“Moches, pasajes y comidas” eso le exigen trabajadores de Sembrando vida a beneficiarios en Oaxaca

• “Nos dicen que López Obrador no les paga por este programa”

#Juchitán 5 Nov (#Istmopress) – Detrás del teléfono habla con temor, tiene miedo, pero ya está cansada de las anomalías que vive. Una mujer de aproximadamente 40 años de edad pidió el anonimato para denunciar los abusos que encabezan los trabajadores del programa federal “Sembrando Vida” en la comunidad ikojts de Santa María del Mar, Oaxaca.

Santa María del Mar es una agencia municipal de Juchitán, Oaxaca donde habitan unas mil personas incluyendo menores de edad, los hombres se dedican a la pesca y las mujeres elaboran tortillas de maíz. Por conflictos sociales y de límites con la comunidad vecina de San Mateo del Mar, en esta comunidad indigena del Istmo de Tehuantepec la única forma de transporte es por vía marítima, es decir, por lancha.

Las lanchas pasajeras se ubican en el Faro de San Dionisio del Mar- pueblo vecino de Santa María del Mar- y hacen viajes una vez al día con un costo de 30 pesos por persona, mientras que las lanchas especiales, el costo por viaje es de 800 pesos, el año pasado fue de 600 pesos.

Hace dos años llegó a este rincón sureño el programa Sembrando Vida, siendo el padrón de beneficiarios 77 personas que conforman tres grupos.

Al inicio todo marchó muy bien, pero desde el año pasado y hasta mayo del 2021, las cosas cambiaron y las irregularidades se acrecentaron con la llegada del biólogo Omar Reyes Escobar, que exige que se le pagará una lancha especial para su transporte y así lo hicieron durante 18 meses.

Para junio del 2021, llegó la funcionaria Areli Martínez Díaz, y también pidió que se le pagará su lancha especial que oscila en 800 pesos por viaje, pero los beneficiarios se opusieron porque alegaron que el gasto era alto, por lo que el acuerdo es darle alimentos durante su estancia, lo cual no es una obligación de los beneficiarios del programa.

“Estas personas nos piden moches, dinero, porque dicen que Andrés Manuel López Obrador no les paga, además cada que visitan la comunidad que son dos o tres veces por semana se les paga una lancha de pasaje especial que cuesta 800 pesos y además se les prepara comida de lujo, con mariscos y todo”, denunciaron.

Además dijeron reiteradamente les dicen: “Sin nosotros, ustedes no tendrían el beneficio del programa sembrando vida” a modo de amenaza para el buen trato.

“Por venir a verlos, deben pagarnos una lancha”, les dicen constantemente a los beneficiarios, que durante este año cooperaron para pagarles a los empleados federales y así realicen las capacitaciones.

Pero la actitud de estos dos empleados federales cambia cuando llega el facilitador, Omar Barroso Mejia, quién mensualmente visita a la comunidad y desconoce de todas estas anomalias.

“Cuando llega este señor Omar Barroso, las cosas cambian, se comportan y no nos piden nada, pero cuando vienen solos, constantemente nos están amenazando y diciendo cosas, y eso no nos parece correcto”, dijeron.

Además los becarios del programa que la mayoría son jóvenes denunciaron que en los últimos meses, de forma irregular, las capacitaciones las han dado por teléfono y otras veces los obligan a ir al pueblo vecino de San Dionisio del Mar, con la excusa de que no hay dinero ni presupuesto para pagar una lancha sin importarles que pongan en riesgo su integridad por el fuerte viento que sopla y que impide la salida de la comunidad.

*Me expulsaron del programa Sembrando vida por denunciar

“Nos dicen que no hay dinero, que no les pagan, que no tienen un sueldo y así nos han tenido engañados, en mi caso por hablar les caí mal y , ya no me quieren, finalmente el pasado mes de octubre me notificaron que estaba expulsada del programa y exijo que me reintegren, por que yo no firmé mi baja, ellos me sacaron”, expuso la mujer de 40 años.

El programa Sembrando Vida, según la denunciante se clasifica por semaforos: el verde es qué ha cumplido todo, el amarillo que hay irregularidades y el rojo se le da una ultima oportunidad, a ella le clasificaron en rojo debido a que sus cultivos fueron dañados por la lluvia, y se les da una oportunidad, pero a ella se le negaron.

Decepcionada explicó que por problemas de salud notificó con previa receta a la funcionaria de que no podría asistir a sus reuniones, pero a cambio su esposo la apoyaría, finalmente eso no importó y la excusa para su expulsión fue que su esposo agredió al supervisor, lo cual aseguró es mentira.

“Ahora ya no estoy en el programa y es una lastima, porque los 4 mil pesos que cobrabamos al mes lo incluí en mi parcela. Sembré coco, guanabana, naranja y otras frutas, lo más triste es que todo es una cadena de corrupción, por eso exijo que se me reintegre nuevamente al programa ”, concluyó.

 

Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress

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