Creaturas de la noche neoliberal —Columna especial de Halloween—
Creaturas de la noche neoliberal
—Columna especial de Halloween—
Por : Saúl Sánchez López
Vivimos tiempos oscuros, tenebrosos. Tras la llegada de Donald Trump al poder, el neoliberalismo alcanzó su momento más sombrío y el crepúsculo parece anunciar el comienzo de una era postfascista. Una época plagada de monstruos, demonios y seres malignos; creaturas tan espantosas como surrealistas.
Milei —el muñeco diabólico— nos asusta no solo con la motosierra presupuestaria, recortando gasto público indispensable para el desarrollo de su país, sino ahora también con su voz (!) que parece venida de ultratumba. Netanyahu, un asesino serial, no necesita ninguna máscara para dar miedo; su rostro es el del genocidio y su paz la de los cementerios.
Un fantasma recorre el “mundo libre”: el fantasma del fascismo. En la siniestra sede de la CPAC se practicanocultos ritos de dominación mundial, con eventos internacionales en cada vez más países: México, Argentina, Japón, Australia, Hungría… y manejando los hilos de títeres autoritarios bajo su influencia. En este mundo distópico, el estreno del año no es el Frankenstein de Guillermo del Toro, sino el del fascismo-libertario, grotesca creatura que conjura autoritarismo político, conservadurismo social y liberalismo económico, traída a la vida tras el experimento de una extrema derecha enloquecida.
México no ha permanecido ajeno a los monstruos y espantos venidos del otro mundo. La oposición entera es un zombi; abominable engendro que avanza a paso lento, devorando los cerebros de quien se deje. Deambula sin rumbo fijo, relanzándose, sin caer en cuenta de que ya está muerta. Por su parte, el líder del PRI es un auténtico licántropo. Su brutalidad supera a la de cualquier miembro de nuestra especie. No tiene la inteligencia del hombre ni la nobleza de las bestias. A diferencia del nahual, quien se transforma a placer, este hombre lobo sufre una maldición que lo embrutece, pero —como la canción de La Unión— no queda claro si es un hombre hecho bestia o una bestia con aspecto humano.
Y no solo los políticos, también hay empresarios temibles. Oculto bajo el manto de la noche, Salinas Pliego succiona la vida de los ciudadanos en abonos chiquitos. Es un vampiroque, tras un letargo de sexenios, ha despertado sediento de sangre morena. Puede que esté políticamente muerto, pero se pasa de vivo, y solo se detendrá hasta que el SAT le clavesus deudas en el corazón.
Al igual que en el Samhain gaélico, en este Halloween político muchos buscan sobrevivir la larga noche disfrazándose, en un intento por mimetizarse con los monstruos y demonios sueltos para pasar desapercibidos. No dicen nada, esperando que de algún modo las cosas cambien solas. Pero a los monstruos hay que enfrentarlos y solo la luz del activismo podrá disipar la temible oscuridad.

