Fallece leyenda del box istmeño, el «Marinerito Garfias»

#SalinaCruz 15 dic (#istmopress).- El mexicano Javier «Marinerito» Garfias, púgil de Salina Cruz, Oaxaca, que llegó a estar clasificado entre los mejores gallos del orbe, dejó de existir el reciente lunes 7 de diciembre, según reportó el doctor Porfirio Gómez Rueda, su coterráneo.

El deceso ocurrió a las 13 horas del lunes en la ciudad de Oaxaca, de donde trasladó su cuerpo a su población de origen, de acuerdo al portal Esto!

Le sobreviven al «Marinerito», su hermana, María Teresa Garfias; sus hijos, Celia, María del Rosario, Francisco Javier, José Raúl, Édgar, Maribel, Óscar, y su esposa, Carmen Sánchez.

El entrevistado explicó que el mote provino que en su juventud Javier Garfias trabajó de marinero militar.

Francisco Javier relató que su padre gozaba de gran aprecio enel puerto de Salina Cruz. Algunas de sus peleas tuvieron efecto en el DF, en La Habana, Cuba, y también actuó en España.

Una de sus peleas más importantes fue contra el campeón nacional gallo José «Huitlacoche» Medel.

El hijo del extinto ex peleador manifestó su satisfacción de que la autoridad municipal a través de la Dirección de Deportes le hiciera un homenaje en vida, y agradeció a la presidenta municipal Rosa Nidia Villalobos González por ese gesto.

Garfias nació el 3 de diciembre de 1933 en Salina Cruz. Vivió en la colonia Cuauhtémoc, un barrio mejor conocido como «Brooklyn», con sus hermanos Rodolfo, María Teresa, Raúl y Carlos. Estudió la primaria en la escuela «Leona Vicario» y al término de su quinto año de primaria, veía a su hermano Rodolfo metido en las peleas callejeras, y lo secundó.

En un artículo escripor Luis Ramos Flores de Realidades Oaxaca se lee:  Oriundo de la ciudad y puerto de Salina Cruz, el único boxeador salinacrucense que brilló a nivel nacional y cruzó las fronteras, en su juventud trabajó de marinero militar, y fue un niño que le gustaba las peleas callejeras, hasta que un día fue invitado por un manager para entrenar, y posteriormente subirse al cuadrilátero dando inicio lo que sería su brillante carrera en el mundo boxístico.

Nació el 3 de diciembre de 1953 en la legendario puerto de Salina Cruz, sus padres Raquel Benítez Espinosa, Constantina Garfias, sus padres del séptimo gallo mundial vivían en la colonia Cuauthémoc, mejor conocido como el barrio de “Brooclin”, tuvo 5 hermanos, Rodolfo, María, Teresa, Raúl y Carlos, estudio la primaria en la escuela Leona Vicario ubicado en el corazón de este puerto, al termino de su quinto año, veía su hermano Rodolfo metidos en las peleas callejeras.

El niño Javier, inquieto observaba esas trifulcas, más tarde decidió comprarse un par de guantes para comenzar a entrenar en casa de uno de sus amigos, más tarde le nació el deseo de participar en el deporte de los puños.

A los 16 años, peleaba con sus amigos, e iba a los entrenamientos, colocaba su par de guantes muy cerca de su cama antes de dormirse, fue grande su deseo de subirse al cuadrilátero, a los 17 años, tuvo su primera pelea en su tierra natal, precisamente en su barrio, se programó una cartelera boxística amateur, en su primer combate demostró sus excelentes cualidades noqueando a su rival en los primeros rounds.

¿Por qué Marinerito Garfias?

Fue en la ciudad de México, en una ocasión, que se le hizo tarde para ir a la casa a sacar el uniforme de marinero, acudió al gimnasio con el uniforme de marinero militar, sus compañeros al verme llegar, de inmediato se dijeron unos a otros, “ahí viene Javier El marinerito Garfías”, por su estatura baja, en esa ocasión los periodistas del género deportivo que se encontraban en el gimnasio, comenzaron a tomarle fotografías, y lo entrevistaron, más tarde salió publicado en diversos medios Javier El marinero Garfias, y su pasión por el boxeo, desde entonces, fue conocido en el mundo del boxeo como “Javier El Marinerito Garfias”.

Fue a mediados del año 206, cuando entrevisté al cansado maestro del deporte de las narices chatas y orejas de coliflor” sentado en una banqueta del parque central independencia de este lugar, vestía ropa sucia y desarreglada, sin embargo, sonreía amablemente al momento de hacerle la entrevista. Aquí la volvemos a publicar en memoria de este boxeador que puso en alto el deporte de los puños.

José Hernández, “Pepe Hernández” fue uno de sus maestros de lujo, sus amigos de generación fueron: Raúl el Ratón Macias, el propio Pepe Hernández, Chucho Hernández, José Toluco López, Víctor Manuel Quijano, Kit Azteca.

“Todos ellos lograron excelentes logros en su carrera boxística, les aprendió mucho, desde luego que fueron peleadores muy entregados a sus entrenamientos, en todo momento cumplieron al pie de la letra con sus entrenamientos, les siguió sus pasos, poco después encontró el camino que lo condujo al éxito en todas mis peleas”, según las declaraciones que hizo en vida el mejor bombeador porteño.

Algunas parrandas con Pedro Infante

“Nos narró con nostalgia algunas parrandas que tuvo con el cantante Pedro Infante, quien presenció algunas de sus peleas, al terminar, nos íbamos a echarnos unas cervezas” dijo.

A Pedro, le fascinaba el boxeo, y era uno de los artistas favoritos del país, fueron momentos de gloria la que disfrutó en el Ring, y los momentos tan gratos que pasó al lado de algunas estrellas del cine mexicano, actrices y los maestros del “deporte de las narices chatas y orejas de coliflor” relató sonriente, en una de las tantas entrevistas que le hice a este personaje.

 

Fueron 40 peleas profesionales, y tres internacionales

Durante toda su carrera registró un total de 40 peleas nacionales y un internacional, donde me coroné en el séptimo gallo mundial, la brillante cartelera se efectuó en Habana Cuba, otra en Caracas, otro más en los Ángeles, California.

Fue precisamente la que se celebró en Habana Cuba, cuando venció a Oscar Suárez “Oscarito Suárez”, fueron 10 episodios, el último lo mandó a la lona venciéndolo de manera sorprendente con un gancho al hígado y rematé con un derechazo en la mandíbula derecha para desplomarlo, el lugar del de la función estaba a reventar, toda la concurrencia no podía creer que el campeón fuera vencido por “Marinerito Garfias” del puerto de Salina Cruz, sobre todo al humillarlo en su propia tierra.

Tuvo el apoyo de la Armada de México

“Gracias al auspicio que tuve de la Armada de México, pudo sobresalir en su carrera, porque fue mínimo el respaldo recibido por parte de las autoridades municipales. En el año de 1986, el gobierno de Emanuel Toledo Medina, construyó un gimnasio municipal con el nombre de Javier Marinero Garfias, ahí lo veíamos entrenar a los jóvenes que sonaron con seguir sus pasos.

“La sección 38 del STPRM, también instaló un gimnasio y lo bautizó con mi nombre de batalla, lamentablemente, también se vino abajo.

Foto: Luis Ramos Flores de Realidades Oaxaca

 

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