Jóvenes zapotecas resisten a Reformas Estructurales
#Juchitán 27 junio (#istmopress).- La jornada de lucha del magisterio oaxaqueño de la sección 22 de la CNTE no solo traspasó los tejidos sociales de los padres de familia y organizaciones sociales, en Juchitán y el Istmo de Tehuantepec también lo hizo con los jóvenes, quienes a través de un proyecto llamado “Xhuba Huinni” en el que se auto emplean con oficios y artes se resisten a las reformas estructurales.
Son un aproximado de 300 jóvenes entre 18 y 25 años, algunos son egresados del nivel superior y otros estudiantes de preparatoria a quienes se les ha visto en los bloqueos carreteros, en las marchas y manifestaciones y también realizan proyecciones fílmicas en colonias y secciones de Juchitán.
Los jóvenes zapotecas son originarios en su mayoría de Juchitán, y otros más de Ixtaltepec y solo algunos de Ciudad Ixtepec, son inquietos y perseverantes, su mayor sueño es que el Istmo de Tehuantepec sea un pueblo autónomo, aunque reconocieron no se oponen a la tecnología pero que sea cooperativa para los pueblos y comunidades.
Los hay hombres y mujeres, entre sus anécdotas relatan que son hijos de profesores, otros de amas de casa, campesinos e incluso algunos son nietos de los juchitecos que fundaron la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo (Cocei), aclararon no de los actuales lideres, sino de la gente campesina y ama de casa que luchó en la calle y en las secciones de Juchitán.
Ellos comparten que su labor es ideológica y política, no desde el punto de vista de partidos políticos sino de crear un modelo económico basado en la cooperación.
“Nosotros no le apostamos a los partidos políticos, en algún tiempo creímos en ellos, pero nos han decepcionado, somos jóvenes que no estamos esperanzados a que el sistema nos de un empleo, sino con lo que sabemos hacer estamos fomentando la idea del autoempleo desde los oficios y las artes, deseamos que nuestro Istmo recupere su vida cultural y social, que haya paz, no le apostamos a la violencia”, indicaron.
Las voces de los varones y hombres a pesar de no superar los 25 años es de vivir en comunidad, porque dijeron es una cuestión regional y de entidad pero que va ligado a las luchas nacionales, el fondo dicen es que no quieren ver a su región oaxaqueña, el Istmo de Tehuantepec llenó de arboles blancos (turbinas eólicas), no quieren ver ríos contaminados por la explotación minera y tampoco ver explosiones y muerte por el gasoducto que intentan colocar al favorecer las Zonas Económicas Especiales (ZEE)
“El fondo de todo esta resistencia es que deseamos que el Istmo de Tehuantepec no sea invadido por gente que vive en su burbuja de falsa libertad y democracia, nosotros no queremos eso, deseamos cambiar el chip ideológico, sabemos no es fácil, nos tiran de a locos, pero creemos que es algo real”, expresaron.
Reconocen que les ha tocado vivir en un proceso acelerado como jóvenes, aún no saben en que momento su vida paso de una tranquilidad a una acelerada por la tecnología y la violencia, sin embargo saben que resistirán.
**La región del poder, el Istmo de Tehuantepec
En el Istmo de Tehuantepec una zona desde hace varias décadas punto focal de los gobiernos federal y estatal en cuanto a la reactivación de la economía de México, en donde primero se pensó con el Plan Puebla- Panamá y actualmente buscan instalar la Zona Económica Especial beneficiando específicamente a los municipios de Salina Cruz con la instalación de un gasoducto y Ciudad Ixtepec con un aeropuerto.
Según el gobierno de Oaxaca, esta región oaxaqueña hace 22 años se inició la generación de energía eólica, actualmente existen 22 parques eólicos ubicados en cinco municipios (Juchitán, Asunción Ixtaltepec, Santo Domingo Ingenio, Unión Hidalgo y El Espinal) en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, en la cual se genera el 90% del total del flujo eléctrico de origen eólico y como segundo polo a escala Continental, en la producción de este tipo de energía.
En un informe presentado por las organizaciones sociales Oxfam de México y Servicios para una Educación Alternativa A.C (EDUCA) determinaron que la Refineria “Antonio Dovalí Jaime” que se ubica en el puerto de Salina Cruz y los 22 parques eólicos que se han instalado en el Istmo de Tehuantepec han sido causa de desigualdad y disputa de tierras .
El escrito resalta que la Refineria se ubica en la segunda ciudad con mayor crecimiento economico de Oaxaca, pero los istmeños carecen de capacitación y solo ofertan mano de obra barata y temporal, lo cual les elimina la seguridad social aunado a la muerte de la actividad pesquera.
Respecto a los parques eólicos que se ubican en la zona istmeña (Juchitán, el Espinal, Santo Domingo Ingenio, Asunción Ixtaltepec y Unión Hidalgo) se resaltó que son fuentes de desigualdad aunado a una disputa interna en las comunidades de la zona.
Por último el informe recalcó que “La instalacion de parques eólicos constituyen una amenaza a sus formas tradicionales de subsistencia mientras que la refineria no ha generado el bienestar de la población que tanto se ha vociferado”.
En cuanto a la situación minera, el gobierno federal ha concesionado cuatro proyectos mineros de exploración (Aurena, Santa Martha, La Ventosa y Lachiguiri), en los municipios de San Miguel y Santa María Chimalapa, Zanatepec, Tapanatepec, Ixtepec, Lachiguiri y Laollaga de donde se extraerá Cobre, Oro y Plata.
La Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo de Tehuantepec (UCIZONI) ha manifestado desde hace algunos años que la lucha de los pueblos indígenas de la zona norte del Istmo de Tehuantepec es contra el gasoducto que se pretende instalar en la zona de Salina Cruz-Coatzacoalcos a través de las zonas económicas especiales.
En esta zona istmeña constantemente existen fugas y derrames de hidrocarburo, el 20 de agosto del 2013 hubo una explosión de amoniaco en uno de los ductos de Pemex que dejó 9 muertos en el kilometro 1430 metros antes de llegar al poblado de Chivaniza que pertenece a la localidad de El Barrio de la Soledad derivado de una maniobra que realizaba la maquinaria de la empresa Cuadro Rojo en la ampliación de la carretera transismica entre los poblados de Ajal y Lagunas Oaxaca.
Diana Manzo / Corresponsal
