Construyen yurtas como alternativa de vivienda para damnificados de terremoto

#Juchitán 22 octubre (#Istmopress).- Jóvenes zapotecas del colectivo 8.2 conjuntamente con el colectivo “7 jaguares” han brindado alivio de un refugio a las familias damnificadas, de forma solidaria y sin cobrar un solo centavo han construido yurtas, que son espacios alternativos para las familias que perdieron su vivienda por el terremoto del 7 de septiembre.

La ayuda solidaria que han brindado estos jóvenes ha sido aliviar la tristeza y la preocupación de las familias que perdieron su único patrimonio que es su vivienda, a través de donativos que gente altruista les confían compran los materiales como tubos de PVC, lonas, tela pantalonera o manta térmica, piola (cuerdas) y con su creatividad las forman y las colocan en los domicilios de las familias.

Cada yurta está compuesta de 48 tramos de PVC y es circular de 4 metros inclusive puede expandirse hasta cinco metros de diámetro, entran entre ocho y diez personas, y se ha convertido en un refugio más que temporal para las personas damnificadas.

Luis Ángel Sánchez Tadeo, es estudiante de arquitectura y originario de Juchitán, además de ser damnificado porque su vivienda colapso con el terremoto su ayuda por los suyos ha sido inalcanzable, junto con otros amigos formaron el colectivo 8.2 en memoria del terremoto que devastó su tierra.

Él y otros más recibieron la capacitación del colectivo 7 jaguares formado también por jóvenes oriundos de la capital oaxaqueña y de otras parte de la republica mexicana quienes les compartieron el conocimiento sobre la construcción de las yurtas.

“El colectivo 7 jaguares arribó al Istmo una semana después del terremoto y lanzó la convocatoria para las yurtas, soy estudiante de arquitectura y me interesé al igual que otros compañeros, tomamos la capacitación y nosotros creamos el colectivo 8.2 y de forma coordinada hemos construido 20 yurtas en diversos municipios donde la gente perdió su casa”, explicó.

El colectivo 8.2 que se formó después de tomar la capacitación con el colectivo Jaguar está integrado por Luis Ángel Sánchez Tadeo, Jesús Santiago López, Ana Cristina León Sarabia, José Antonio Osorio Pineda, Juan Andrés Martínez de la Cruz, José Antonio Hernández Amador y Selina Fernanda Aguilar Luna.

Luis Angel de 26 años de edad es quien coordina el colectivo 8.2 y junto con sus compañeros se unieron al colectivo jaguar para seguir impulsando este apoyo de las yurtas, por lo que su único fin es solidarizarse y concientizar al resto de la población para ayudar con sus donativos y se construyan más viviendas alternativas.

“Del colectivo Jaguar quisimos crear un colectivo aquí del Istmo y lo llamamos 8.2 , creemos que esta alternativa de vivienda que estamos creando con los damnificados es un aliciente bastante importante, en primera porque la reconstrucción es un tema que implica mucho dinero y muchas personas carecen, y en segunda por que soporta todo, desde lluvias hasta frio y viento, lo que necesitamos es que se siga ayudando con recursos económicos de gente solidaria para que compremos el material y sigamos construyendo las yurtas”, señaló.

La travesía de construcción comienza alrededor de las 10:00 horas hasta concluir por más de ocho a diez horas inclusive los integrantes de las familias también colaboran para que se elaboren las yurtas, primero comienzan a amarrar cada uno de los tubos de PVC, posteriormente con una piola lo sostienen y van colocando poco a poco por dentro y por fuera los trapos de tela o manta y finalmente se envuelven con una lona.

La yurta es apta para soportar frio, calor o lluvia, por eso ha sido un aliciente importante para las familias istmeñas, además es transportable de un espacio a otro y se arma en tan solo 40 minutos.

Las 20 casas emergentes como han llamado a las yurtas se han distribuido en localidades como Ixtaltepec, Ixtepec, Juchitán, Tehuantepec, San Mateo del Mar y también en Cuernavaca Morelos.

Para la selección de las familias que serán acreedoras a las yurtas narra Luis Ángel que se toma en cuenta que hayan perdido totalmente sus viviendas, que sean de condición económica humilde y en muchas veces vivan niños y adultos mayores.

“Con los donativos que hemos recibido se han construido las 20 yurtas, pero para la selección primero investigamos que sean originarios de municipios afectados por el terremoto, que no tengan vivienda, que vivan niños o adultos mayores, inclusive se lo hemos dado en casos donde son mujeres jefas de familia”, dijo Luis Ángel.

*Se nos cayó la casa de palma y ahora tenemos yurta: Familia

En San Mateo del Mar, la familia Sánchez Fonseca recibió una Yurta, su casa de palma se cayó por el terremoto y en su hogar el agua del mar invadió, se quedaron sin vivienda.

“Agradecemos a los jóvenes por pensar en nosotros, esta yurta como ellos la llaman nos ha servido mucho como refugio, aquí no nos llueve nada, porque perdimos todo, con el temblor la casa de palma se vino abajo y el agua del mar entró a la casa, estamos viviendo en un patio y ahí está esta casa elaborada con tubos de PVC que es muy resistente”, explicaron.

En esta localidad de San Mateo del Mar muchas de las viviendas son de palma, aquí Sedatu aún no las censa, solo lo ha hecho con las de concreto, por lo que de la reconstrucción aún no se habla, para ellos es una utopía.

 

Diana Manzo/Agencia de Noticias Istmopress

 

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