Triunfal visita de Emilio Montero a mercado de mariscos de la Séptima sección

#Juchitán 9 May (#Istmopress) – Jubiloso, pleno de vítores, de alegría y satisfacción, fue el encuentro del candidato del pueblo, Emilio Montero y las vendedoras del mercado de mariscos de la Séptima sección, donde la gente recibió en medio de aplausos al joven político y a su esposa Yoshira Sánchez, al amanecer de este domingo.

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La esperada visita de Montero, el abanderado del PT, a las aguerridas mujeres que ofertan los productos de mar, no podía posponerse más; ven el domingo, le habían dicho, por eso cada familia reclamó su momento para saludar al candidato, abrazarlo, estrecharle la mano, y corear su nombre “Emilio, Emilio, Emilio”, como hicieron Lourdes Sánchez Guerra y Teresa Vásquez Jiménez. 

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Una a una las pescadoras lo fueron ungiendo con el delicado aroma de collares de guie’chaachi, chocando el puño con el que consideran el factor de cambio en la manera de hacer política en el municipio.

Eran tantos los collares que José Ángel Santiago, el popular “Arandú”, se ofreció a sumar esfuerzos con él, para cargar todas esas muestras de afecto y confianza que le prodigó la gente. 

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Montero, por su parte, sencillo como siempre, se entregó al cariño expresado, y no pasó por alto a ninguna de las vendedoras de mojarras, lisas, camarones, sino que atravesó entre puestos, para corresponder al llamado de quienes le extendían la mano, en un intento por alcanzarlo, en las calles inundadas por la música de flauta y tambor y ondeaban las rojas banderas del Partido del Trabajo.

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Lii nga laani, tú eres el bueno, ya ganaste, le decían mientras le saludaban por las calles 2 de noviembre e Insurgentes de esta Sección tan llena de sabor zapoteco.

Luego de visitar el último puesto, Emilio Montero y su comitiva acudieron a la invitación de las familias de las calles Insurgentes y Madero, lo mismo que de los callejones Ignacio Nicolás y del Encanto, entre otras vialidades.

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En las puertas, en los patios, se escuchaba la misma confianza en el triunfo que antes le mostraron las pescadoras: ¡vas a ganar Emilio, vas a ganar!

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