Vela de los niños, tradición indígena para preservar la cultura zapoteca

#Juchitán 07 mayo (#istmopress).- Con el sonido de cohetes, de la tambora y la trompeta que entonaron un son tradicional dio inicio  por décimo séptimo año consecutivo de la vela de los niños, “Guendaliza´sti xcuidi” que significa  “hermanamiento” y que es una ceremonia cultural y tradicional que se realiza únicamente en Juchitán como parte de sus fiestas titulares de mayo.

Fue en el año 2000 cuando se realizó por primera vez por un grupo de jóvenes que ahora son padres de familia, cuyo objetivo  es inculcar en los menores la conservación y preservación de las tradiciones de los zapotecas en Juchitán como son sus bailes, música y lengua materna.

La Vela Guendaliza´sti xcuidi, es una festividad en donde los niños y niñas juchitecos veneran al santo patrono de su ciudad,  “San Vicente Ferrer chico” acuden desde bebes de escasos meses de edad hasta niños de 12 años, y visten con su ropa típica, las mujeres enaguas y huipiles y los hombres guayabera blanca y pantalón negro además de sombrero.

Las velas son expresiones culturales, son fiestas de noche, las cuales están  a cargo de sociedades o agrupaciones, tienen un compromiso y responsabilidad, porque cada una de las festividades  dedica su fé a la celebración de imágenes religiosas, oficios, sitios sagrados, la mayor parte van dedicadas a la Santa Cruz y a San Vicente Ferrer.

Nace la Vela

Leticia Flores Felipe fue la creadora de esta festividad unica en todo el estado de Oaxaca y que se realiza exclusivamente para los menores, recuerda que en el año 2000, siendo maestra de catecismo coincidió con un grupo de jóvenes a quienes impartia clases en la parroquia de San Vicente Ferrer de la necesidad de que a través de los menores se podria preservar la cultura, es decir mediane la observación.

“Junto con los jóvenes y el párroco Arturo Francisco Herrera Gonzalez,  organizamos la primera vela, fue un 30 de Abril del 2000 en el patio de la Escuela  Centro Escolar Juchitán y desde entonces ese ha sido el recinto oficial, en este año así fue”, dijo.

Expresó que la violencia que se vive en Juchitán y que lo ha ubicado en una de las ciudades más violentas del pais también los ha hecho pensar que es necesario inculcar los valores y tradiciones, por lo que ahora más que nunca seguiran con esta celebración de la vela de los niños.

En la vela, las niñas y niños en lugar de bebidas embriagantes consumen refrescos de sabor y los bocadillos son los típicos, se trata de que los padres y sus hijos convivan con sus amigos y familiares, además de que danzan los bailes tradicionales, escuchan hablar el zapoteco y miran como la hermandad debe preservarse.

Las velas de mayo en Juchitán

Llega Mayo y el pueblo de Juchitán prepara atuendos (trajes regionales) porque sabe que disfrutará veladas nocturnas. En esta ciudad zapoteca se realizan 20 velas y cada una de ellas tienen un responsable que encabeza la ceremonia, el cual se le conoce como Mayordomo, aunado de acompañantes, que pueden ser capitanes, capitanas y reynas; todos son los principales y están vigentes mientras se realice la celebración.

La vela de los niños como todas las demás, también incluye una regada de frutas y una misa en honor a San Vicente Ferrer, porque la idea es inculcarles todo lo relacionado a esta tradicion de la cultura zapoteca.

Las niñas, utilizan su  traje regional  istmeño, el cual consiste en una blusa con bordados a mano o cadenilla y un faldón largo, estampado con flores hechas a mano o cadenillas de hilo de seda, que en su parte inferior lleva una tira blanca llamada olan.

Los niños, simulan a un adulto, utilizan panatalón oscuro y guayabera blanca, algunos llevan un paliacate rojo amarrado al cuello y sombrero.

Esta vestimenta se utiliza en cada una de las velas que se celebran en Juchitán, al igual se impulsa el baile y la gastronomia, con el impetú de compartir todo lo recibido.

La coordinadora y fundadora de la vela de los niños, Leticia Flores Felipe, narró que esta festividad, ha tenido la fortuna de ser bien recibida, porque son los padres de familia quienes se han sumado año con año a la celebración, cooperan llevando a sus hijos e invitando a otros menores, para que la tradicion se vaya multiplicando.

“Hemos tenido éxito, creo que el objetivo se está cumpliendo, nuestros primeros mayordomos, actualmente tienen más de  20 años, ahora ellos nos ayudan a coordinar a los nuevos infantes, y cuando van a las velas de los adultos, contagian a otros amigos y todos portan la vestimenta tipica, danzan sones regionales y comen botana juchiteca, que son antojitos”, detalló.

17 años de la “vela Guendaliza´sti xcuidi” (Hermanamiento de niños y niñas)

Los niños de la Casa hogar Pimpollo “Luis Carlos Herrera Gonzalez y Jimena Juquila Sánchez Cruz”  fueron los mayordomos en este 2017 en donde participaron cerca de mil menores de edad quienes compartieron bocadillos, musica y bailes tradicionales en la  explanada del Centro Educativo “Centro Escolar Juchitán.

La reyna fue Rosa Guadalupe González Gómez y seis niños y niñas más fungieron como capitanes.

El son de la paulina entonado por la banda de musica Xhavicende  del maestro José Gómez , fue  la primera melodia que danzaron los menores,   los niños caballerosamente  pidieron a las niñas levantarse para danzar este baile, considerado típico en los menores.

Los bocadillos que consumen los niños y niñas, son  los que degustan los adultos, comen torta compuesta, garnachas y empanadas y molotes , agua de jamaica, horchata y limón.

Los padres de los menores, invitan a niños de otros lugares como invitados, entre los que asistieron,  municipios como El Espinal , Tehauntepec, Salina Cruz y Unión Hidalgo.

Antes de concluir la fiesta se hace el cambio de mayordomia, es decir es un acto ceremonial donde se le entrega flores y velas a los nuevos niños que serán los responsables de encabezar la celebracion el proximo año, para el 2018 la nueva mayordoma será la niña Paulina Dayzu Castillejos Barrios.

Como secuencia de la tradición, Leticia Flores Felipe, narró que al día siguiente  de la vela,se realiza una regada de flores y frutas , donde las niñas cargan velas pequeñas y jarrones de flores, recorren la ciudad acompañadas de carretas minusculas adornadas con hoja verde del río.

Y para concluir esta tradición infantil,  en el tercer día de festividades los niños y niñas, asisten a una misa de acción de gracias, la cual se realiza en la parroquia de San Vicente Ferrer, como agradecimiento por los tres días de festividad.

“Este esfuerzo que hacemos lo preparamos 8 meses antes, es una tarea ardua pero que nos gusta,  lo hacemos para inculcar el amor en los niños para que la violencia que ven y escuchan la olviden por un momento, que en lugar de escuchar peleas mejor convivan y disfruten en paz”, expresó.

Leticia es secretaria del Hospital General y su unico objetivo es que vela de los niños y niñas siga viva, su misión es que los valores y la hermandad sigan firmes y que los menores vivan rodeados de amor y alegría, lejos de la violencia.

Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress

 

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