Vientos fuertes afectan refugios temporales de damnificados en el Istmo

#Juchitán 16 Enero (#Istmopress).- Los fuertes vientos no han cesado desde hace cinco días en la región Istmo de Tehuantepec y que superan los 120 kilómetros por hora han causado afectaciones a los refugios temporales construidos de lona y de lamina de los cientos de damnificados por el terremoto del 7 de septiembre.

La reconstrucción en los diversos municipios afectados por el sismo se ha tornado lenta debido a que los albañiles y los materiales para construcción están escasos y caros, por lo que la mayoría desde hace cuatro meses sigue viviendo en refugios temporales.

Soraida Martínez Martínez de 41 años de edad y su cuñada Guillermina Juan Jerónimo son originarias de Juchitán y desde hace cuatro meses viven junto con sus cuatro hijos debajo de una casa de lona que les donó la comunidad Judía en México, los vientos han roto parte de la lona que cubre este refugio pero no tienen otra opción donde vivir y desde este espacio soportan las fuertes rachas de viento y el descenso de temperatura.

Durante el día los vientos traen ráfagas fuertes y en la noche el descenso de la temperatura llega alcanzar los 22 grados, temperatura no habitual en la zona, pues por su cercanía a la costa, el Istmo registra normalmente una temperatura entre 38 y 40 grados.

Otra de las damnificadas es Petrona Martínez Guerrero, quién duerme en un refugio que instaló su vecina porque no tiene recursos económicos para poder construir uno provisional.

Petrona para facilitar su reconstrucción contrató los servicios de la empresa constructora “Provida” quién desde hace un mes quedó en construirle su vivienda pero hasta la fecha no hay respuesta.

“Firmamos un contrato con la empresa Provida para que nos construyera nuestra casa debido a que no hay albañiles y los materiales se tardan en entregarlos, la promesa fue empezar hace un mes pero no llegan, por lo que estamos padeciendo con este viento fuerte, mis nietos se han enfermado de gripe y tos”, dijo.

En el refugio donde duerme Petrona y sus vecinos no tiene puerta solo el techo que es de lamina y a los lados de lona, por las noches aseguran se siente mucho frio.

“Ojalá pronto la empresa haga nuestra casita, de verdad que dormir en la intemperie es terrible, el frio cala fuerte, nos hemos enfermado, ya no estamos para vivir así y nuestras autoridades bien gracias, nadie nos apoya con nada”, dijo.

En las calles y avenidas de Juchitán donde según Sedatu 15 mil personas perdieron sus viviendas, la reconstrucción es lenta, la mayoría vive en refugios temporales y un grupo minoritario en albergues y refugios que son sostenidos por ellos mismos a falta de casa.

 

Diana Manzo/Agencia de Noticias Istmopress

 

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