Recorrí lentamente el lado más crudo de la vida / Daniel Aguilar

Recorrí lentamente el lado más crudo de la vida,

Conocí lugares donde los dioses caninos eran felices,

Me sentí tan afortunado de caminar entre pastizales

Y así coloqué otra pieza a mi mundo aventurero.

 

Mis abuelos me esperan del otro lado del umbral

Extasiado de retórica visual con tinta de ángeles

Así empecé a trazar mi alquimia con otra mano

Esa que coordina el mundo creativo y fantástico.

 

Los barcos van llenos de nubes rodeados de delfines

Todos aguardan el momento para llegar a su destino

Estoy dispuesto a partir desde la cumbre de la hostilidad

Donde los niños convierten las tristezas en libertad.

 

No me preocupo por entender lo que lleva teoría

En la otra ventana todos cuidan y velan por su alma

Sin doblegarse al escueto y seco mundo de lo habitual

Ahí es donde seré bien recibido, ahí es donde aterrizo.

 

Quien vive de los recuerdos recapitula la fortuna eterna

Los muertos curan sus cicatrices mientras ventilan su alegría

Algún día seré una leyenda, una ventisca con potencial

Joven, eterno entre el cielo, la tierra y el universo.

 

Daniel López Aguilar, redactor en online (La Jornada en línea).

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