Irma Pineda, la poeta zapoteca que homenajea a madres que buscan a sus hijas
#Juchitán 13 Mar (#Istmopress) “¡Ay!, qué tristeza por esta mujer que llora. El dolor la tiene atrapada. Por todos lados busca a su hija. Sola anda por los caminos” dice una de las estrofas de la nueva versión trilingüe ( zapoteco, inglés y castellano) de la canción de “La llorona”, que escribió la poeta zapoteca, Irma Pineda Santiago para homenajear a las madres que buscan a sus hijas.
La versión en zapoteco de La llorona https://m.youtube.com/watch?v=XZN7SZ32dV0 es una propuesta musical que surgió a partir de una invitación de la Asociación de guitarra clásica de Canadá a través e Rodrigo Lara y Anastasia Sonaranda, y a la cual la poeta decidió dedicárselo a las mujeres buscadoras, a las que nunca se cansan de buscar a sus desaparecidos.
La escritora nativa de Juchitán, Oaxaca escribió los versos en español y zapoteco de la nueva versión, mientras que Sonaranda hizo los arreglos para la adaptación en versión guitarra, y Martha Toledo los interpretó.
Mientras la poeta declama cada uno de los versos, las niñas y niños de la escuela de guitarra la acompañan, y los subtítulos en castellano e inglés también se leen al mismo tiempo, de tal forma que pueda ser escuchado en tres idiomas.
“Quise hacer una nueva aportación pensando en esas mamás que pierden a sus hijas, esa violencia de género que está imparable, esa tristeza que viven, todo eso incluye esta versión trilingüe como un homenaje a la búsqueda de las hijas que desaparecen”, señaló.
Este ensamble además de hablar de las mujeres buscadoras, también señala a los feminicidios, la trata de personas y también lo que sienten las familias, en especial las madres, esposas e hijas de personas que han vivido desaparición forzada, como es el caso de la propia Irma Pineda, con la desaparición de su padre Víctor Pineda Henestrosa.
“Ahora me uní a ella, Buscando a su hija desaparecida”, así concluye el poema aseguró la escritora quién hace un llamado a la colectividad, a ser empáticos y solidarios con este nuevo oficio, que quizá las madres nunca pensaron realizar, que es “el de ser buscadoras de sus hijas desaparecidas”.
Diana Manzo/Corresponsal