Oficializar las lenguas indígenas en las aulas es garantizar su preservación

#Juchitán 19 julio (#Istmopress).- Víctor Cata , Natalia Toledo, Elvis Guerra e Irma Pineda, son cuatro escritores zapotecas que han impulsado a través de talleres, poemas y diversos textos así como herramientas didácticas la preservación de su lengua materna, el zapoteco, dentro de la población infantil y coinciden que oficializar este idioma en las escuelas y el resto de las que existen en el país podrá salvarlas y garantizar su vida entre los hablantes.

Los cuatro juchitecos refieren que no existe el reconocimiento de las lenguas maternas en las aulas de parte del estado mexicano, es decir el sistema educativo actual lejos de arroparlas las está matando, las aleja de las aulas y no las contempla en su mayoría, sin embargo explicaron que a través de una campaña de inversión los padres de familia pueden motivar a sus hijos a hablar su lengua indígena.

Una excepción dice el escritor Víctor Cata han sido las escuelas de la región del Istmo de Tehuantepec con el Plan para la Transformación Educativa de Oaxaca (PTEO) un proyecto que impulsa la sección 22 de la CNTE el cual desde hace cuatro años ha impulsado los saberes comunitarios incluyendo la lengua zapoteca.

Recientemente este escritor zapoteca recorrió las aulas de la escuela primaria Daniel C. Pineda en Juchitán en donde con profunda tristeza palpó la realidad, solo dos de más de 300 estudiantes pudieron entablar una comunicación en zapoteco, una gran parte es receptora, lo entiende y otra gran parte simplemente no sabe hablar y tampoco comprende.

“La reforma educativa no contempla los pueblos indígenas, no puedes educar a un indígena porque todo lo que se aplica son competencias educativas en castellano, no puedes tratar igual al desigual (al indígena) por que esa es desigualdad, es una trampa decir que todos somos iguales”, explicó.

El estado de Oaxaca registra 5 de las 11 familias lingüísticas a nivel nacional, cuatro de ellas se ubica en la región del Istmo de Tehuantepec (zoque, mixe, chontal, huave y zapoteco), según Víctor Cata si en 40 años el zapoteco no sigue conservándose entonces desaparecerá, no habrá hablantes.

Para el historiador, escritor y lingüista, el zapoteco es una de las lenguas con mayor resistencia sin embargo la finalidad de la Reforma Educativa es exterminarlas, porque las deja fuera, es decir no las contempla.

Víctor y Natalia, los dos escritores originarios de Juchitán desde hace más de cinco años impulsaron “El Camino de la Iguana” que eran talleres a niños y jóvenes en las escuelas y en espacios públicos con la finalidad de lograr mayores hablantes y han logrado que nuevos jóvenes sigan el camino y ahora escriban en su lengua materna.

“Lo que hacemos para revitalizar y conservar el zapoteco es porque queremos que existan más hablantes y que hagan literatura zapoteca, recientemente realicé una colaboración para el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) para una lotería de colores, la presentamos junto con el maestro Toledo, además también quiero dar cursos y mantener viva nuestra herencia”, explicó.

Víctor Cata explicó que su primera lengua fue el zapoteco y por eso la utiliza en todos lados, desde los bancos de su localidad Juchitán hasta las diversas dependencias y por su puesto en sus actividades diarias.

Elvis Guerra, es un joven juchiteco de tal solo 23 años de edad, estudia la licenciatura en Derecho pero también es poeta y escritor, le ha apostado a recuperar la lengua materna, heredó de su abuela el gusto por la lectura y escritura y actualmente ha traducido libros y está próximo a inaugurar su libro.

Hace una semana concluyó un taller de lecto escritura en zapoteco, en donde quedó maravillado por el ímpetu de niñas y jóvenes que quieren que su lengua materna siga viva, sin embargo con tristeza explicó que a las autoridades solo les importa erradicarlas.

“Una de sus prioridades con esa Reforma Educativa es exterminar las lenguas y homologarlas, al contrario el sistema mexicano debería abrir más brazos y piernas porque México es un país diverso, el propio gobierno lo violenta y lo omite de la carta magna”, refirió.

Por herencia de su abuela “Na Petrona”, Elvis ama su lengua y la literatura de su tierra, desde hace 2 años comenzó a impulsar la literatura indígena y ahora está fascinado, no dejará de brindar talleres porque solo así se mantiene vivo el diidxazá (zapoteco).

La poeta zapoteca Irma Pineda quién se desempeña como profesora de educación media superior reconoció que el racismo está también en las aulas debido a que el gobierno de México insiste en generalizar todo y dejar a una lado los saberes comunitarios que incluyen sus lenguas y sus costumbres.

“No hay reconocimiento de lenguas maternas a nivel nacional y de forma institucional, la Secretaria de Eduación Pública hace publicaciones mínimas en lenguas maternas, por eso desde las instituciones la política publica es discriminatoria, en los años sesentas se logró que los maestros principalmente los del sur (Guerrero, Chiapas y Oaxaca) exigieran la creación de la Dirección General de Educación Indígena, sin embargo no hay apoyo del gobierno mexicano en regularizarlas, y por lo consiguiente cada maestro hace lo que desee en gran o menor tamaño su aporte a las lenguas originarias”, expresó.

