“Necesito ir por ellos y sepultarlos en nuestra tierra” pide Facundo Mendoza Nolasco, padre de dos migrantes oaxaqueños que murieron en el desierto de Arizona

#Oaxaca 11 Ago (#Istmopress) – “Necesito ir por ellos y sepultarlos en nuestra tierra”, es la solicitud que hace encarecidamente Facundo Mendoza Nolasco a las autoridades mexicanas para lograr la repatriación de sus dos hijos, Carlos Enrique y Edgar Mendoza Rodríguez, dos migrantes oaxaqueños que murieron en el desierto de Arizona desde el pasado mes de junio.

El 27 de mayo, Carlos Enrique de 23 años y Edgar Mendoza de 37 años originarios de Tuxtepec, Oaxaca, quienes se dedicaban a la albañilería abandonaron su tierra natal para migrar a Estados Unidos con la intención de mejorar su nivel de vida familiar.

A dos meses del suceso, Don Facundo Mendoza de 55 años de edad pidió al Presidente López Obrador y al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat para que le ayuden a conseguir una visa y traiga de vuelta a sus dos hijos para darles una digna sepultura.

“Yo los llevé a Veracruz y platiqué con ellos, me dijeron que se iban para mejorar su vida familiar, por sus hijos y su esposa, les dí la bendición y se fueron, y fue a los pocos días cuando me llamó una persona y me dijo que Carlos Enrique se había deshidratado y no podía seguir el trayecto, entonces su hermano lo acompañó y ambos murieron”

Triste por todo lo que ha ocurrido con sus dos hijos, el padre habla de la realidad que enfrentan los mexicanos en el intento del llamado sueño americano, pues ambos fueron abandonados por la persona que los guiaba.

Ante la necesidad de repatriarlos, el pasado martes 9 de agosto habló al consulado de Yuma en Arizona para pedir información al respecto.

“Me confirmaron que eran mis hijos, que la patrulla fronteriza encontró ambos cuerpos, porque traían credenciales, y que estaban abrazados, y aunque en malas condiciones, todavía tenían rasgos físicos para identificar, estoy muy triste y ahora pido ayuda para que mis hijos vuelvan a casa, quiero ir por ellos”, refirió.

Por ambas muertes, hay seis menores que quedaron sin su padre, y su deseo es volverlos a ver y despedirse de ellos dándoles una digna sepultura.

Juana Borja Bonola, esposa de Edgar lamentó el suceso, pues dijo que su marido emigró con la idea de mejorar sus condiciones económicas para sus hijos.

La joven mujer pidió también el apoyo de las autoridades para repatriar el cuerpo de su esposo y su cuñado.

 

Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress

Foto cortesía de familia

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