100 oaxaqueñas han sido asesinadas en lo que va del 2022; un fracaso la alerta por violencia de género denuncia Ges Mujer
#Oaxaca 04 Sep (#Istmopress) – A cuatro años de emitirse la alerta por violencia de genero en 40 municipios de Oaxaca, los feminicidios no cesan, en lo que va del 2022, de enero a 31 de agosto, 100 oaxaqueñas han sido asesinadas, el 15 por ciento son niñas y menores de 18 años, denunció el colectivo feminista “Rosario Castellanos, GES Mujer”.
De acuerdo con esta organización que lleva un recuento preciso de cada uno de los feminicidios, el balance para las mujeres es negativo asegurando que las estrategias no han dado resultados.
Ges reporta que a nivel estatal 676 niñas y mujeres han sido víctimas de asesinatos violentos, de los cuales 461 han ocurrido después de la declaratoria de Alerta por Violencia de Género (AVG).
El Istmo, la Costa y los Valles Centrales son las más violencias para las mujeres , de las cuales la región del Istmo se ha mantenido a lo largo de todo el sexenio, como la más violenta para las niñas y mujeres, solo en el 2022 representa el 29% de la violencia feminicida.
De acuerdo con GES Mujer, febrero del 2022 ha sido el mes con más crímenes contra las mujeres, registrando 18 feminicidios, mientras que enero fueron 8, en marzo 7, abril 10, mayo 13 feminicidios, junio y julio 15 crímenes respectivamente y agosto concluyó con 14 feminicidios, siendo un total de 100 en lo que va de este año.
Angélica Ayala, Presidenta del GESMujer Rosario Castellanos externó que contar con un análisis del contexto de violencia comunitaria, de delincuencia organizada, violencia social, así como la presencia de militares en las regiones, ha colocado la proliferación descontrolada de armas de fuego en el estado, la cual ha generado que año con año se incremente el asesinato violento de niñas y mujeres con éstas armas, llegando al 2022 a representar un 78%.
Citó que en la región del Istmo, el reciente e indignante caso de Abigail en Salina Cruz, es un claro ejemplo de las alarmantes limitaciones que tienen las autoridades para comprender la violencia de género a nivel municipal y que bien puede reflejar lo que sucede con los Consejos Municipales en el estado.
Dijo que en principio, en el caso de Abigail fue detenida argumentando un “delito administrativo” por discutir con su pareja, cuando en realidad estaba siendo víctima de violencia de género, la cual no pudo ser identificada por los elementos de la policía, ni tampoco por el juez cívico.
“La falta de capacitación de las corporaciones policiacas, es uno de los factores por los cuales las mujeres que viven violencia no son atendidas ni protegidos sus derechos, no tienen una perspectiva de género que les permita hacer intervenciones eficientes”, dijo.
Ayala reconoció que otro elemento que contribuye a entender los indignantes datos de violencia de género y violencia feminicida, son los altos niveles de impunidad que provocan en las mujeres desconfianza en su propio sistema de justicia y en los agresores la certeza de que no serán sancionados.
***Crece el feminicidio infantil y desaparición de mujeres en Oaxaca ****
Respecto al feminicidio infantil, el monitoreo de la colectiva reportó un incremento durante el 2022, representando un 15% de la totalidad de casos. De los cuales el 9% correspondió a niñas de 0 a 12 años, y el 6% a adolescentes menores de 18 años.
En cuanto a la desaparición de niñas y mujeres es un dato relevante, actuar de manera profesional y de manera expedita puede salvar vidas, en el caso de Alondra fue la familia la que procedió a su búsqueda.
“En los casos de desaparición de niñas y mujeres las familias se enfrentan a omisiones, las revictimiza y finalmente cuando son localizadas como víctimas de feminicidio, la gran mayoría inicia un largo camino donde las negligencias y la impunidad son la constante”, recalcó Angélica Ayala.
Por último reconoció que de nada ha servido, que en estos cuatro años de la alerta de género dos fiscales de justicia -Rubén Vasconcelos y actualmente Arturo Peimbert- han tomado las riendas de las leyes oaxaqueñas, cuando continúan las mismas prácticas de actuación, que son omisas y/o negligentes, investigaciones carentes de una perspectiva de género o la clara intención de ocultar o minimizar la violencia feminicida, así como la revictimización de las familias que exigen justicia.
Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress
