“Me hice en la lucha sindical y social”, Rogelia Gonzales Luis

Roselia Chaca
I
Entre perros y policías
Era una noche como todas en el Juchitán de finales de los setenta , serena y calurosa. Rogelia, con no más de 20 años realizaba pintas en las bardas de algunas casas de la Segunda Sección, su barrio.
 A su lado, el poeta chiapaneco Guillermo Archila hacía  lo mismo. Era la tarea en esos días; hacer propaganda de la COCEI en las calles, llamar a la lucha obrera y campesina, eran tiempos de ideales y compromiso social.
De repente, el trabajo clandestino se interrumpió por la presencia de la policía municipal, encargada de cazar a los incitadores del pueblo. Archila y Rogelia corrieron para salvarse de la persecución de la autoridad controlada por el PRI.
Ella corrió hacia un callejón, él se perdió en otro. A su paso una jauría de perros la recibió y  la persiguió, no podía regresar,  los perros o la policía, se preguntó, prefirió a los primeros. 
Corrió todo lo que pudo hasta el patio de una casa, allí , sin el permiso de nadie, se metió en un catre y no se movió. La dueña de la casa, a su lado, asustada le preguntó quién era. Ella la tranquilizó “Xhiñi na Florentina naa /Soy hija de Na Florentina, me persigue la policía”. 
Nadie se movió de aquella casa, nadie delató a nadie. Rogelia se salvó de milagro. Aquella noche supo que había comenzado un camino difícil por la lucha de los derechos de los demás. 
II
Una mujer normal 
Rogelia Gonzales Luis intenta pasar el mayor tiempo posible en su casa, cuidando su pequeño jardín, con su hija y su nieto. Se considera una mujer normal que gusta de cosas simples, nada de ostentosidades, asegura que no va con ella. Esta maestra jubilada busca pasar sus días en paz consigo misma y no hacerle daño a los demás.
Aunque para ella la normalidad va desde defender a mujeres maltratadas por sus maridos hasta denunciar a los hombres del poder que impiden el avance de las juchitecas en los espacios de toma de decisiones. 
Creció en un hogar con carencias económicas y como muchas mujeres de su tiempo, se caso muy joven , pero las circunstancias la llevaron a la separación y a trabajar para mantener a su hija, reconoce que fueron tiempos complicados para una mujer que nunca se consideró líder hasta que se vio en medio de un movimiento social como la COCEI y la lucha magisterial con la Sección 22.
“Yo crecí como casi todas las mujeres de Juchitán, en una familia tradicional, en donde el machismo estaba presente, pero también la figura fuerte de la mujer, mi madre. Nunca me di cuenta que yo podría tener algo de líder, era normal, hasta que empecé a organizar campesinos, pescadores, amas de casa, fue allí donde todo cambio.”, comenta mientras muestra una famosa fotografía en blanco y negro de 1986.
En esa vida normal para Rogelia, en 30 años, ha fundados escuelas, organizaciones en defensa de la mujer como  Mujeres 8 de marzo, Centro de Atención y Ayuda a la Mujer Istmeña, el Refugio Regional para las Mujeres Indígenas Maltratadas la única en la región y el estado de Oaxaca, creó la colonia para mujeres solteras, viudas y maltratadas “Fraccionamiento Simona Robles”  y su organización político social “Grupo Simona Robles”.
III
28 días de huelga
La fotografía  ya está gastada por el tiempo, era 1986 el año que se la tomaron. Una Rogelia muy joven recostada en un campamento del magisterio en el zócalo de la ciudad de Oaxaca, era  la famosa huelga de los 28 días del Congreso Seccional Democrático de Maestros, ella participó decididamente.
“Era una huelga auténtica, yo participé decididamente esos 28 días de  huelga. Fue un gran movimiento que logró despertar la conciencia del pueblo oaxaqueño y la solidaridad de todo el país con la lucha magisterial en Oaxaca. Aprendí mucho de ese movimiento, entendí que no está peleado la lucha sindical con la lucha social.”
            Rogelia estuvo frente a grupos niños  por 30 años, recorrió comunidades desde La Mata de Ixtaltepec, La Ventosa de Juchitán, Santo Domingo Petapa hasta Santa María Xadani, en varias de estas poblaciones se mantienen aún en pie los centros educativos que creó con otros profesores.
            En Juchitán fundó la escuela en la colonia Gustavo Pineda  “Petrona Estevan” y “José Fructuoso Gómez” , en Xadani fundó las escuelas “Tierra y Libertad” y “Cuauhtémoc” , fue de las primeras maestras que promovieron las escuelas bilingües. 
            En la estructura magisterial ocupó muchos de los cargos representativos como delegada sindical, delegada del Congreso Seccional, representante sindical del istmo, además de formar parte de la avanzada de la caminata que emprendió el magisterio de 90 días hacia la ciudad de México y que logró los 90 días de aguinaldo.
            “A la par de la lucha social  y de luchar por el respeto de los derechos políticos de las zapotecas, luché en el movimiento magisterial. Soy producto de esas luchas. No soy una improvisada en la vida, tengo claro mis objetivos, estoy preparada para lo que viene”, dijo contundentemente  una de las propuestas a la diputación por el Distrito de Juchitán.
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