Yoo Bido’ Instalación artística de Dell Alvarado en Galería Gubidxa de Unión Hidalgo
#UniónHidalgo 03 May (#Istmopress) – Yoo Bido’-Casa sagrada. ¿Qué es eso que llamamos hogar?, ¿Qué forma tiene un hogar? ¿Cómo se construye y deconstruye? Son las preguntas que llevaron a Dell Alvarado, a un proceso creativo que le exigió saber y conocer más, no solo la técnica empleada sino el ambiente que deseaba fuera interpretado por el o los espectadores.
Nos comenta “En un principio quise aprender la técnica por los tonos azules y por lo que es experimental, pensando un poco en los errores estéticos. Pero después me maravilló el poder del sol, porque aunque es el mismo sol para todos, no tiene la misma intensidad, entonces eso me gustó más, trabajar con el sol de Oaxaca capital y el sol del Istmo fue sorprendente en cuanto a resultados y experimentación”.
Continúa comentándonos la artista visual, “elegí la técnica también por salir un poco de las tradicionales, que me hacen sentir en casa (comodidad) una técnica que no adquirí en la academia y que he estado perfeccionando con mucha experimentación”.
Así el Yoo Bido’, casa sagrada se convirtió en una instalación, a partir, de casas armables de papel que busca cuestionar y, quizás, ensayar una respuesta a estas preguntas. Para Dell “El imaginario del hogar parte de la casa-cubo, un concepto que nos remite a la individualidad y al hogar como espacio originario y contenedor de nuestros recuerdos, nuestros lazos afectivos y nuestros más grandes apegos”.
En este sentido, Dell Alvarado, parte de este imaginario, pero logra traspasar las fronteras de la casa-contenedor-individual para volverla colectiva. Las paredes de la casa sagrada colindan con la memoria comunitaria y con las personas y seres no humanos que posibilitan el hogar.
Utilizando cianotipia, papel y luz led Yoo Bido,’ se convierte en un replanteamiento sobre el hogar que, con una narrativa visual, “nos muestra que el hogar se extiende más allá del cubo. Hogar es el cuerpo propio, es el viento y la tierra. Hogar es la gente y lugares que nos habitan. Nuestro espacio sagrado”, escribió Patricia Matus Alonso, compañera de residencia en casa Pocoapoco donde Dell Alvarado, género y concluyó este proyecto, que con gusto terminó de realizar como instalación artística, que podemos apreciar integro en Galería Gubidxa.
Nos revela Dell Alvarado que “Pensando mucho en esa construcción del hogar académico y porque en tiempos pandémicos se prestó de igual manera a este proceso fotográfico contemporáneo”, y que están presentes en las paredes, techo a dos aguas y piso de las casas de papel.
En las casas suspendidas (se acomodaron bajo el techo de la galería) hay un registro evocador de lo rupestre que llega a nosotros cargado de resignificado que Dell, le imprime, una suerte de reminiscencia que narra sus caras de soledad aceptada, controlada y una sensación de pena profunda por quienes ya no habitan su casa cuerpo, su casa ser, su casa universo.
¿Hasta dónde es posible este viaje al interior del hogar?, ¿Se podrá deshabitar los llantos, el luto y volver a la alegría de existir? Bien lo logra Dell, con estos azules, que se vuelven casa, que nos interpelan y nos cuestionan a nosotros mismos.
¿Urge un cobijo material cuando la naturaleza entera estalla allá afuera? Esta costumbre de amasar (fortuna en patrimonio edificado en el istmo) y desvivirse por tener más se irrumpe en la obra que ahora miramos. Tener, y poseer son antagónicos, refuerzan caprichos que jamás nos satisfacen.
Esta instalación artística, es un encuentro y desencuentro de dos vidas que cohabitan. Pueden llegar a provocarnos hasta desvanecer líneas finas de la persistencia por habitar y tener, al mismo tiempo enseñarse que aún estamos al borde de la plenitud de ser. Quién queramos ser. Y sutilmente enterrar para siempre este -yo- que nos dicen que somos.
Víctor Fuentes / Agencia de Noticias IstmoPress
