Mixes desplazados de Oaxaca pasaran año nuevo en albergue, exigen justicia

#MatíasRomero 31 Diciembre (#Istmopress).- 191 indígenas de la comunidad de Tierra Negra, agencia municipal de San Juan Mazatlán Mixe cumplieron seis meses de vivir desplazados de su comunidad, fueron despojados violentamente de su hogar y refugiados en un albergue en la ciudad de Matías Romero en donde despedirán el año 2017 sin que exista justicia por la violación a sus derechos humanos.

Son hombres, mujeres, menores de edad y adultos mayores que en el mes de junio fueron expulsados de forma violenta de su comunidad mixe por no haber votado por Macario Eleuterio Jiménez , quién es militante del PRI y los culpó por su derrota a la alcaldía de San Juan Mazatlán Mixe por el sistema normativo interno (Usos y costumbres).

No habrá cena de año viejo y tampoco celebración para recibir el 2018, los desplazados informaron que su única exigencia es justicia y volver a su comunidad. “Nuestras cosechas se perdieron, los ganados seguramente repartidos entre los ricos y nosotros aquí sufriendo, nos echan la culpa de una derrota por no apoyar a Macario Eleuterio y de que se les acabó el dinero, no sabemos a que se refieren, nuestro mayor deseo es volver a nuestras tierras”.

Tierra Negra es una comunidad indígena que se rige por el sistema normativo interno ( usos y costumbres), las personas que votan durante una elección lo hacen mediante una asamblea comunitaria y a mano alzada, además existen reglas de antaño donde sus 400 habitantes tienen que obedecer como es el tequio en diversas actividades, solo las viudas y adultos mayores de 50 años están exentos.

Desde el 4 de junio pasan sus días y noches en el centro comunitario de la colonia Lázaro Cárdenas, espacio otorgado por la autoridad municipal de Matías Romero con la solicitud de la organización social Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI) en donde viven en hacinamiento y con carencias de agua potable, energía eléctrica y alimentos, no les queda de otra señalaron que ahí recibir el año nuevo.

“Hemos perdido nuestras casas, parcelas y pertenencias, pareciera que no somos Oaxaqueños porque no le importamos a las autoridades, hemos tenido una serie de encuentros y reuniones pero nadie nos resuelve, exigimos justicia porque lo que vivimos es algo desesperante”, señalaron.

Narraron que la noche del 3 de junio fueron echados de forma violenta por personas afines a Macario Eleuterio Jiménez, quién les presume que tiene el respaldo de las autoridades del gobierno de Oaxaca y de la ex secretaria de Asuntos indígenas, Sofía Castro.

“Al ver la violencia que había con nosotros, no tuvimos otra opción que salir rápidamente de Tierra Negra, dejamos todo, vivienda, ganado y tierras y llegamos a esta ciudad y nos refugiamos en este espacio donde no hay empleo, tampoco escuela para nuestros niños, la comida es escasa, en fin hemos vivido una etapa totalmente triste, parece no importarle a nadie, porque no nos hacen caso”, expresó Filiberto Cándido Hilario, uno de los desplazados.

Algunos de los indígenas se han ido en busca de empleo porque necesitan alimentar a su familia, otros están esperanzados y se reúnen por las mañanas y tardes para acordar nuevas acciones, porque aseguran que actuar de forma pacifica no les ha servido.

“No hay ley para nosotros, no hay justicia, nadie nos hace caso, reuniones hemos tenido con muchas autoridades tanto de Oaxaca como a nivel federal y no les importamos, esta situación nos preocupa porque no hay condiciones para seguir viviendo en este refugio, no hay educación para nuestros hijos, no hay dinero, solo abandono de las autoridades”, explicaron.

El mayor anhelo es “volver a su pueblo” dijeron Brígida y Flavia, quienes son mujeres que aman labrar la tierra, cosechar maíz y cuidar a sus ganados, viven angustiadas y desesperadas, y no pierden las esperanzas de que algún día regresen a Tierra Negra.

“Mi casa y todas mis cosas se quedaron en manos de esos señores que nos corrieron, nos golpearon y nos echaron como perros, es una situación muy triste la que estamos pasando, damos lastima y eso es lamentable, nosotros somos gente trabajadora que busca el pan de cada día, nuestro único pecado es no haber votado por ese señor que se dice protegido del PRI”, señalaron.

Flavia, es trabajadora del campo, quedó viuda hace dos años y fue la primera desplazada junto con su familia, primero estuvo encarcelada más de ocho horas y después fue echada de la comunidad.

 

Diana Manzo/Agencia de Noticias Istmopress

 

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