Tras pandemia, eligen a compañía zapoteca  “La libelula” para reactivar el teatro oaxaqueño

*El teatro  no ha muerto,la pandemia lo transformó para resistir más : Jesús Carranza, director escénico  

#Juchitán 2 Nov (#Istmopress) – La Libélula, es un espacio  donde el teatro independiente  da vida a los momentos e instantes,  donde los actores recrean historias del mundo real, su fundador es Jesús Carranza, un joven de origen zapoteca que  tras la pandemia por el Covid-19 encapsuló sus historias  y que después de ocho meses  volverá a revivir. Esta  compañía teatral es una de las  dos ganadoras en Oaxaca del  concurso nacional  que organizó  el Centro de las Artes, la Secretaría de Cultura y el Centro Cultural los Pinos para la reactivación de  sus espacios escénicos.

 

Para este joven de 28 años de edad, el teatro no ha muerto con la llegada del coronavirus, al contrario, este arte a lo largo de la historia ha resistido y ahora da muestra de que está viva más que nunca, es decir “la pandemia solo lo transformó, porque el teatro, especialmente “La Libelula”, está más viva que nunca”.

 

La libelula de origen zapoteca y la locomotora originaria de la capital de oaxaca, son las dos compañias escenicas de Oaxaca que fueron acreedoras a este apoyo de parte de las instituciones culturales  del pais  y que conforme el semaforo epidemiologico  avance en amarillo, se podrán reactivar.

Jesús Carranza 2 

El director escénico explicó que la convocatoria se lanzó a principios de septiembre  y se   postularon todos los espacios escénicos del país, nuevos y no tan nuevos, de los cuales resultó ganadora La Libélula y La Locomotora,  dos espacios independientes de Oaxaca.

 

Para Jesús Carranza, hacer teatro durante este confinamiento se volvió un reto enorme, porque el teatro tiene que ser vivencial y presencial.

 

“En el momento en que nosotros encapsulamos el teatro en una plataforma digital pierde su esencia y deja de ser teatro para convertirse en algo ambiguo. Que no es teatro, ni cine. Simplemente son píxeles dialogando con un público”, indicó.

 

A partir de esta idea, Jesús se motivó y buscó como reactivar a “La libelula” de manera presencial y darle continuidad a dicho espacio, siempre y cuando los lineamientos sanitarios y el semáforo nacional lo permita.

 

“El teatro es una herramienta que muchas veces se vuelve terapéutica y en su mayoría ha llegado a trascender en el espectador, y genera  algún cambio de manera inmediata o a largo plazo”, expresó.

 

 

*Cultivar el teatro es la mejor  forma de contribuir con la sociedad

 

A Jesús le nació el gusto por la actuación cuando tenía 12 años después de participar  en una obra teatral “La piedra de la felicidad”, años más tarde decidió estudiar actuación en  el Instituto de Artes de  la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y  hace 5 años y medio regresó a  su natal Juchitán.

 

Explicó que  el estado de Oaxaca es rico en cultura y tradiciones, pero que en el tema teatral hace falta mucho, es decir le parece incrédulo pensar que compañías extranjeras vengan y hagan teatro en espacios tan prestigiosos, por ejemplo en el teatro Macedonio Alcalá donde  pudieran ser ocupados por compañías de teatro locales.

 

“Lo que busco es sembrar la semilla del teatro en Juchitán pero de forma independiente, que se puedan montar obras de lo que vivimos en la realidad, de la violencia, de la falta de cultura vial, no tanto con teatro con temas regionales y costumbristas”, agregó.

Jesús Carranza 3 

Mientras espera que el “semaforo amarillo” se active en la entidad, Jesús aprovecha el confinamiento y sigue ideando, porque su pasión es el arte y no se ve haciendo otra cosa, “es mi vida, y mi todo”.

 

Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress

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