Míticas palabras en torno al xandu’ / Víctor Fuentes

Con la llegada del Xandu’, se aviva la oralidad que encierra lo sublime de la literatura delos zapotecas en torno a la muerte, es laoportunidad de los adultos para contar las historiasa sus ancestros. Con ello,ilustrar lo importante de ser gente de bien (amar todo lo natural) mientras estamos vivos, ser buenos con todos, incluyendo a los animales, y de seguir respetando la cosmovisión de los zapotecas.

Los zapotecas de la región del istmo, conservan rituales, pese a la vertiginosa inserción al mundo cada vez más global. Antes, durante y después dela muerte, este acompañamiento entre familiares, y vecinos hace de quien muere, pueda descansar en paz, que no vague su espíritu sin rumbo por el mundo terrenal, además de seguir comunicándose con los seres que dejó en este mundo.

De esta manera los difuntos no son seres que inspiren miedo, sino difuntos que merecen ser venerados, darles reverencia, se vuelven seres amorosos.

La llegada del Xandu’ durante la velada es propicio acompañar el biguie’ o los altares de palabras, generalmente se habla de la muerte, del difunto a quien se vela, al calor del mezcal o de un delicioso café y panes. Los adultos, cuentan historias que al final concluye con la impronta de seguir realizando este ritual, colorido, solemne yque llena las almas vivientes de regocijo.

Cada pueblo del istmo tiene historias similares, la de la comunidad de Unión Hidalgo, cuentan los abuelos, lo siguiente:

“Un señor fue a leñar, y le dijo a su esposa que no comprara nada, que eso era cosa tonta, la mujer no obedeció y puso hervir con sal una calabaza para los padres de este hombre, una vez cocido lo puso en la mesa de santo, laacompañó de un pedazo de vela sobrante y solo eso, el en el campo labraba, con la calma del medio día, oyó un lamento. Vio una cola larga eran varios los que desfilaban, empezó a ver que por delante de la marcha iban niños jugueteando, brincando ybailando, vio a las personas contentas llevando uncargamento de frutas, dulces, panes y bebida, todo lo que los familiares le pusieron en el altar obiguie’ y al final dela marcha, vio a una señora que entre lágrimas cargaba una calabaza entera y una tenue luz sobrevivía al aire fuerte. Se acercó y reconoce la enagua negra con olan y el huipilde puntos con la que se enterró su madre.Desesperado llegó a su casa, yquiso comprar todo lo necesario yempezar a ornamentar su altar, pero su mujer ledijo: ya para que los difuntos ya se fueron. No quiso entender, se arrojó al suelo,besó la tierra, ahí juró a su madre que en el próximo año la esperaría puntualmente”.

Con algunas variantes esta historia se sigue contando a las nuevas generaciones, muchas veces de manera natural, para avivar el espíritu de respeto, de veneración hacia los muertos.

Victor de la Cruz, apuntò, en su descripción filológica del calendario ritual zapoteca, lo verdaderamente sorprendente que es la memoria de la lengua, que es capaz de conservar imágenes en la memoria de los hablantes a través de cientos de años, sin que éstos tengan conciencia ni conocimiento de las implicaciones milenarias de sus versos; o, como escribiera Wittgenstein, citado por el mismo autor: «Toda una mitología está depositada en nuestro lenguaje».

Y para nuestros tiempos seguimos incorporando a esta memoria, nuevas imágenes como el uso que se le da a las fotografías del difunto, estas adquieren un valor simbólico, una vez que muere se desguinda de la pared y se coloca ante el altar familiar, al lado de los otros santos de la familia, así al despertar el viudo o viuda, o los deudos le rezan, le ponen todos los días flores, agua, escucha las súplicas y las reverencias.

La convivencia, ligada a la comunicación hace que los zapotecas guarden respeto, para que cada año puedan ofrendarlos con el xandu’, con este mismo fervor son contadas las historias, de difuntos que se hacen acompañar de un perro negro para que lo ayude a cruzar los ríos, y guiarlos por el camino al Mictlán.  No siempre con buenos augurios. Para eso es necesario ser un buen ciudadano así, merecer esta guía.

 

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