Los problemas que le hemos generado al  río, nuestro río Espíritu Santo/ Víctor Fuentes

En el año 2005, iniciamos las labores de recuperación del río Espíritu Santo, en la comunidad de Unión Hidalgo, en esa ocasión organizamos Jornadas de actividades ambientales, entre ellas: Talleres de reciclaje, instalaciones y recreación con juegos tradicionales, proyección de video y documentales a favor del medio.

De esa fecha nos queda profundas heridas de imposibilidad, ver a nuestra gente desinteresada. Tan arraigada a las cosas materiales, los ribereños nos han demostrado con sus acciones el desinterés de ver el río, como lugar idóneo. En cambio, les sirve para almacenar, tirar y acrecentar sus desechos inorgánicos y convertirlo en muladar.

Ellos mismos, ocupan el paso Du’ga’ ubicado sobre la avenida 24 de febrero y cruce con la calle Vicente Ferrer. Como punto para descargar los desechos. Una familia en particular, se atrevió a cercar un lote de este cruce con alambres de púa, muy pronto lo harán quizás con otro tipo de muros.

Cuando estaba descampado, ahí organizamos una instalación artística de jugos y juguetes tradicionales, que le llamamos: Guendariguite con la firme intención de invitar a los vecinos del paso, a recordar, y revalorar estas maneras sanas, y educativas de convivencia entre niños,jóvenes ysus familiares.

Estamos contado todo a detalle,sólo así, podemos ilustrar cómo este patrimonio natural se ha venidodecantando, cómo ha perdido ese misterio que encierraun lecho, que encierra este nicho; es muy cierto que enlos meses de sequía regularmente por el mes de abril o mayo de cada año, nuestro río tiene un problema; el agua se evapora, nosabandona.

Pero, el resto del año, está ahí, esperándonos con un atentollamado a que no se convierta en muladar, para decirnos de la ausencia de las aves, de la muerte del du’ ga’, del paso. Hoy sólo queda elnombre, se fueron los recuerdos sombríos decuando el río crecía y por curiosidad algunos han perdidola vida en sus aguas, existen pasos que fueron famosospor quitarles la vida a algunos jóvenes de la localidad, oaquellos pasos, que nos demostraron que tenemosexcelentes buzos en el pueblo.

Ahí está ese riachuelo como le dicen unos. Esperándonos, ahí tambiénhan invadido casi todo el lecho, algunas familias lo siguen haciendo, han construido sanitarios al aire libre,algunos con fosas sépticas, han construido casas y corrales,siembran pequeñas hortalizas, árboles frutales, todos de su absoluta propiedad, es decir, se han adueñado de la ribera, sesienten los dueños exclusivos de lo que es patrimonio delpueblo. Un joven en esa ocasión asombrado nos comentó: “Me gustaríaque los vecinos de la orilla del río no se roben oapoderen de los bordos porque antes por ahípasaba la gentecuando veníamosal río”.

Necesita,pues recuperarse de manos de los invasores; sirva de ejemplolo que ha ocurrido en incontables fechas con las devastaciones de los huracanes, que no sólo desquicia a los que viven en mares cercanos sino en los márgenes delos ríos. Todo por confiarse y sobre todo,por invadir zonas de alto peligro.

El problema mayúsculo que atraviesa el río no se puederesolver únicamente con buenas campañas delimpieza,poner letreros de los que nadie se percata, creemos que sí todoscolaboramos, el río estará algún día a la disposición detodos aquellos que no pudieron verlo en su esplendor,los niños. Serán ellos quienes nos lo agradecerán por haber contribuido en lo quepodemos hacer todavía.

Nuestro río, no merece ser unmuladar, por fortuna, la actual administración noha pensado ocuparlo para el desagüe de las aguas negras,quizás porque el drenaje no ha empezado a funcionar, esperemos que él y los otros que vengan no se les ocurracometer tan semejante desastre ambiental.

De ser así, sólo eso le faltaría a nuestro río, para ser el vertedero perfecto, a la vista de todos y, de nuevo impotentes ante talamenaza, nos estamos adelantando porque ya no son suficiente las fosas sépticas que todo Unión Hidalgo, acostumbraconstruir para tratar las aguas negras, sin contemplar queesta práctica contamina los mantos acuíferos; resultamás cómodo llenar garrafones y disponer de una red deventa, que resolver problemas que todo mundo hacontribuido a ensanchar, es fácil generar riquezaspersonales, que pensar por y para los demás.

Por este medio invitamos a los papásque tomen un díacualquiera y lleven a sus hijos de paseo, se acerquen a laribera del río, jueguen con ellos y les cuenten lomaravilloso que era este sitio y asuman compromisos deconsumo seleccionado, y ético. Que sean  personasconscientes con sus compras, que prefieran marcas de quienes respetennuestras riquezas naturales; que valoremos los cientos de kilómetrosque recorre en nuestra búsquedapara refrescarnos, a cambio, loaniquilamos.

Pueden los padres otro día cualquiera, visitar con otro de sus hijos, tal vez, juntos siembren árboles, ni se preocupen si se riega o no; hayárboles tan bondadosos con el ambiente que no requierende riego permanente, por lo tanto, decídase a colaborar con la causa. Y resolvamos juntos los problemas que le hemos generado al río, nuestro río Espíritu Santo.

 

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