Violencia institucional, el otro “infierno” que vive Elena Ríos ; libre el último de sus agresores

La joven de 28 años de edad es víctima de tentativa de feminicidio desde el 2019

#Oaxaca 25 Nov (#Istmopress) – Su voz detrás del teléfono es de hartazgo. María Elena Ríos, la joven saxofonista que sobrevivió a un ataque con ácido en el 2019, ha visto sus días convertidos en un infierno ante la violencia institucional y dilatoria que encabeza Arturo Peimbert, Fiscal General de Oaxaca, que pareciera está en su contra, por la obstaculización y dilación de su proceso judicial, que ha denunciado en reiteradas ocasiones a través de sus redes sociales.

La joven oaxaqueña originaria de Huajuapan de León es doblemente víctima de la violencia, en primera, la feminicida del cual es sobreviviente y en segundo, de la institucional, desde la Fiscalía General de Oaxaca hasta el Tribunal Superior de Justicia, además de la violencia psicológica por el acoso y criminalización que vive de parte de los familiares de su agresor.

Pareciera que alcanzar la justicia fuera un pecado externó María Elena Ríos al reconocer que “sí fuera hija de algún funcionario público, ya sea senador, diputado o gobernador de”, seguramente ya hubiera sentencia para los presuntos feminicidas y por ende la justicia que tanto anhela.

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Desde el principio, María Elena ha vivido violencia institucional. Las autoridades señalaron que las agresiones que sufrió eran “lesiones”, pero después de exigencias y denuncias de parte de colectivas, finalmente se logró el delito de Feminicidio en grado de tentativa.

Otro ejemplo de violencia institucional que vivió fue la ineficiencia en el acceso a la salud, debido a que las autoridades no se hacían responsables de su traslado y atención médica y finalmente lo que actualmente vive es la “dilación del juicio”, el tiempo transcurre y no hay acceso a la justicia, sin tomar en cuenta a las víctimas indirectas, que en este caso son los familiares de la joven saxofonista.

María Elena tiene que recordar a diario el rostro de sus agresores, y no va a parar hasta que llegue a la justicia por ella y por todas las mujeres, que han sido agredidas en un intento de feminicidio como este y de diferentes tipos de violencia.

Tampoco quiere acordarse de los autores intelectuales, uno de ellos, el ex diputado priista Juan V.C. recluido en el penal de Tanivet en la capital de Oaxaca y el otro, Juan Antonio V.H, hijo del ex diputado priista acusado de tentativa de feminicidio y prófugo de la justicia, por su paradero ofrecen un millón de pesos.

“Lo que quiero es justicia, que el proceso avance, que no se detenga, que Peimbert, el fiscal general detenga a su agresor y deje de tomar sus infinitas vacaciones” externó.

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Es cierto, que funcionarios, senadores y activistas han denunciado que la vida de María Elena corre peligro, pero eso no ha sido tomado en cuenta por las autoridades.

Recientemente el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca (TSJO), Eduardo Pincho Sánchez, adelantó de una manera equivocada que el caso de la saxofonista está por sentenciar, cuando la realidad es otra, pues, a raíz de tantas dilaciones en amparos que han solicitado sus agresores, a más de dos años, no ha llegado a la etapa intermedia.

En un estudio llamado ““Violencia institucional hacia las mujeres en la región sur de México”, indica que desde los congresos federal y local, no se observa aumento en el presupuesto destinado a mecanismos para el adelanto de las mujeres y sus figuras organizativas y asegura que en Oaxaca, aunque se logró un aumento en la estructura de atención hacia las mujeres que han sufrido violencia, ésta aún resulta insuficiente para brindar un servicio adecuado y de calidad.

Angélica Ayala, directora de la colectiva Ges Mujer señala que en el caso de María Elena, hay una larga cadena de acciones y omisiones que genera la impunidad y negligencias.

“El caso de María Elena es un claro ejemplo de que se quiere ocultar la verdad, porque al principio el caso se tipificó como lesiones, después por exigencias ya fue tentativa de feminicidio, y actualmente no hay nada de avance, no hay voluntad política y eso es impunidad”, externó.

Por ello, la Fiscalia General del Estado de Oaxaca informó que en el caso de María Elena, se busca a Juan Antonio Vera Hernández por tentativa de feminicidio y respecto a la sentencia, toca el turno a los jueces, quienes de acuerdo a sus tiempos van llevando a cabo el proceso judicial.

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*¿Y yo a quién le pido chance?**

“¿Y yo a quién le pido chance?” externó María Elena Ríos como respuesta al mensaje que le hizo el fiscal general del estado de Oaxaca, Arturo Peimbert: “Dame chance Male, en 45 días lo detengo”, sobre la captura de su agresor, el cual no se sabe nada de su ubicación.

La joven lamentó que las autoridades de justicia no hagan su trabajo y criticó la militarización en los entornos turísticos, porque dijo “la chamba se hace en labor de campo, no desde la oficina delegando responsabilidad a la socidad”.

Mientras llega la justicia, María Elena usa la palabra como defensora de los derechos de las mujeres y los niños; y espera que algún día se acabe toda esta cadena de injusticias, para poder vivir al menos sin temor a que la asesinen.

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En México se tiene registro de 26 mujeres atacadas con ácido, 20 de ellas lograron sobrevivir como María Elena. La mayoría de los casos siguen en la impunidad y no existen leyes que tipifiquen este delito específico.

 

Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress

 

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