Árbol en vilo / Víctor Fuentes

“Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla”. -Confucio

Muchos árboles son venerados, en distintas culturas, épocas. Los árboles nos han acompañado a lo largo de la vida en la tierra, según génesis el tercia de la creación dios pobló la tierra alrededor de sus aguas reunió semillas y creo las plantas y toda vegetación.

Quizás por eso, hasta nuestros días, las plantas siguen brotando al margen de cualquier cuerpo de agua, las corrientes y el aire hacen lo propio, y la tierra se llena de árboles. Las franjas de tierra y el clima determinan la especie y la variedad que se antoja conocer desde su habitad.

Plantas en el desierto, únicas, plantas en selvas, bosques, en el lecho marino, plantas que nacen y mueren y vuelven a reverdecer.

Nuestra misión, es cuidarlas, estar en armonía con ellas, pero cada año en nuestro país mueren, de acuerdo con la organización Green Peace, en México se destruyen alrededor de 500 mil hectáreas de bosques y selvas, para posicionarnos en el quinto lugar en deforestación a nivel mundial.

En un caso muy particular, en la comunidad de Unión Hidalgo, el árbol de hunacaxtle, si bien no es emblemático, es un árbol que se ha adaptado en la región, con tierra fértil, y el calor que lo alimenta,  y su adaptación a las temporadas de lluvia y su resistencia a los fuertes viento, la hace apreciable.

Su sombra es aprovechada al máximo en los márgenes de ríos, caminos carreteros y vías férreas. Es ideal como oasis de sombra en la cría de ganado.

Aunque no es tan aprovechable como en los estados de Sonora y Veracruz. Que emplean esta planta en padecimientos respiratorios como resfríos y bronquitis, además de utilizarse como anticatarral. Los remedios se preparan con diversas partes de la planta como los frutos, la goma y la corteza, (en jarabe) así como el extracto de la planta. También se usa contra las hemorroides, el glico sanguíneo, la diarrea como depurativo y para la buena digestión.

Dado su valor de uso, y por tratarse de un árbol que requiere casi o nulo cuidado, es fácil tomar  la decisión  de derribarlo, talarlo y desaparecerlo, cosa que sí sucede fácilmente en cualquier parte de la localidad, en los terrenos de cultivo. Pero al tratarse de un árbol que se ubica en las inmediaciones de un plantel educativo, esto representa una decisión apabullante.

Es necesario tener un sumo cuidado para tomar la alternativa apropiada, el árbol de huana                                                                                caxtle ubicado en el plantel educativo, es joven aun, quizás tenga apenas 10 años, y esta especie puede durar los 60 ó 70 años. Para alcanzar su máxima altura, grosor y verse vigoroso como tal.  Por ellos es árbol nacional de Costa Rica, desde el 31 agosto de 1959, donde se le identifica además como símbolo de la provincia de Guanacaste.

Al encontrarse en un plantel, cualquier decisión que se tome al respecto, tendrá repercusiones en sus moradores, los niños que acuden a la escuela, por ello padres y maestros están comprometidos a darle una explicación a los educandos, si lo derriban los niños entenderán que cualquier persona puede hacerle daño a los árboles, ¿Es necesario inmiscuir a los niños en estas decisiones de los adultos?

Si el problema se le identifica las causas, podrá encontrarse la solución acertada, se construyó, una fosa séptica, a escasos metros del tronco, y es menester clausurarla, o talar el árbol de raíz.  Este dilema, tiene cara de desembolso económico, cosa que no abunda en las escuelas de la localidad y creo que en todo el estado.

Si la misión de la escuela es enseñar, fomentar valores, es ante esta disyuntiva cuando pueden desplegar su creatividad, sus ánimos y su voluntad para apreciar, el valor de todo árbol.

Los niños de la escuela serán siempre receptivos, dispuestos a conocer, explorar, juntos maestros, niños y padres aprovecharan para desarrollar proyectos encaminados a acercar la naturaleza  a los niños. Proyectos que va desde la recolección de las semillas, para formar un vivero, que posteriormente podrán plantar, considerando trazas urbanísticas, para que no suceda justo, lo que  les está ocurriendo.

Víctor Fuentes

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