Testimonios de la masacre en Quiechapa

#Quiechapa 17 mayo (#istmopress).- El equipo CDH-Tepeyac compartió con los medios de comunicación «Testimonios de la masacre en San Pedro Mártir, Quiechapa; una Relatoría realizada por «Las voces del agua», basada en las entrevistas concedidas por la autoridad municipal y experiencias de personas que vivieron la agresión:

Las voces del agua: Testimonios de la masacre en San Pedro Mártir, Quiechapa 

Al domingo 23 de abril el reporte oficial de nuestras autoridades municipales notifica cinco personas fallecidas: Eduardo Barriga Ramírez (65 años), Camilo Daza Durán (51 años), Natanael Barriga Osorio (39 años), Adalberto Montes Aquino (17 años), Alexander Montes Aguilar (16 años) y ocho heridos de los cuales, cuatro eran reportados como graves: Irinea Martínez Rodríguez, Adán Crisóstomo Santiago, Pablo Aguilar Vázquez, Cándido Victorino Barriga Martínez, Toribio Canseco Ruiz, Abel Ramírez Aguilar, Pedro Ausencio Zeferino, Martin Ernestino López Crisóstomo. Todo como resultado del atentado a ciudadanos de San Pedro Mártir Quiechapa por parte de personas de Santiago Lachivía. Según nos relata el Presidente municipal Lic. Luis Juárez Pérez con el respaldo de la Asamblea general de ciudadanos.

Los hechos iniciaron alrededor de las 8:30 a.m. Los habitantes de Quiechapa, Juan Ruiz Santiago y Feliciano Ruiz Santiago se dirigían a los terrenos comunales donde recolectan leña muerta para uso doméstico, en el paraje conocido como La reja se encontraron con un grupo de hombres armados que se identificaron como habitantes de Santiago Lachivía, les impidieron el paso, los amenazaron y les dijeron que se fueran de ahí, que ellos eran dueños de todo ese territorio, los dos ciudadanos de Quiechapa decidieron retirarse al centro de la población y dar parte a las autoridades. Cuando se presentaron en el Palacio Municipal, estaba como encargado el suplente del Presidente, pues el Presidente e integrantes del cabildo se encontraban realizando actividades en torno a la fiesta patronal de San Pedro de Verona Mártir, que se celebra el 29 de abril. Concretamente, la autoridad municipal seleccionaba el ganado vacuno que sería sacrificado para la fiesta y que se tiene en el paraje denominado El Pastle, terreno de Quiechapa por el rumbo de la carretera a San Carlos Yautepec.

quiechapa2El suplente del presidente tomó nota del reporte que hicieron los dos ciudadanos e informó vía radio a las autoridades, quienes le solicitaron que organizara la vigilancia en las inmediaciones del Ojo de agua para saber si había más gente armada y cuáles eran sus movimientos. El suplente del Presidente informó a la Regidora de Salud Ma. De los Ángeles Valladares Canseco y al Regidor de Obras Casimiro Montes Romero, que personas de Santiago Lachivía se encontraban armados en territorio de Quiechapa y que tuvieran precaución. También se llamó a diferentes instancias de gobierno del Estado desde las 9:30 a.m. para dar parte de lo ocurrido y solicitar la ayuda de la policía estatal, se llamó a la oficina general de gobierno del Estado de Oaxaca, a la policía estatal, al ministerio público de Miahuatlán. Solo prometieron que la ayuda iba en camino.

Alrededor de las 10:00 a.m. el regidor de obras y la regidora de salud supervisaban los trabajos de mantenimiento a la brecha que da acceso al Ojo de agua, se utilizaba la motoconformadora, (maquinaria para dicho trabajo), cuando un grupo de quince a veinte personas armadas (tres con armas largas y los demás con pistolas), los amenazaron e intentaron quitarles los radios de comunicación, la valentía y serenidad de nuestra regidora ayudó a que en ese momento no sucediera más; el grupo armado se retiró del lugar. Aproximadamente a cincuenta metros sobre el camino que va hacia el pueblo, se encontraron con otro grupo de alrededor de veinte hombres armados con armas largas y actitud intimidatoria. Los regidores dieron parte a la autoridad municipal por medio de los radios de comunicación.

