Zapotecas celebran el biguie’ y ofrendan el Bedxe’ a sus muertos

#Juchitán 31 oct (#istmopress).- El olor a incienso de copal, a flor de cempasúchil y cresta de gallo, a frutas y velas fusionado con el viento de Octubre son elementos que se unen para  la celebración  del biguie’, así se le conoce a la época que la cultura zapoteca celebra a sus muertos; en Juchitán lo celebran el 30 y 31 de octubre mediante el bedxe’, que es una ofrenda de purificación mediante un retablo de madera adornado con flores y frutas de la temporada, porque se tiene la creencia que las almas regresan y conviven con los vivos.

El bedxe’ es una ofrenda típica en los hogares de las familias de la séptima, octava y novena sección de Juchitán y para conservarla invierten entre 15 y 20 mil  pesos.

La familia Toledo Castillo  originaria de la quinta sección celebró a Octavio Toledo Santiago quien falleció a inicio de este año y  en  la familia Aquino Ortiz  de la séptima sección a la señora Catalina Ortiz , para ambas familias como en otras decenas mas que celebran esta tradición,  la muerte va más allá del cuerpo sepultado, existe la creencia que el alma de sus seres queridos  está con su familia y para recibirla  le dedican una ofrenda  que contiene frutas y flores de la temporada además de sus  bebidas y comidas favoritas.

Petrona Toledo Santiago  hija de Octavio Toledo Santiago explicó que por tradición sus hermanos y ella decidieron realizar un bedxe’, no fue fácil aseguró porque se requiere de apoyo de amigos y vecinos.

“Mi padre nos heredó esta tradición, él fue un gran hombre, hace 22 años que falleció mi madre también hicimos un bedxe’ y ahora le dedicamos uno a él”, relató.

Para  Rosalino Aquino Ortiz el bedxe’ es la  tradición que su madre les heredó. “Ella fue una gran mujer de tradiciones, por eso decidimos hacer esta ofrenda como símbolo de nuestros antepasados y de hermandad, sentimos que mi mamá  Catalina está con nosotros, que nos arropó entre sus brazos, es una experiencia hermosa donde los olores y sabores se entrelazan”.

En Juchitán una vez llegado los españoles la mayor parte del pueblo se catolizó, sin embargo algunos indígenas del sur de la población se resistieron a los altares de nueve escalones como lo impuso la religión católica y en la actualidad conservan sus ofrendas, el bedxe’.

Algunos historiadores juchitecos llaman a esta época también como Xhandu’, aunque el historiador Tomás Chiñas Santiago después de realizar diversas investigaciones bibliográficas concluyó que la palabra Xhandu’ es un vocablo castellano zapotequizado proveniente de “Santo”; y que el biguie’ se le conoce a la época del año que corresponde precisamente el fin del calendario religioso de los antiguos zapotecas que se conoce como Biguie’; por ello sugiere que en vez de decir “celebramos el todosantos”, lo ideal es “ celebramos el biguie’ ”.

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El bedxe’

 

El bedxe’ es una representación indígena  mediante un retablo de madera que en el centro tiene una cruz indígena  y resalta los  cuatro puntos cardenales y otro punto en el centro; según los zapotecas significa el “jaguar”, es decir es el animal totémico que cuidaba a  la naturaleza y acompaña a las almas al momento de regresar a  la tierra en esta celebración.

Esta ofrenda que se elabora con pencas (tiras de madera de coco o carrizo) comienza adornarse a muy temprana hora del día de la celebración, los hombres amigos de la familia llegan y comienzan a colgarle flores y frutas, mientras que las mujeres elaboran tamales y atoles que compartirán con sus visitantes.

Se le colocan velas, un petate, alimentos y bebidas favoritas del difunto, la intención es que el alma que regresa este contento durante su estancia, durante ese día y toda la noche; las velas quedarán prendidas hasta el 2 de noviembre a las 15:00 horas en donde se cree que las almas regresan al inframundo.

Durante el día, amigos y familiares recorren los hogares en donde están las ofrendas, llevan flores de cempasúchil, veladora y un apoyo económico y a cambio reciben tamales y agua de sabor además se consume la taberna, que es una bebida típica originaria de Unión Hidalgo y también el mezcal.

Previo al bedxe’, este pueblo indígena realiza rosarios o rezos a las almas, le dedica nueve, como creencia de que es necesario purificar el alma. Los zapotecas consideran que son nueve días para que las almas expíen sus culpan y logren la purificación y así lleguen el 30 de octubre limpios.

Según el historiador juchiteco Tomás Chiñas Santiago, los  zapotecas tenían un calendario religioso que comenzaba el 8 de febrero al inicio del ciclo agrícola y culminaba el 25 de octubre al inicio del Gusiguie; y es a partir del fin de este calendario, durante cinco días, cuando le rendían culto a sus muertos y lo llamaban “ Biguie’ ”.

En estos cinco días del 25 al 30  de octubre, los zapotecas tenían la creencia que se abría el inframundo, uno de los tres segmentos del universo indígena “el cielo, la tierra y el inframundo”, para que llegaran las almas de sus familiares difuntos; por ello los recibían con entusiasmo y compartían con ellos sus cosechas.

El historiador juchiteco, resaltó que según los estudios sobre la cultura zapoteca, se destaca la creencia de la inmortalidad del alma y las ofrendas se hacían en las chozas de donde vivían, porque era el punto de contacto espiritual, ya que daban sepultura a sus muertos en sus propias casas.

Los zapotecas contemporáneos no efectúan la ofrenda en los panteones porque conservan las tradiciones de los antiguos zapotecas, fue hasta la llegada de los misioneros católicos cuando empezaron a sepultar a los muertos junto a los templos católicos, sin embargo cuando Benito Juárez fue presidente de la república y promulga las Leyes de Reforma los panteones comienzan a construirse en todo el país.

Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress

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