A 9 meses, la reconstrucción no llega para Rosa Aurelia, no recibió folio y tampoco apoyo

#Juchitán 08 Junio (#Istmopress).- Rosa Aurelia Santiago Castillo es una de las 15 mil damnificadas por el terremoto en Juchitán, su vivienda localizada en la séptima sección era de tejavana y adobe y se dañó con el terremoto del 7 de septiembre pero terminó por colapsarse la mañana del 23 de septiembre con el sismo de 6.1 grados, han transcurrido nueve meses y no ha podido reconstruir su casa, no recibió folio de Sedatu ni en el primer y tampoco el segundo censo realizado en Juchitán, es decir no tiene recursos para volverla a construir.

“En el primer censo no quisieron tomarme en cuenta por que mi casa solo estaba dañada parcialmente, pero en el segundo sismo del 23 de septiembre se cayó por completo, se vino al suelo y en el mes de marzo hubo un segundo y cuando me visitaron simplemente no me tomaron en cuenta, dijeron que como a mi mamá ya le habían dado un folio, a mi no me tocaba nada, a pesar de que vieron este refugio temporal donde llevo viviendo hasta este 7 de junio, 9 meses”, expresó.

Un techo de lona cubre su refugio del sol, viento y lluvia, en el interior tiene resguardado una cama individual, unas cuantas cajas de plástico donde guarda su ropa y una mesa donde come junto con su hija de 20 años de edad.

La única fuente de ingreso de Rosa es la elaboración de tortillas de horno de comixcal, apoyo que tampoco recibió de parte de las autoridades de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), se ha quedado sin nada y vive desesperada.

Rosa ha buscado el apoyo de diversos lideres, dirigentes y hasta con la propia autoridad municipal, pero nada ha conseguido, sigue sin casa y padeciendo de las inclemencias del tiempo.

“Ya fui muchas veces a las oficinas de Sedatu, a la presidencia municipal e inclusive cuando estaban censando vinieron a ver el terreno y vieron la casa temporal que construí pero se negaron a darme un folio, mi preocupación es de donde voy a obtener dinero para construir mi casa, si soy ama de casa y madre soltera”, resaltó.

Además de vivir con su hija, también vive con su madre Tomasa Castillo Guerra de 67 años de edad, quién tampoco recibió el apoyo para la reconstrucción del horno de comixcal.

“Llevo 9 meses viviendo bajo un refugio temporal de techo de lona que la sociedad civil nos regalo, aquí hemos pasado nuestros días después del terremoto, pero la lluvia está por llegar y no hay a donde meternos, mi mamá su casa también colapso y apenas está reconstruyendo porque los materiales y la mano de obra siguen aumentando más del 50 por ciento de su costo, ahora un albañil cobra 500 pesos el día y un ayudante en 300 pesos”, refirió.

Rosa ve pasar los días, han transcurrido 270 días sin un techo, la desesperación se apodera de ella y también la tristeza, por las noches llora de impotencia porque no tiene dinero como reconstruir su casa, el material para reconstrucción cada vez aumenta de precio, y es caro.

Su mamá le ha dicho que le dará cobijo en su casa cuando la termine de reconstruir, pero Rosa sabe que no es lo mismo, su hija ya es mayor de edad y busca una privacidad que por el momento no se lo puede dar.

El hermano de Rosa es quién le provee de apoyo económico, pero no lo hace siempre sino de vez en cuando, y para sobrevivir realiza actividades fuera de su casa como vender o limpiar, porque no le queda otra opción.

La tristeza la invade, sin un empleo formal ve duro poder reconstruir su casa, su única fortaleza son sus manos, con las cuales para obtener unos cuantos pesos a veces lava ajeno o ayuda a su mamá a vender bocadillos casa por casa.

 

Diana Manzo/Agencia de Noticias Istmopress

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