Alrededor de las 11:00 a.m. con el aval del cabildo, se solicitó la presencia de los comuneros de Quiechapa para apoyar a la gente de la comunidad que se encontraba en el cerro; minutos antes, las campanas de la iglesia habían repicado en señal de alarma, como es costumbre en los pueblos y comunidades, los habitantes respondieron al llamado; un grupo de mujeres, jóvenes y hombres algunos portaban la vara de topil que los legitima como autoridades comunitarias reconocidas por la autoridad municipal. Ninguno llevaba armas, sólo portaban cuchillo, que es indispensable para cualquier trabajo en Quiechapa.

quiechapa3Poco después del mediodía cerca del paraje conocido como la Piedra del Mirador, el grupo de ciudadanas y ciudadanos, (no más de veinte) se encontró con el grupo armado. El señor Eduardo Barriga Ramírez, les preguntó que qué hacían armados en territorio de Quiechapa, ellos respondieron que estaban revisando la zona, que era un acuerdo de su Asamblea y que se fueran acostumbrando pues los verían más seguido. Los ciudadanos de Quiechapa les pidieron que por favor se retiraran, que no estaban en su territorio, fueron varios los que hablaron. Los agresores, con actitud violenta, respondieron con insultos haciéndolos avanzar hacia la Loma del Mirador, el grupo de ciudadanos intentó entablar dialogo de nuevo, pero la respuesta fue una primera ráfaga que segó la vida de Eduardo Barriga Ramírez, quien murió instantáneamente con su vara de topil todavía entre sus manos, el señor Camilo Daza Durán, que había intentado salvar a “Tío José” como se le conocía al Secretario del Comisariado de Bienes Comunales, pareciera que alcanzó a dar un par de pasos para luego caer boca abajo sobre el monte abatido por los disparos, herido, el joven Adalberto Montes Aquino todavía intentó huir, finalmente expiró debido a las heridas de arma de fuego que recibió su cuerpo. Una lluvia de balas posterior a los disparos a sangre fría sobre los pobladores desarmados, dejó varios heridos. Segundos antes, las mujeres y jóvenes instadas por sus vecinos a retirarse, pues ya se presentía el ataque, habían caminado algunos metros cuando empezaron los disparos, algunas narran con desesperación cómo se tiraron al suelo y rodaron entre el monte. Afortunadamente nuestro bosque dio abrigo a sus hijas e hijos y no hubo más pérdidas. Cuentan nuestros ciudadanos mayores que desde las casas se escuchaba como cuando se quema un carrizal, o sea que truena repetida e indefinidamente.

quiechapa6Pasada la agresión, las personas de Santiago Lachivía huyeron con rumbo hacia su comunidad. La autoridad municipal de Quiechapa se movilizó lo más rápido que pudo pero desafortunadamente cuando llegaron al centro de la población ya había ocurrido la masacre. Resalta el hecho de que la mayoría de las heridas, provocadas por armas de alto calibre, fueron por la espalda, cuando los habitantes de Quiechapa intentaban ponerse a salvo.

Los sobrevivientes y las personas de la comunidad fueron los que reaccionaron para trasladar a los heridos, los cuerpos de los masacrados permanecieron en el lugar, para que la autoridad competente (servicio forense) hiciera su trabajo. Poco a poco arribaron hasta esa parte del cerro los familiares, a constatar con incredulidad y luego rebasados por la tristeza al ver los cuerpos sin vida de quienes ese día salieron de sus casas a trabajar y que ya no volverían; la comunidad entera unió sus rezos, se encendieron veladoras en torno a los cuerpos cubiertos con sábanas, siempre respetuosos, se decidió esperar el ministerio público para que pudiera, además de hacer el levantamiento, recabar evidencia que permitiera dar con los responsables.

quiechapa7Para este punto, dentro de la comunidad, mujeres y niños ya presentaban crisis nerviosas porque no parecía que nadie estuviera acudiendo a su auxilio, se esperaba con angustia la llegada de la seguridad, quienes a pesar de que habían sido informados y de haber solicitado la ayuda a las diversas instancias de gobierno y seguridad del Estado de Oaxaca, no hubo ninguna acción oportuna, aun así se insistió en las llamadas telefónicas para informar de la gravedad de lo sucedido, prometieron un helicóptero para trasladar a los heridos, sobra decir que nunca llegó.

