Ayuntamiento Municipal tala árbol “Memorial del 7 de septiembre” en Unión Hidalgo

#UniónHidalgo 9 Sep (#Istmopress) – Adiós árbol, adiós ceiba, adiós pochote adiós, ya’ axche, infinito adiós  al Bioongo. Han pasado desde el 7 de septiembre del año 2018, al 7 de septiembre del  año 2020. Dos años. Que significan memoria y alegría por la vida  para quienes participamos en la siembra del Pochote. Lo hicimos para seguir dándonos  esperanza a un año del devastador sismo de magnitud 8.2 y que permanece el dolor en nuestra memoria colectiva.  

Los que participamos en el acto de siembra hace dos años, procuramos el cuidado, del mismo después del homenaje realizado,  hubieron tres intentos de desaparecerlo.

Para plantarlo representó días de esfuerzo de todo el profesorado, alumnos y padres quienes fuimos participes de una u otra forma, profesores que solicitaron permiso a la autoridad en turno que recaí en la persona de Wilson Sánchez Chevez, otro tuvo que viajar por  el árbol al foro ecológico de la cuidad de Juchitán.

El resto a organizar acciones y tareas en las aulas, los niños produjeron textos escritos como: poemas, canciones y relatos, otros hicieron tareas artísticas, donde expusieron sus sentimientos en torno al evento que nos acometía, realizar el memorial del 7 de septiembre del año  2017. Unos más se encargaron de solicitar la participación de músicos locales.

El Terremoto y sus innumerables replicas, nos marcó para siempre. Por ello se organizó todo para que el día 7 de septiembre del año 2018,  fueran convocados: padres, maestros y los niños de la escuela primaria Hermanos Flores Magón, y dirigirnos hacia el parque, nos guio una canción que compuso el señor Candido Zarate Regalado “Che Dro”.   Aunada a la algarabía de todos, marchamos por las calles hacia el centro de la población.

En un anda los niños por turno, y grupo se relevaban entre ellos, estrategia surgida de momento, por los mismos. Iban al frente de todos nosotros, sin descanso subieron sin prisa  al parque, hasta depositar el pochote al sitio elegido para su siembra, ofrecimos algunas palabras y se leyeron también los poemas creados por los niños de agradeciendo a la naturaleza por permitirnos seguir vivos, entonces el árbol se sembró, seguido de aplausos al unísono, acto espontáneo de los participantes. Che Dro, cantó al igual que  su hijo, los escuchamos interpretar “Ranchu Gubiña” considerado un himno entre los unidalguenses.

Este acto que se ha asentado en  la memoria de todos los que participamos estará vigente hasta que ya no estemos de entre todos. Justo en la mañana del 7 de septiembre del año 2020. Recibí mensaje de texto de una de las maestras participantes y que aun trabaja en la escuela primaria mencionada.

 

Lo transcribo tal cual. Lun, 9:19

 

     “Diuxhi cucdaya liii Ritienalaxhe dhidi casi ca ñacani negue. Rudie gracias lii pur ucalu gunidu ti squenda shuque. Chansa galan ne nayeche gudidinu ne ca scudi ucadiagaca che ndroo gunda laga cusuguanuu sha biongo. Squishepe lii Víctor” 

 

Ignoro si la maestra se enteró primero. Lo cierto es que el Xa Bioongo, como lo recuerda la profesora si lo fue, hasta antes de ser talado por la actual administración municipal a cargo del médico Cesar Carrasco Vicente.

Ha desaparecido hasta el ras, no quedara más, sino acaso en el recuerdo de quienes participamos. En lo personal  me duele indescriptiblemente este tipo de acciones, suele ocurrir que sea más fácil destruir, que abonar construir un lugar mejor para todos.

Podríamos promover y resguardar, quizás el pochote estorbaba porque se piensa en el árbol adulto y sus frutos que podrían ser esparcidos, y arruinar la fiesta del pueblo en septiembre que es cuando el quiosco es ocupado por toda la población debido a las celebraciones, pero el Bioongo florea de diciembre a marzo.

Después de ese detalle no se puede imaginar, o nombrar otro motivo que incomode la presencia del árbol en el parque municipal. En nuestro país desde el año 1954 por decreto existe el día del árbol, justo para sensibilizar a la población, a la ciudadanía hacia el respeto y protección de las especies en peligro de extinción.

Quizás hasta sobre decir que México, nuestro país es un lugar diverso, ocupa el quinto lugar mundial en plantas, además la ceiba es un árbol sagrado entre los mayas actuales y de todo Mesoamérica. La ceiba es un árbol aprovechable  en todas sus partes, por su fuerza medicinal, cultura y su carácter sagrado. 

En Japón cuna del haiku, es una muestra de alta sensibilidad que se mantiene vigente, con esta expresión poética que lleva de esencia al asombro y respeto a la naturaleza, y en nuestra propia cultura zapoteca el árbol fue conocido por nuestros binni gula’sa’ como bioongo. Quienes le atribuyeron el origen y creación de todo, como centro de la tierra y representar uno de los cuatro árboles que equidistan los puntos orientadores de la vida y la muerte del día y la noche.

Por ello,  talar por talar como ha ocurrido nos parece, suma falta de respeto, cuidado  e ignorancia de lo que ocurre a nivel comunidad, es una muestra de la indiferencia y desatino para gobernar y tolerar los intereses  de los pobladores, es una irresponsabilidad no enterarse por qué una ceiba en el centro de la población.

No quisiera dejar pasar lo que ha ocurrido en torno al árbol en ocasiones anteriores, tres para ser exacto,  se sustituyó el árbol original (el del acto de siembra) a pocos días los trabajadores del parque y jardín lo arrancaron, se sembró otro por un grupo de niños que cursaban el sexto grado, en la misma escuela convocante. El segundo árbol fue sepultado bajo un trampolín, se volvió a sustituir por otro, este se le procuro mayor cuidado y se le instaló un cerco con una malla.

Y es el que permaneció, los trabajadores del parque notaron la persistencia por tener el árbol vigente, le procuraron cuidado mínimo, retiraron la malla cuando ya no lo requería, al parecer todo iba bien, pero este tercer árbol lo aniquilaron este 7 de septiembre del  año 2020.

Mientras el presidente en turno se anuncia en un acto protocolario instalado en el parque, en el extremo opuesto al sitio que ocupaba la ceiba hasta ese día. El acto es la suma de incongruencias que caracteriza a este gobierno, estas inconsistencias seguirán ocurriendo, mientras todos permanezcamos indiferentes, indolentes, y que cada vez  permitamos actos descabellados e injustificados. Por parte de quienes ostentan la responsabilidad  de procurar bienestar para toda la población, sean vulnerables o no, sean estos esfuerzos o aportes nimios.

A todos se nos debe permitir actuar, vulnerar y transformar el lugar público, todo unidalguende que actúe de buena intención se le procure respeto y permitirle manifestar toda expresión que beneficie a la ciudadanía común.
Por el bien de todo Unión Hidalgo.    

 

Víctor Fuentes / Agencia de Noticias IstmoPress

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