Urge renovar padrón de comuneras y comuneros de Unión Hidalgo,Oaxaca que desde 1964 no se actualiza: “Llevamos 61 años resistiendo por nuestras tierras agrarias”
Diana Manzo
Unión Hidalgo, Oax.- En el marco de la conmemoración de los 61 años del “Reconocimiento que tutela los bienes comunales del municipio de Juchitán, Oaxaca y sus anexos, entre ellos Unión Hidalgo y Chicapa de Castro”, comuneras y comuneros exigieron a las autoridades agrarias renovar el padrón de comuneras y comuneros que desde su creación- 1964-.
“Es urgente que el censo se amplíe, pues el año pasado, con la reforma al artículo 2 constitucional, señala que el reconocimiento como pueblo indigena, se tiene.
Señalaron que como derecho que les da la ley, es urgente tener nuevas y nuevos integrantes, pues muchos de los que en el año de 1964 pertenecían al padrón de comuneras y comuneros en su mayoría ya fallecieron.
El representante comunal de Unión Hidalgo, Oscar Marín Gómez describió la defensa que han tenido desde hace más de 10 años cuando retomaron la lucha agraria en Unión Hidalgo por la instalación de la central eólica DEMEX Piedra Larga.
El agente municipal de Chicapa de Castro, Felipe Medrano recalcó la importancia de la lucha y de unirse a la asamblea para que en colectivo defiendan sus tierras contra invasiones, especialmente de parte de San Dionisio del Mar, Oaxaca.
Andrea Manzo, fue la encargada de dar la bienvenida recalcando que la lucha por los bienes agrarios y tierras de uso común deben ser de todas y todos; mientras que Norberto Altamirano fue el maestro de ceremonias, ambos son defensores binnizá de la tierra y el territorio, comprometidos con la lucha de las 68,113 hectáreas que abarca el núcleo agrario.
“La tierra es de quien la defiende y trabaja” coincidieron en una celebración conmemorativa a los 61 años de lucha, en donde recalcaron que siguen resistiendo y resistirán por la defensa de sus bienes de uso común, a pesar de las invasiones, por un lado mil 900 hectáreas contra San Dionisio del Mar y de 2 mil 400 hectáreas contra Niltepec, Oaxaca.
“Ha habido un sinfín de situaciones entre juzgados y abogados, pero acá estamos continuando con esta lucha, y lo hacemos porque las tierras agrarias deben ser para todas y. todas, no para unos cuantos, y tampoco se tiene que privatizar, que es lo que se ha hecho mucho con la llegada de los parques eólicos”, expuso Carlos Manzo.
Por su parte, Laureano Toledo, representante de la Asociación de Palmeros de Unión Hidalgo, dejó claro que El bosque comunitario El Palmar no se toca, y menos con la llegada de las centrales eólicas, que no permitirán que acabe con este pulmón natural que presta servicios ambientales a toda la región.
Carlos Manzo como activista y aspirante a comunero explicó que como comunidades agrarias (Unión Hidalgo y Chicapa Castro) fueron acreedoras a un proyecto federal del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) que fortalecerá la lucha colectiva de ambos pueblos zapotecas.
Finalmente, el pronunciamiento público estuvo a cargo de Edgar Martín Regalado quien contrastó los hechos y el derecho de la comunidad indígena y agraria de Juchitán: militarización, conflicto de límites y transformación de los bienes comunales a ejidales sin ningún sustento legal.
Además del anexo de Unión Hidalgo, también El Espinal, La Ventosa, Chicapa de Castro y Santa María Xadani están integrados dentro de los Bienes Comunales reconocidos en el año de 1964 a la comunidad indígena de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.