En Oaxaca dijo se han dado pequeños espacios entre los que destacan los programas Plan piloto, Nidos de lengua y actualmente el Plan para la Transformación Educativa en Oaxaca (PTEO), el cual es una propuesta pedagógica que busca recuperar los saberes comunitarios y es ajena a la reforma educativa que impulsa Enrique Peña Nieto, presidente de la república.

Irma insiste en que las artes deben ir implícitas en el desarrollo humano de los menores, es en sus niveles formativos cuando se debe fomentar y que más que sean los profesores y en su caso también los artistas con talleres y ponencias que los contagien.

Reconoció que cuando el arte entra en los corazones no hay nada que lo quite, que el arte acaba con la violencia, por lo que es importante que se privilegie en las aulas.

“Es necesario vincular la educación con la comunidad, sabemos que el idioma Inglés es prioritario pero también nuestras lenguas maternas, nuestra educación es más occidental que de casa, por eso es necesario recuperarla y no discriminar los conocimientos tradicionales, el PTEO es la opción y ha funcionado”, expresó.

Por último precisó que el trabajo de las mujeres indígenas ha sido el mas consolidado en los últimos días, prueba de ello es que las pocas pero constantes que tiene en estado de Oaxaca como Natalia Toledo, Claudia Guerra y ella misma lo han tomado como disciplina para fortalecer los vínculos del habla y la escritura y transmitirlo a su gente.

*El PTEO en Juchitán

Desde hace dos años, en el ciclo escolar 2013-2014 directivos y maestros de la zona escolar 056 adoptaron el Plan para la Transformación Educativa de Oaxaca (PTEO) y desde esa fecha lo implementan en las aulas a más de 4 mil estudiantes de nivel primaria en Juchitán, con el objetivo de rescatar los saberes comunitarios y la herencia de los abuelos zapotecas.

Son en total 20 instituciones educativas (19 publicas y una privada) las que le apuestan a la convivencia escolar y a lograr estudiantes “felices” dejando atrás las competencias, con la única finalidad de que la resistencia comunitaria quede sembrada como un sello en su formación educativa de nivel básico.

El PTEO, es un proyecto educativo impulsado por la sección 22 de la CNTE, que contempla el área pedagógica, administrativa y comunitaria, que desde hace ocho años fue creado por maestros y maestras y que a principio del mandato de Gabino Cué Monteagudo lo cobijo y envió a la Cámara de Diputados a nivel local para su aprobación e implementación oficial en las escuelas oaxaqueñas, pero que hasta la fecha está detenida su aprobación.

“Aceptar la Reforma educativa sería asesinar los saberes comunitarios y el aprendizaje que los abuelos nos han heredado, este programa federal solo le preocupa que nuestros niños y niñas conozcan lo que trae los libros de textos y olvidarse del entorno, los quiere hacer competitivos y no vivenciales; con el PTEO nosotros le llamamos Trueque, un intercambio de ideas para convivir desde nuestra raíz indígena y social”, expresó Francisco Javier Abarca Alavés, director de la escuela primaria Progreso.

En estos dos ciclos escolares que se adoptó el PTEO, los niños y niñas trabajan este modelo en sus aulas y también en convivencias. Los estudiantes no son elegidos por tener mejores promedios sino se hace mediante una tómbola en donde son seleccionados 4 menores por cada escuela, es decir en las convivencias acuden 80 niños y de igual numero de padres de familia con sus respectivos maestros y directivos.

“Las convivencias las hacemos por grupo, primero van los de sexto y quinto grado, posteriormente cuarto y tercero y concluimos con segundo y primero, acompañados de sus padres, se hace en un día sábado para no afectar las horas laborales, acuden abuelos y abuelas artesanas del barro, de la palma, de la gastronomía, de los bailes y la vestimenta, y son ellos los que le enseñan a los menores a conocer el oficio que heredados de sus padres y abuelos”, expuso el supervisor escolar de la zona 056, Fidel Ríos Maldonado.

Cada escuela de la zona 056 ha adoptado el PTEO en donde se retoma el Tequio, la colaboración mutua, el colectivismo y dejar de competir con otro, sin embargo los directores lamentaron que el gobierno estatal no ha querido adoptar la propuesta y convertirla en ley.

“Sabemos que nada es casualidad, pero ha sido muy significativo afirmar que el PTEO a unido familias, antes nuestros niños hablaban de alcoholismo y drogadicción en sus casas, violencia familiar; sin embargo a raíz de que los padres participan en las convivencias y en las tareas, vemos menos conflictos; los niños y niñas hablan de cómo sus abuelas son artesanas y lo dicen con orgullo, se ha revalorizado a los ancianos como personas útiles de la vida social”, compartió Liliana Quiroga Velásquez, asesor técnico pedagógico.

Para Carlos Humberto Castillejos, Luis Fernando Carrasco López y Juan Pineda Celaya directores de las escuelas Jaime Torres Bodet, Adolfo C. Gurrión y Daniel C. Pineda, retomar el PTEO en sus aulas ha sido gratificante para el aprendizaje.

Los maestros de las 20 instituciones no solo cumplen su jornada laboral de ocho horas, sino realizan trabajos vespertinos, acuden a talleres los fines de semana, realizan actividades de proyección.

 

Diana Manzo/Agencia de Noticias Istmopress

 

IRMA PINEDA, ELVIS Y SUS ALUMNAS DEL TALLER

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  • julio 21, 2017 en 11:07 pm
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    mil gracias por compartí la las experiencia

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