Preservan en el Istmo tradición del baile “El viejo” ¿Zuyaa hueelu la?

#Juchitán 30  Diciembre (#Istmopress).- Entre los escombros que dejó el terremoto del 7 de septiembre y los patios de las casas derrumbadas, jóvenes, niños y adultos escenificaron como cada año la tradición del baile “el viejo”, que es una costumbre zapoteca de algunos pueblos del Istmo de Tehuantepec.

Y aunque apenas lograron juntarse unas 5 parejas de bailarines entre los municipios de Juchitán y Unión Hidalgo, no dejaron atrás esta tradición, se trata de una pareja de hombres vestidos de viejos simulan ser abuelos de mayor de edad, uno es hombre y el otro mujer, ambos bailan al son de la música.

El baile tradicional del viejo o “Zuyaa Hueelu la?” comienza con un canto que lo identifica, el cual significa el despido de un año para comenzar otro lleno de abundancia: “Venimos buenas noches señores y señoras, venimos saludando para el año nuevo, caridad, caridad, venimos a pedir dinero para nuestros hijos en este nuevo año”.

El cronista juchiteco Tomás Chiñas Santiago ha realizado estudios acerca de este tradicional baile, el cual se caracteriza por preguntar “Zuyaa Hueelu la?”, el cual significa “¿Podemos bailar al son del viejo?”.

Chiñas Santiago narró que esta tradición del baile del viejo, surgió en el puerto de Veracruz en el año de 1875 al igual que la tradición de la rama, la cual comienza del 16 al 24 de Diciembre.

“Según recuentos de datos del pueblo veracruzano, dicen que el baile del viejo se dio por vez primera cuando unos trabajadores de una conocida fabrica del puerto de Veracruz al ver que sus jefes no les dieron su aguinaldo; decidieron salir a las calles, vestirse como abuelitos simulando que el año viejo se va y esperando ansiosamente la llegada del nuevo año, con jaranas y bailes típicos, recibían dinero de parte de los espectadores y con ello juntaron el anhelado aguinaldo”.

Para el cronista zapoteca , la segunda versión del nacimiento de este baile del viejo, se dio cuando un personaje de Corea de edad adulta, recorrió con música todos los rincones del puerto jarocho acompañado de un menor de edad, mientras el cantaba, la gente le regalaba monedas y con ello se implementó anualmente esta tradición.

Expresó que se desconoce la fecha exacta en que este baile aterrizó a tierras zapotecas, sin embargo dijo que desde su llegada ha sido recibida con mucha euforia.

El historiador zapoteca manifestó que el baile del viejo en la región del Istmo es muy peculiar y único, debido a que son dos hombres adultos, jóvenes o niños, quienes se visten, uno de mujer y uno de hombre, con ropa típica (enagua y huipil, pantalón y camisa).

El viejo siempre pide permiso antes de bailar diciendo ““Zuyaa Hueelu la?”, “¿Podemos bailar el son del viejito?” y una vez que es aceptado, comienza la danza, la cual se efectúa en domicilio particulares y plazas publicas.

Para el baile del viejito se entonan canciones típicas o modernas, algunas van acompañados de banda musical en vivos, música grabada o a capela , quienes al son de la música danzan y al termino se les da una cooperación que simula el aguinaldo”, indicó.

El cronista negó que esta tradición desaparezca, por el contrario dijo que va en aumento, porque la situación económica que viven hoy en día el pueblo juchiteco e istmeño obliga a aprovechar el mes decembrino para obtener un recurso económico por bailar el tradicional viejo o baile del hueelu.

“Este baile gusta mucho a la gente, a los vacacionistas, es alegre y humorístico, los viejos se pasean por las mañanas en el parque y mercados y por la noche lo hacen en las secciones de Juchitán, por eso es difícil que muera, sin embargo se debe dar el impulso para que se aplique a otras comunidades zapotecas de la región del Istmo”, concluyó.

“LOS INOCENTES”

Para Jacciel, Lenin, Mario y Anel de entre cuatro y trece años de edad oriundos de Unión Hidalgo, es la primera vez que danzan el tradicional “baile del viejo” y lo hacen por la noche, porque aseguran no quieren que esta tradición se pierda.

Los cuatro primos que viven en el barrio “Centro” expresaron que sus padres y abuelos les contaron de este baile que va en decadencia en la comunidad, por lo que decidieron aventurarse y ganar unos cuantos pesos.

Ellos cantan a capela, Anel y Mario representan al hombre y Jacciel y Lenin a la mujer, la cual está vestida con su típico traje de istmeña, su enagua y su huipil pero de forma extravagante y exagerada.

“Quisimos vestirnos y bailar el baile del viejito por nuestras familias, ellos nos contaron que es importante que las tradiciones no se pierdan, nos da un poco de pena, pero lo hacemos para contagiar a otros niños que también lo hagan”, expresaron.

 

Diana Manzo/Agencia de Noticias Istmopress

 

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