Une hilos para hacer hamacas y conservar la tradición  

 

*Suney Jazmín Morales Fuentes, combina su profesión de abogada y artesana de hamacas desde hace 6 años

 

#ElEspinal 04 Agos (#istmopress)  Las hamacas son un lecho de la cotidianidad de los zapotecas,  en la región del Istmo no hay un solo hogar donde no este colgada una de estas artesanías, Suney Jazmín Morales Fuentes  las confecciona desde hace 6 años con el único propósito de conservar esta tradición, sus hamacas han sido un éxito porque se venden a través de una nueva modalidad,  usando las redes sociales  creó una pagina llamada “Guixhé”,  “hamaca” en castellano.

 

Suney  de 38 años de edad, es abogada de profesión y madre de 2 hijos varones, su mayor ilusión de niña fue aprender una artesanía, sueño que se le cumplió hace apenas unos años, cuando puso en practica su habilidad y conocimiento y confeccionó la primera hamaca, oficio que ha heredado a sus hijos y a otras mujeres para su crecimiento económico.

 

En la región del Istmo de  Tehuantepec las hamacas las elaboran más los hombres  que las mujeres, sin embargo Suney decidió aprender para enseñar a otras mujeres y puedan emprender un negocio como forma de vida.

 

En su hogar habilitó un espacio pequeño de apenas 2 metros cuadrados donde reúne más de 5 bastidores de madera, y con su aguja comienza el proceso de elaboración de hamacas con diferentes texturas de hilo, inclusive ha elaborado algunas con henequén traído del estado de Yucatán.

 

Las amigas de Suney llegan y aprenden, algunas se han quedado para confeccionar su propia hamaca, pero otras se van, la razón principal es que piensan que tejer hamacas es un oficio exclusivamente de hombres y no de mujeres.

 

“Mi ilusión es tener un taller para que las mujeres casadas o jefas de familia  aprendan a tejer como forma de vida, que ganen sus propios recursos y puedan empoderarse,  eso es lo que quiero, ayudarlas, como abogada llevó muchos casos de divorcios y veo que muchas mujeres se quedan solas y sin dinero, enseñarles a tejer además de ser una terapia les ayuda económicamente”, indicó.

 

Combinar la abogacía con la artesanía ha sido maravilloso para ella, quién se organiza durante el día para cumplirle  a sus clientas, por las mañanas acude a su trabajo en la subprocuraduría del sistema DIF en donde recorre los juzgados y por las tardes agarra su aguja de madera y comienza a tejer.

 

“No es fácil pero me gusta, sentir la textura del hilo es emocionante, aprendí a tejer huipiles pero cuando conocí el hilo de la hamaca me enamoré, una artesanía que no  se le inyecta amor no se logra, las hamacas que hago están confeccionadas con mucho amor”, resaltó.

 

Suney tiene clientes desde jueces  y abogados de los juzgados donde visita hasta ciudadanos de toda la republica mexicana e inclusive en el extranjero, principalmente Europa.

 

La red social ha sido una ruta importante por la cual ella ha crecido, sus clientas la contactan y hacen sus pedidos, uno de sus atributos es que sus hamacas son únicas, no repite modelos y colores.

 

“Crear una marca que la registré con un nombre en zapoteco  “Guixhe”  que en castellano significa “Hamaca” ha trascendido mucho, la gente ya me conoce, tengo pedidos más de externos que de mi propia gente, porque aquí todavía hay prejuicios, creen que una mujer casada, con 2 hijos, abogada no puede ser artesana, pero le hemos demostrado que sí, es mucho esfuerzo y se siente muy bien”, expresó.

 

Además sus hamacas siempre llevan un sello peculiar, que son dedicadas flores y frutos de la región del Istmo de Tehuantepec, pues invierte entre 5 y 6 horas diarias.

 

“Esas texturas de hilo hacen lechos inigualables,  acurrucarse en una hamaca debe ser un privilegio, y así lo siendo cada que tejo una, porque tejer va más allá de usar el hilo y hacer las combinaciones, pienso en mi cliente, en lo que le gusta y en donde la colocará, las hamacas son únicas en textura y colores, no hay repetidas”, explicó.

 

Suney no se cansa de aprender , ya domina cinto técnicas: “Candy, tradicional, petatillo, cruz y cuadro”, sus maestros han sido artesanos  de muchos años, a ellos les debe esta herencia artesanal.

 

“Quien no ha dormido en una hamaca,  poco conoce de los placeres  de la vida”  expresó la artesana zapoteca Suney  mientras con su aguja sigue haciendo su hamaca que se irá a Francia como parte de uno de los tantos pedidos que tiene de sus clientes.

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Diana Manzo / Agencia de Noticias Istmopress

 Jacciel Morales / Agencia de Noticias Istmopress-Fotos

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