La solidaridad de los pueblos vecinos no se hizo esperar, cuando la Regiduría de Salud solicitó su apoyo, ellos respondieron; llegaron ambulancias municipales de San Carlos, El Camarón y San Francisco Logueche, con su ayuda se pudo trasladar a algunos heridos, los demás fueron trasladados en camionetas particulares, la solidaridad es un rasgo característico de los habitantes de Quiechapa.

Dentro de la comunidad solo hay una médico general y al momento del ataque estaba de descanso, en primera instancia solo se encontraba la enfermera en el Centro de Salud; luego arribó la médico y auxiliada por señoras y muchachas de la comunidad dio atención primaria a los heridos y concluyó que por la gravedad, tendrían que ser trasladados a Miahuatlán. Natanael Barriga Osorio, transportado en primera instancia en una camioneta particular y después en una ambulancia de Logueche, perdió la vida en los brazos de su esposa cuando arribaban apenas a Rio Grande, colindancia con Santa María Chivigoza. Hace más de 40 años de gobiernos que van y vienen y prometen carreteras de ensueño que se han quedado en palabrería electorera. Los caminos de acceso al pueblo son de terracería, esto hizo aún más complicado y angustiante el traslado de los heridos.

quiechapa5En helicóptero y aproximadamente a las cinco de la tarde, llegó la encargada de la Oficina General de Gobierno del Estado de Oaxaca, la señora Ricárdez Vela, para ofrecer, según ella, el apoyo de la Secretaría. En atención se le brindó un mezcal, los maestros mezcaleros de Quiechapa son conocidos en toda la región, así, lo que producimos con nuestras propias manos lo ofrecemos a todos los que nos visitan. La señora Ricárdez gustosa se tomó una copa y una foto, y prometió helicópteros para trasladar a los heridos. Cuando llegó el aparato que la trasladaba se pensó que era ayuda médica o la ambulancia aérea urgentemente solicitada para transportar a los heridos (que ya estaban en Miahuatlán). Ahora, se tiene la certeza en la comunidad, y con mucho dolor se reconoce que quizá Alexander pudo salvarse si hubiera sido atendido con prontitud y en un vehículo adecuado, ya que el parte médico que comparte con dolor su señora madre, es que el penoso traslado por la carretera de terracería ocasionó que una de las costillas rotas del muchacho perforara los órganos, complicando más su estado de salud.

Cuando el acompañante de la señora Ricárdez Vela se presentó como agente del Ministerio Público se le pidió que hiciera el trámite necesario para levantar los cuerpos. El servicio forense llegó al lugar ya entrada la noche y sin estar bien enterado de la situación, quería que los cuerpos, que estuvieron expuestos todo el día bajo el sol y custodiados por sus dolientes, fueran trasladados a Miahuatlán para practicar la necropsia de ley; los familiares, cansados, afligidos e indignados por el trato recibido de parte de las autoridades del Estado, no lo permitieron, ahora lo sustancial era velarlos y hacer los rituales propios de nuestras costumbres. El médico legista accedió a la inconformidad de la gente y sólo se limitó a examinar el cuerpo del señor Natanael, ayudado por un agente de policía que tomaba fotos siguiendo sus indicaciones, posteriormente examinó las heridas de manera rápida y frente a todos los congregados en la Sala de juntas del Palacio Municipal donde se había improvisado un velatorio con petates y velas para recibir a los cuerpos que fueron traídos del cerro.

Ya en Miahuatlán, los heridos no fueron atendidos de inmediato por la falta de equipo médico en los hospitales públicos a donde fueron llevados, estuvieron más de dos horas en angustiosa espera sin recibir atención médica. El menor de edad Alexander Montes Aguilar, a instancia de sus familiares fue atendido en un hospital particular, donde se le practicó una intervención quirúrgica por las perforaciones sufridas en pulmón, hígado, vaso y estómago; por su tipo de sangre (b+) no fue posible hacerle una transfusión, pues ninguna clínica en Miahuatlán contaba con ese tipo de sangre. Fue trasladado a la Ciudad de Oaxaca, donde perdió la vida recién había arribado al hospital.

Dos camionetas y alrededor de veinte elementos de la policía estatal llegaron a Quiechapa después de las seis de la tarde del día 22 de abril. El ejército hizo acto de presencia hasta el día siguiente, 23 de abril alrededor de las siete de la mañana, con un camión de traslado de tropa, un hummer artillado y un blindado, con alrededor de sesenta elementos.

