Víctor Fuentes / “Agua salada” de Stephanie Chirinos en Galería Gubidxa hasta el 20 de febrero. 

La exposición de pinturas Agua Salada de Stephanie Chirinosse exhibe en Galería Gubidxay permanece en público hasta este 20 de febrero. Donde podrá apreciar el delicado trabajo de la artista con los pinceles y los trazos coloridas, más adelante se hace una reseña deestas.

Las siluetas que pueblan los cuadros de Stephanie Chirinos son una alegoría exquisita, que da pie al uso exuberante de colores, con los que estamos acostumbrados, a saborear esta tierra salada, propio de nuestra planicie istmeña.

Puedeantojarsealavista, ellas las mujeres que hacen un mundo definido, mejillas sonrosadasa manera de luna llena, parvadas que van y vienen a las sienes y, de una sola línea victoriosa está el rostro en vuelo perpetuo.

Si hay algo que hace distinta a estas mujeres, es justo, esta sutileza y elegancia, en el dominio de la sencillez, son estas líneas pensadas las que hacen lucir a las mujeres de aguas saladas, sus brazos robustos que sostiene sus caras, ese retrato que ella, les imprime, siempre de frente, avizorándose mutuamente en un espejo del que no esperan un reflejo. Ni siquiera el suyo propio.

Las mujeres vistas y proyectadas en los colores pardos nos dicen una nostalgia, convertida en atributo para el cambio, ellas las mujeres pintadas por Stephanie, son las otras mujeres, las no vistas, las no gloriosos, pero que sin embargo gritan su plegaria de alegría infinita por dentro. 

Mujeres robustas como las que andan en la plaza, en la calle, en el mercado, andan y el viento las dirige a la boca de los deseos, de los caminos que nadie ha conocido antes. Estas mujeres inauguran otros tiempos, pero no olvidan sus vetas, sus raíces, sus infinitas palabras, llenas de canto.

Con las siluetas pintadas van ellas, cargan en la garganta los gritos y silencios de muchos años, para rematar ese orgullo. Stephanie, les pone flores y frutas en la cabeza, ese adorno que todas llevan en el fondo de sus corazones, para ser otras, para estar mas pegadas a ellas y estar seguras en lo que piensan.

Las mujeres de Stephanie son acompañadas de múltiples detalles, los escenarios son parte del mar, de las hojas primigenias que se vuelven guías o ramilletes, al igual que los lienzos de las enaguas y huipiles donde ellas aprenden a leer sobre los lunares o las estrellas del sur.

Es realmente una fascinante virtud, que bien vale la pena reencontrarnos, reencontrar a las mujeres que podemos leer a nuestra manera, unas mujeres otras, mujeres nuevas que pintan de nuevo raíces, estas mujeres tímidas, muestran la otra cara de la mujer de flores, la mujer de fiesta, la mujer que derrocha y se afana por perder la cabeza en los remansos del oro.

Las mujeres pintadas acá, son la muestra de seguir siendo sin ser, de seguir los pasos de los sueños, donde todo, hasta lo imposible, puede ser, y seguir existiendo en el suspiro perseguido del fondo de la propia sal.    

No dude en acercase a visitarlas, los esperamos sobre la calle Emiliano Zapata No. 15 en Unión Hidalgo, Oaxaca. 

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