 

“No tengo complejos, yo vivo la vida, voy a cocinar a gusto, elaboro mis guisos, uso mi mandil y me gusta lo que hago, muchos hombres le dicen a sus esposas que no se sienten conmigo porque soy muxhe, y otros no comen la comida que hago, pero poco me interesa porque mi sazón se distingue y para muestra es que tengo mucho trabajo”.

 

De sus guisos ha elaborado banquetes hasta para 2 mil personas, Juan Nata es reconocido en el Istmo de Tehuantepec por su sazón, contratos tiene muchos y eso lo agradece porqué su trabajo es lo más valioso que tiene.

 

 

*Los muxhes son más que una palara o una orientación sexual,  también son cultura.

 

Amaranta Gómez Regalado, activista muxhe resaltó que las cocineros tradicionales son personas que conservan una cultura, en este caso zapoteca, pero que así como las mujeres trabajadoras del hogar, siguen viviendo esas desigualdades.

 

Agregó que  para la comunidad de la diversidad sexual las oportunidades no son parejas, todavía existe la desigualdad y claramente se ve, que sí no eres  muxhe tiene dos opciones : “O eres trabajadora sexual o trabajadora del hogar o cocinera o artesano”.

 

¿Esto es suficiente? ¡No!, exclamó Amaranta, al recalcar que “Ser muxhe es mucho mas que una palabra y mucho mas que una orientación sexual, la cultura esta ahí”.

 

Recalcó que el cuerpo y la identidad muxhe se presenta entre los 6 a 12 años de edad  a la cultura y esta actúa entorno a ella y la coloca en espacios concretos,  y la sociedad istmeña sabe que hacer porque hay referentes históricos de lo muxhe, es decir no le es ajeno a la cultura zapoteca, es propio de ella.

 

“El muxhe es parte de la sociedad, podemos hablar de un paraíso muxhe porque aquí se le defiende, se le apapacha y por supuesto no se puede negar que exista todavía rechazo, pero es un grado mínimo, comparado con otras latitudes donde no puedes ver vestido a un hombre de mujer o una mujer de hombre porque ya eres  señalado, eso no se vive con nosotros”.

 

Celebró que  recientemente exista en México una ley donde se le dé atención  a las trabajadoras del Hogar y en este sentido se podría beneficiar a las muxhes de su comunidad, debido a que la mayoría son trabajadoras del hogar que de alguna u otra forma realizan una labor informal como la que hace  Juan Nata, de ser cocinero tradicional.

Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress

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