Dejan a medias  constructoras casas  de damnificados en el Istmo

#Juchitán 25 agosto (#istmopress).- Damnificados por el terremoto de 8.2 grados del 7 de septiembre del año pasado, denunciaron que fueron defraudados por la empresa constructora “Construcciones Hiram Habif” propiedad del arquitecto Federico Iván Cabrera Verde, a quién le entregaron sus dos tarjetas de apoyo con valor de 120 mil pesos más dinero en efectivo,  con la única intención de que les reconstruyera sus viviendas colapsadas. 

Petrona Pérez  Guerra  de 50 años de edad, es una de las  40 defraudadas por el arquitecto y quién explicó que arribó a su domicilio en el mes de diciembre del año pasado pidiendo la oportunidad de reconstruir su vivienda, a lo que aceptó y le entregó los 120 mil pesos más 10 mil en efectivo. 

“Nos la pintó muy bonito el arquitecto, llegó caminando pidiendo la oportunidad para reconstruir nuestra casa, le creímos porque nos presentó un plano y las especificaciones que tendría la casa, pero desde tres meses se fue y me dejó una obra en un 40 por ciento”. 

La afectada señaló que confió en el arquitecto porque con 130 mil pesos le construiría su casa con todos los servicios, mientras que si contrataba a un maestro albañil el costo sería el doble, debido al aumento de más del 100 por ciento de la mano de obra, que pasó hacer de 350 a 500 pesos diarios para el pago del maestro albañil y de 150 a 300 pesos para sus ayudantes,  y el material de construcción también se elevó considerablemente, en especial el cemento y la varilla. 

El avance en la obra es de una construcción de dos cuartos sin repellos y sin piso, tampoco cuenta con  instalación eléctrica y mucho menos puertas y ventanas, cuando el modelo original era de dos plantas con todos los servicios  básicos. 

 “Construcciones Hiram Habif”  tiene su matriz en la ciudad de Tuxtepec Oaxaca y en el contrato firmado en el mes de diciembre claramente se estipula que  la reconstrucción de la vivienda se efectuaría en un plazo de 40 días hábiles, sin embargo no se cumplió. 

A don Andrés Mendoza Valdivieso también le ocurrió lo mismo,  además de entregarle sus dos tarjetas de apoyo con valor de 120 mil pesos, le entregó dinero en efectivo para que le reconstruyera su vivienda que costaba casi 1 millón de pesos. 

“Confié en esa persona y me engañó, perdí casi 800 mil pesos, se fue y dejó mi casa en un 40 por ciento, solo hizo a medias la primera planta, pero el resto quedó abandonado, me siento muy triste y me duele esa situación, que personas lucren con nuestro dolor, porque no fue cualquier cosa perder una casa, era mi patrimonio familiar”, señaló. 

A Rosalba Pérez López de 78 años de edad también le ocurrió lo mismo, le entregó sus tarjetas de apoyo al arquitecto y solo le dejó una reconstrucción de 20 por ciento de su casa, sin techo y con paredes inconclusas. 

“Ahora vivo con mi sobrina porque no tengo a donde refugiarme, mi casa quedó  totalmente destruida con el temblor y confiadamente le entregué mi dinero a ese señor llamado Federico Irán Cabrera Verde que se fue y nos abandonó con nuestro dolor, es triste todo esto porque en mi caso soy una persona adulta, ya no obtengo ingresos con facilidad, es triste y decepcionante todo esto”, indicó. 

Los damnificados preocupados por el abandono de sus viviendas, acudieron a las instancias de justicia, al ministerio público de Juchitán sin embargo las autoridades les informaron que nada se podría hacer, por que se trata  de un “incumplimiento de contrato” y no de un fraude y que sería ante los jueces civiles en materia mercantil. 

“Definitivamente estamos en el abandono, estamos a pocos días de cumplir 1 año del terremoto, y sin casa, nosotros no pudimos reconstruir porque una persona se llevó nuestro dinero, y eso no lo llaman fraude las autoridades, sino incumplimiento de contrato, eso es absurdo”, recalcó Petrona Pérez. 

Por su parte, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa  en su reciente visita al  Istmo de Tehuantepec informó que ante estos casos, los damnificados deben dirigirse ante las instancias de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para ser atendidos.