Mujeres ayudan a la limpieza de las casas en Unión Hidalgo

#UniónHidalgo 16 septiembre (#istmopress).- Teresa recoge lentamente los tabiques anaranjados y los acomoda ordenadamente  en una carretilla, asimismo limpia con una escoba los palos de madera que lograron salvarse, los utilizará para construir una cocina pequeña para poder preparar sus alimentos, su casa, herencia de su abuela se destruyó con el terremoto que sacudió el Istmo de Tehuantepec la semana pasada.

La tristeza y angustia invade a Teresa, no lo ha podido superar, ve su casa que se destruyó como un castillo de arena y le duele, porque era su único patrimonio, no tenia nada más.

Ahora, junto con sus amigas y conocidas limpian la casa, han logrado sacar escombros y como pueden llevan los ladrillos, esos que cubrían su pared, de las tejas ha podido recuperar unas cuantas, también le servirá asegura.

Ella es originaria de Unión Hidalgo, es madre y jefa de familia, sus hermanos que viven fuera la auxiliaron para bajar el techo, porque era muy pesado para ella, se han ido y ahora no le queda más que hacerlo ella misma y a ratos, cuando el sol no pega tan fuerte.

“Todas mis cosas se quedaron ahí adentro, no recuperé nada, además no tuve tiempo, el techo se vino encima de mi y de mi hija, quién por el susto tuvo que ir al medico, tenía cinco meses de embarazo, el bebe murió, no resistió”, expresó.

Teresa llora, pero a la vez se reconforta porque tiene amigos y vecinos que le han ayudado con ropa y alimentos, además está muy agradecida con la gente voluntaria que pasa por su casa y le da una bolsa de despensa.

“Aquí pasan de todos lados, desde las eólicas como la gente que viene de otro lado, de verdad que se han solidarizado con nosotros, algunos me traen una cobija, otros comida, una colchoneta, también agua, en fin, ha sido una gran ayuda y eso me ha ayudado a sonreír, estoy agradecida de no estar sola”, dijo.

¿Y de las autoridades? … Nada, responde Teresa, “los únicos que me han dado una colchoneta son los militares, los del ejercito, quienes me vieron sentada en la calle y me lo dieron”, “del presidente no sabemos nada, digo sabemos que hay muchas necesidades, esperamos que pasara a la casa a ver como quedó, como el terremoto acabó con nuestras casas, pero hasta el momento nada”.

Teresa no se da por vencida, en medio de esta tragedia que vivió  recibió una gran noticia, su hermano le prestará un nuevo refugio, una nueva casa donde podrá vivir en espera de que las autoridades le puedan dar un apoyo para reconstruir su casa.

“Son muchas, miles de casas las que se destruyeron en Unión Hidalgo, duele pues, duele verlas acabadas, la única esperanza que tenemos es que nos ayuden, aunque sean los del municipio que apoyen, necesitamos el apoyo de nuestras autoridades, ojalá Dios les ablande el corazón y lo hagan, tenemos mucha necesidad”.

Teresa no se cansa de llenar los ladrillos en su carretilla, ha perdido la cuenta del numero de veces que los ha ido a dejarlos,  su meta es salvarlas para que las vuelva a ocupar.

“Tenemos mucho dolor todavía, no podemos hablar, solo le pedimos a Dios que nos de fuerza, que nos de voluntad y que nos cumplan las autoridades, porque aunque no hemos visto su presencia, no perdemos la fe, las casas, esos hogares donde vivieron los abuelos tienen que recuperarse, esa es nuestra esperanza”.

Así como Teresa, muchas mujeres de Unión Hidalgo limpian su único patrimonio, toman las escobas y barren los escombros, otras más así como Teresa recogen los ladrillos para volver a ocuparlos, la esperanza y la fe  se ha vuelto aliada de ellas, y confían que algún día  volverán a tener un techo y del terremoto solo quedaran secuelas de dolor, porque jamás lo olvidaran.

Diana Manzo / Agencia de Noticias Istmopress

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