Donan alimentos y ropa a cientos de migrantes varados en Juchitán, Oaxaca

Diana Manzo

Juchitán, Oax.- La crisis migratoria que se ha extendido desde la frontera sur al territorio oaxaqueño crece todos los días. En Juchitán , Oaxaca un grupo de mujeres de la iglesia evangélica Emmanuel donaron alimentos calientes y frutas además de calzado, ropa y accesorios a las personas migrantes de todas las edades que se encuentran varados en este territorio istmeño.

De acuerdo con la autoridad local, a diario llegan entre 800 y mil 200 personas migrantes de por lo menos diez nacionalidades desde centroamericanos, latinos, asiáticos y africanos, todos con la intención de llegar a los Estados Unidos y mejorar su vida.

Frijol, huevo con chorizo y en salsa, tortilla y plátanos además de aguas frutales y atoles fue el menú que les compartieron las mujeres solidarias a unas 600 personas que permanecen varados entre tres a cinco días en esta municipio, en espera de juntar dinero para sus pasajes y dirigirse a la capital de Oaxaca o a la Ciudad de México.

“La ayuda que damos no alcanza, pero estamos haciendo el esfuerzo, porque son demasiados hermanos los que han tenido que salir de su país en busca de una mejor vida. Les compartimos también a los menores chanclas crocs y también gorras y suéteres, eso nos piden mucho”, dijo Nery Gurrión, una de las impulsoras de esta ayuda solidaria.

También regalaron ropa y calzado, así como gorras y mochilas, con la única finalidad de que su trayecto sea digno, pues las largas horas de caminata les obligan a ir abandonando en el camino sus prendas con las cuales iniciaron su travesía.

“Nos piden también muchos suéteres, gorras y paraguas y también tenis, porque muchos de ellos, vienen con zapatos rotos y otros descalzo, es una situación tensa lo que se vive y por eso estamos solidarizándonos desde nuestro programa que se llama Compasión ”, agregó.

La ayuda que dieron fue a través de donativos que recibieron de las mujeres que asisten a la iglesia, y así se organizaron para preparar los alimentos.

“La migración no tiene raza, ni religión ni condición social”, refirieron las mujeres voluntarias, quienes han entregado la ayuda a cerca de 3 mil personas desde hace dos meses, cuando comenzó el arribo de personas migrantes.

Al termino de la ayuda, les ofrecen la palabra y musica, los hombres voltarios de la iglesia también participan.

Claudia de 30 años de edad viaja con sus dos hijos menores de edad, y mientras espera juntar para su boleto, trabajan como limpiaparabrisas.

Llegó a Juchitán, Oaxaca el jueves. Salió de Haití hace dos meses con la intención de mejorar su vida. “Allá trabajaba como ayudante de cocina, pero no alcanzaba y ahora acá ando, no ha sido nada fácil, pero seguimos”.

Así como Claudia, hay cientos de personas migrantes varados, algunos se refugian en espacios públicos como parques, otros en las terminales de autobuses, también en los camellones, estacionamientos de tiendas departamentos y banquetas colocan sus casas de campaña y otros ponen pedazos de cartón para descansar.

La queja más común que ha habido de parte de la comunidad migrante son los altos costos.

“Por subirnos a una moto nos cobran 150, un taxi cobra 500 pesos, y así nos van quitando dinero desde que entramos a Arriaga hasta llegar a Juchitán, y lo peor ha sido que cuando subimos el camión, a varias personas las bajan, y no les validan su pase, y eso es lo peor, estamos temerosos de cruzar México”, dijo Daniel, migrante Venezolano.

Por último, agradecieron esta muestra de ayuda y recalcaron que no tienen ningún tipo de intención de quedarse en México, mucho menos Oaxaca.

“Nosotros ya sabemos la ruta, y es irnos de Juchitán, para Oaxaca, y de Oaxaca a la Ciudad de México, después abordamos el tren en Guanajuato y así vamos a la frontera norte, es muy complicado cruzar México, nos lo decían y ahora lo confirmamos”, concluyeron.

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