Aproximadamente a las dos de la tarde del 22 de abril, el Presidente del Comisariado de Bienes Comunales fue avisado de lo sucedido, pues se encontraba en la ciudad de Miahuatlán de Porfirio Díaz donde desarrollaba actividades que le competen como servidor de Quiechapa, de inmediato fue a dar aviso al ejército para solicitar ayuda, le pidió al capitán a cargo que atendiera su solicitud, se ofreció a acompañarlos al lugar de los hechos, a lo cual el capitán respondió que no podían salir pues la tropa no tenía ganas, pero que sí pensaban ir a Quiechapa.

Se cree que la gente de Santiago Lachivía se organizó en varios grupos, así lo sugieren los testimonios que dan cuenta de la presencia de hombres armados en distintos puntos dentro de Quiechapa, se tiene la certeza que era gente de esa comunidad quien encabezaba el ataque, se identificó al presidente de Bienes Comunales de Lachivía, Mario Ramos Ávila y al Agente Municipal Paulino Vásquez Miguel. Todos armados con pistolas calibre 9 milímetros, calibre 22, kalasnikov (cuerno de chivo), retrocargas calibre 12, 7 milímetros, 7,62 y otros fusiles de asalto que no identificamos.

quiechapa8Para el día primero de mayo de 2017 ya habían sido dados de alta todos los heridos (sin que esto signifique que están bien), uno de ellos, Cándido Victorino Barriga Martínez, sigue hospitalizado en la ciudad de Oaxaca, ya que requiere atención especial. Los demás están bajo el cuidado de sus familiares. A todos se les negó su expediente médico en los hospitales en que fueron atendidos, pues según el personal, tienen que ser integrados a la averiguación, lo cual vulnera su estado de salud pues no tienen un diagnostico o instrucciones de cuidado que ayuden a su pronta recuperación. Algunos requieren el seguimiento de un especialista, situación que preocupa a las familias, que ya de por si viven en condiciones económicas limitadas, lo cual también limita su acceso a una atención especializada.

Como resultado de la presión ejercida en los últimos días de abril en la Ciudad de Oaxaca y en medios de comunicación, se inició un diálogo con el gobierno mediante la Oficina General de Gobierno del Estado de Oaxaca. Como una forma de apaciguar el reclamo de justicia, el martes 2 de mayo, el gobierno mandó a funcionarios de varias dependencias a prestar servicios a la comunidad en Unidades Móviles; estuvieron presentes el Programa de condicionamiento PROSPERA, la Oficina de Asuntos Indígenas, el Registro Civil, la Secretaría de la mujer oaxaqueña que brindó atención psicológica a los afectados, cabe mencionar que los comentarios de las señoras es que preferían no participar, pues la dinámica que propuso la persona encargada las hizo sentir muy incómodas. La mayoría de los empleados de gobierno parecía estar pagando una especie de castigo, pues al parecer no les agrada subir a la sierra, eso se reflejó en el trato que le dieron a la gente, las señoras ya no se quejan de la encargada de Prospera, pareciera que se han acostumbrado a su trato déspota y responden con sonrisas a los comentarios malintencionados de la promotora, por miedo a que ésta influya para que pierdan la ayuda económica del programa.

quiechapa9Por ahora se respira un ambiente tenso, se trata de retomar la vida en todos los aspectos, las niñas y niños han vuelto a clases, las familias y la comunidad entera vive el duelo por sus habitantes, acompañan en la levantada de la cruz, apoyan con la guelagueza a los deudos o a las familias de los heridos, cada día más gente se suma al rosario de las cinco de la tarde que recorre las calles del pueblo, las tiendas van surtiendo sus productos, los señores se animan de poco en poco a ir al monte a recoger leña y a pastorear a los animales. Pareciera que por dos semanas el tiempo se detuvo dentro de Quiechapa de las flores, mientras el luto, sólo había aliento para acompañarse unos a otros, para abrazarse, para consolarse. Ahora se aspira a retomar la vida comunitaria, el 3 de mayo se celebró la misa en el Ojo de agua por la fiesta patronal de la Santa Cruz, luego, la banda y la comida, fueron pocos los congregados. Está latente el temor de que esta situación se recrudezca en el momento menos esperado.

Bajo su resguardo,

las voces del agua,

ni ahora ni antes han dejado de susurrar

los pasos de aquellas y aquellos que han cerrado los ojos.

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