“En Venezuela, con 8 dólares es imposible vivir” : Familia Pérez busca ayuda para su hija discapacitada, nació con microcefalia e hipertonia

#Juchitán 02 Oct (#Istmopress) – Su travesía migrante ha sido a pie desde Venezuela a Juchitán, Oaxaca. Están cansados, se les nota en el rostro y en los pies. Toman un respiro y un sorbo de agua. No tienen dinero. El sueño americano de la familia Pérez Pérez es ver a la pequeña María Ángela de 7 años de edad caminar y correr.

Ella vive con Microcefalia leve e Hipertonia de lado izquierdo y requiere una cirugía.

Este lunes llegaron a Juchitán, Oaxaca y se instalaron en el Centro de Movilidad Migratoria habilitado por el gobierno federal en una terminal de autobuses de segunda clase, donde reposaran un par de días, para continuar su camino.

En los ocho días que lleva funcionado, este espacio donde se les brinda un refugio seguro, corridas de autobuses a la capital de Oaxaca y Ciudad de México y atención medica, han cruzado alrededor de 15 mil personas migrantes, de acuerdo con el delegado de protección civil en el Istmo, Jesús González Pérez.

“Al día llegan entre 800 y mil personas, pero así como llegan, también se van, al día salen entre cinco y ocho corridas al día, y los boletos se venden acá, con costos entre 250 y 350 pesos para Oaxaca y mil a mil 700 a Ciudad de México” , señaló.

La menor no habla, no puede caminar y vive con muchos abscesos cerebrales,pero sí oye y se ríe cuando su madre Inés Noelia Pérez de 42 años de edad y de profesión educadora le platica del paisaje y de los lugares y países donde han caminado, resaltando que cruzar la selva el Darién ha sido muy peligroso y ahora México, según lo que le han dicho.

Sin un solo centavo para reanudar su travesía, pero sin perder las esperanzas que juntaran el dinero para comprar sus boletos y llegar a la Ciudad de México, hablan del motivo por el cual huyeron de Venezuela.

“Allá te están pagando 8 dólares al mes, eso es un abuso. En mi caso, la escuela cerró, ya no hay niños, y eso hizo que el dinero se nos acabara y además del recurso que necesitamos para atender a mi hija,que gastamos 50 dólares al mes y era imposible seguir así”, explica.

La mujer con raíces afro recalca que con los 8 dólares no alcanza para nada y no se puede vivir, mucho menos, atender las necesidades medicas y de alimentación de su hija discapacitada.

Comparte que el único motivo de migrar es para salvar a su hija y verla caminar, pues estos 7 años han sido de mucho sufrir por la falta de atención medica y alimentación saludable.

“Yo viendo a mi hija operada y de pie, me es suficiente, porque ella ha sufrido mucho, estamos ya muy cerca de lograrlo, pues un personal de la ACNUR nos ha dicho que nos ayudaran con la operación, pero que es necesario llegar hasta allá y desde Juchitán nos queda 12 horas y se requiere mucho dinero”.

Mientras esperan juntar dinero, el padre de María Ángela de nombre Miguel Pérez de 50 años de edad la pasea con su silla de ruedas, recorren los pasillos, la lleva al doctor y está pendiente de sus medicamentos.

“Mi hija es mi todo, deseamos que ella camine y pedimos ayuda al gobierno de México y también de Estados Unidos, sí alguna persona también de organismos locales en derechos humanos nos pudieran trasladarnos a la Ciudad de México, se los agradeceríamos, porque no tenemos dinero, todo se ha acabado”, enfatizaron.

***Los boletos solo se venden a cuatro nacionalidades : Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití.

Aunque los baños no funcionan y la basura se acumula, llegar al Módulo migratorio es un respiro de esperanza para los miles de migrantes varados en Juchitán, Oaxaca.

“Acá podemos descansar, nos venden los boletos para ir a la capital de Oaxaca y a los Estados Unidos, solo hay que tener dinero y ya, antes era más travesía y aglomeración”.

Sin embargo, la suerte no es lo mismo para los migrantes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, que de otras nacionalidades, debido a que al tener México y Estados Unidos un acuerdo con sus países, pues aplican para el CBP One, que les permite una entrevista con la migración norteamericana y así poder ingresar al país por razones humanitarias.

“Yo soy de Ecuador y a mi me dijeron que no me pueden vender un boleto, porque mi país no tiene este acuerdo para el CBP One, eso es una injusticia, pues todos somos migrantes”, declaró José de Ecuador.

Él viaja con su hijo y es la tercera vez que busca el sueño americano y asegura que lo logrará caminando, por lo que rechazó esta decisión de que las autoridades solo establezcan la venta de boletos y los autobuses para personas migrantes de las cuatro nacionalidades.

“Seguiré mi camino, allá en Ecuador no se puede vivir, muchos estamos migrando, y lo hacemos por mejorar nuestra vida, allá se quedó mi esposa y mis dos hijos”, concluyó.

Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress

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