“ Yo escribo como un reconocimiento a la lengua zapoteca”: Natalia Toledo, poeta zapoteca y ganadora de la medalla de literatura indígena, 2025

Diana Manzo
Foto: Cristián Arbona

Oaxaca, Oax.- Hija de Olga de Paz y Francisco Toledo. Natalia Toledo es una poeta binnizá que nació en Juchitán, Oaxaca y que el próximo 7 de octubre recibirá la medalla de literatura indígena, 2025 que otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), por su trayectoria en la revalorización de su lengua madre, el diidxazá

Para la poeta zapoteca, escribir poemas y cuentos en su primera lengua significa mantener vivo su legado y cultura, por lo que agradeció a quienes la propusieron para recibirla.

“Esta medalla es muy significativa para mí, mi padre fue muy apreciado por este instituto, y por supuesto, colaboró con ello. Además, sé que la gente, es decir, las y los escritores son los que asignan quién la recibe, y eso para mi es muy significativo”, señala.

Natalia reconoce que su trayectoria ha sido un largo caminar, pero lleno de satisfacciones. “Anteriormente no habían becas ni incentivos, pero una no dejaba de plasmar su pasión en los poemas y cuentos, y ahora, recibir este reconocimiento es preciso, porque se forjó con mucho esfuerzo y camino”.

La poeta juchiteca señala, que ha recuperado esas voces que estaban guardadas en el tiempo esperando ser escuchadas a través de la propia literatura y de mirar el mundo.

También se ha logrado en medio de tristezas y violencias, para ella es una alegría, y se lo dedica a su comunidad. “Es un reconocimiento para la lengua zapoteca que aprendió desde muy niña, para mi cultura, para esa manera de pensar, y que desde
muy joven escribí los poemas”

**Publicar libros cada vez es más difícil

Para Natalia Toledo publicar un libro en físico es cada vez más difícil, porque las editoriales van cerrando, aunque refiere que hay un potencial fuerte en las redes sociales, entonces una opción es digitalizarlos.

También reconoce qué aunque su pasión es escribir, no ha vivido de ella, y es una mujer diversa.

“Ya lo decía Elena Poniatowska, nosotras además de escribir, también vendemos totopos, iguana y hasta huipiles”, dice con una carcajada.

Y cómo la escritura es su máxima pasión, recientemente terminó un libro de poemas sobre la muerte. Además de un cuento que ilustró su hermano Benajmín- el más pequeño de la descendencia del maestro Toledo- de una historia de niños que vendían gatos.

“Continúa la vida, seguir escribiendo, viajando, hasta donde la cuerda de …”, finaliza.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *