Mujeres con cáncer  luchan por sobrevivir aún desempleadas

*Cada tercer día muere una oaxaqueña por cáncer de mama

*La mayoría no recibe atención sicológica ¿Y el alma, como se  cura?

 

#Juchitán, Oax. 18 Oct (#Istmopress) – Cuando el cáncer  se apoderó  del seno de Julia de inmediato hizo un alto a su vida laboral, se dedicaba a la venta de comida;  lo mismo ocurrió con Josefina que es artesana de hamacas;  es así como muchas mujeres que viven con esta enfermedad  afrontan su sanación, sin dinero y con la única fuerza que les da su familia.

 

En Oaxaca, el cáncer de mama anualmente  mata a casi 100 mujeres  según datos de los Servicios de Salud de Oaxaca es decir cada tercer día muere una oaxaqueña por esa enfermedad, y muchas de ellas nunca en su vida supieron haber estado enfermas de alguna neoplasia debido a la culturalidad, los esquemas sociales y otros factores que les frenan la revisión a su cuerpo.

 

Sólo  tres hospitales de la entidad  atienden a las pacientes con cáncer de mama: Hospital Civil, el Centro de Oncología y Radio Terapia, así como el Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca (HRAEO),  todos en la capital del estado, por lo que la mayoría de las mujeres tienen que viajar entre 8 a 10 horas para tener acceso a tratamiento medico.

 

“Cada 21 días viajo alrededor de 8 horas para recibir mi quimioterapia, desde Juchitán hasta Oaxaca mi hija me acompaña, es difícil hablar del cáncer porque parece una enfermedad muy lejana, al menos eso era para mi, pero una bolita apareció de repente en mi seno y mi vida cambio, antes mis sueños eran otros, ahora solo pido vivir por mucho tiempo”.

 

El 2016  y este 2019 son de los más críticos para las mujeres de esta entidad,  en el 2016 se reportó un alza considerable comparado con otros años,  110 mujeres murieron según la Coordinación Estatal de Cáncer de Mama de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) y para este 2019 el aumento es de un  65 por ciento comparado con el año pasado al pasar de 274 notificaciones a 454 reportado en el mes de agosto.

 

De esos 454 nuevos casos que reporta el Boletín del panorama epidemiológico que emite la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud Federal, el 2.2 por ciento, es decir 10 casos, se han diagnosticado en hombres.

 

Josefina terminó su tratamiento en agosto y poco a poco se ha integrado a su vida laboral tejiendo sus hamacas que las vende por tandas o en pagos , pero Julia está en espera de su tercera quimioterapia, a ella le detectaron cáncer de mama en el mes de julio de este año y desde entonces ya no trabaja, el empleo informal  se vuelve enemigo silencioso para las que padecen de este mal .

 

A nivel nacional no existe un programa  económico y de bienestar que ayude a las mujeres que dejan sus empleos por curarse, todas lo afrontan esperanzadas en sus familiares o en un préstamo porque a pesar de que el llamado “seguro popular” las ayuda, los gastos de transporte, medicamentos, análisis clínicos y consultas sicológicas se paga de forma externa.

 

En pasaje invierten aproximadamente mil 500 sin contar  con los medicamentos previos que compró, en el caso de Josefina en el hospital le querían cobrar el costo de la quimioterapia que oscilaba entre 5 y 6 mil pesos, pero por  fortuna con la intervención de una organización social, el servicio finalmente fue gratuito por seis meses.

 

“Gastamos casi mil 500 pesos cada 21 días, imagínate desempleada porque no podía confeccionar mis hamacas y no es por flojera, no te da ánimos, entonces mi familia fue la que afrontó todo conmigo, al igual que integrantes de una organización, en especial a Magali que no sé ni como le hacía pero me ayudó con mis pasajes, el cáncer si no tienes dinero si te mata”.

 

Julia está de pie por que su familia la está ayudando con los gastos, de forma privada pagó su biopsia  que le costó cerca de 10 mil pesos, más análisis y estudios de rayos X, ahora solo junta mes con mes para sus pasajes que la llevan a su quimioterapia.

 

·      Y el alma ¿Cómo se cura?…

 

Josefina desde noviembre  2018 que le detectaron el cáncer hasta agosto 2019 que concluyó su tratamiento nunca accedió a una consulta sicológica  y a Julia tampoco, además de vivir con cáncer también son damnificadas del sismo y no recibieron ayuda de gobierno, todas las preocupaciones aún siguen sosteniéndolas en su alma.

 

“Mi familia fue parte importante para mi cura, porque lo primero que te da es la depresión  de saber que existe la probabilidad de que mueras, después la familia te da ánimos, por ejemplo en mi caso, mis hermanos me donaron sangre pero cuando me extirparon el seno, fue otra etapa dura como mujer, vivir con cáncer no es nada fácil pero se lucha y se afronta”.

 

De acuerdo con Maria Sheila Pintado Cucarella,  Doctora en Psicología por la Universidad de Valencia (España) y  actualmente profesora en el Departamento de Psicología de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del CONACYT explica que: “El diagnóstico del cáncer supone un factor estresante para el paciente y los familiares; y los tratamientos, a veces invasivos, ocasionan daños a nivel tanto físico como emocional y psicológico.  Esta afectación se refleja en las diferentes facetas de la vida de una persona: la social, familiar, laboral, física, emocional y cognitiva”.

 

Julia tampoco recibe atención sicológica, ha tenido dos quimioterapias y la tercera será en los próximos días, le gustaría dice porque cada que le aplican en un suero el medicamento, su alma se doblega y nuevamente respira cuando abandona la unidad medica.

 

Julia y Josefina aún sin atención sicológica y con pocos recursos  económicos siguen luchando por vivir, su único anhelo es recuperar la salud porque cuando una mujer muere de cáncer “sólo somos datos y estadísticas”.

Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress

18 Oct Mujer contra el cancer

18 Oct Mujer contra el cancer2

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