En Juchitán, escuela Carlos Monsiváis cumplió más de un mes de brindar clases a niñas y niños damnificados

#Juchitán 29 Noviembre (#Istmopress).- El terremoto del 7 de septiembre no impidió que los estudiantes damnificados de nivel primaria de la escuela de reciente creación “Carlos Monsiváis” dejaran de asistir a clases, esta institución educativa se ubica en la ciudad de Juchitán y no pertenece a la sección 22 de la CNTE sino al Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación en México (Sitem) Sección Oaxaca.

Las clases comenzaron a la par del ciclo escolar en el mes de agosto, sin embargo después del terremoto y ante las constantes replicas los 3 docentes, el directivo y un personal de servicio decidieron esperar unas semanas mientras pasaba la etapa de emergencia y finalmente retornaron a clases el pasado 16 de octubre, es decir llevan más de un mes brindando atención educativa a 35 menores de edad.

El único fin de los profesores de esta institución es trabajar a favor de la educación de los niños de Juchitán y mejorar la imagen que la sociedad tiene de los docentes sobre sus constantes paro de labores y faltas a las aulas.

En una casa particular se habilitó la escuela y desde cuatro espacios que se usan como aulas las clases se imparten y la actividad física la realizan bajo un árbol de enormes ramas verdes, es decir los estudiantes no han dejado de aprender mientras conviven con las más de 14 mil replicas sísmicas que se han dado después del terremoto.

“Los niños llegan a las 8 de la mañana y salen a las 13:00 horas, no hemos suspendido clases al menos que lo marque como oficial, los papás están muy contentos porque nos comentan que anteriormente sus hijos faltaban mucho a las aulas y ahora no lo hacen”, expresó Abby Magariño, maestra de grupo.

La escuela se localiza en la colonia popular Tomás Aquino, una de las más pobres de Juchitán y donde los niños también sufrieron afectaciones a sus viviendas.

Los profesores expresaron que para acondicionar el lugar como estuvieron consiguieron mesas y sillas además proporcionan material didáctico y limpieza para el bienestar de los niños y niñas.

Los padres de familia dijeron que están contentos por el apoyo recibido, porque los maestros han mostrado seguridad en esta etapa que se vive, donde a pesar de que tiembla todos los días, se sienten protegidos.

“La escuela es pequeña pero los maestros asisten y eso nos gusta, estamos agradecidos porque le han enseñado a nuestros hijos la seguridad ante las constantes réplicas y también sirve de terapia para nosotros y ellos porque a pesar de que sigue temblando, ellos se sienten protegidos”, señalaron.

El espacio se ha vuelto agradable para los estudiantes, sus profesores señalaron que los fines de semana acuden a la limpieza y al mantenimiento de las aulas.

“Nosotros tenemos muchas ganas de trabajar, esa es nuestra misión, que los padres vean que no somos personas flojas y faltistas, al contrario que vean que somos trabajadores, porque para eso recibimos un salario quincenal”.

Los pequeños han avanzado en sus clases, toman sus materias bajo el cuidado y responsabilidad, antes de las 8:00 de la mañana llegan y se ubican en sus espacios, algunos toman clases de español otros de matemáticas y así se distribuyen las materias.

“En el recreo cantamos con ellos, sus mamás llegan y les comparten una merienda, en fin más que una escuela hemos sabido compartir que somos familia, porque los niños se han convertido en nuestros hijos, pasamos cinco horas con ellos y la atención es personalizada”, explicó la profesora Abby Magariño.

Los profesores lamentaron que a pesar de que han recibido criticas por pertenecer a la nueva dirigencia, su único objetivo es brindar clases y desde hace un mes y medio lo han hecho con eficacia y eficiencia basado en la responsabilidad escolar.

“Aquí todos cumplimos, nadie es más que otro y se vive una buena convivencia, estamos viviendo tiempos complicados debido a que la etapa de reconstrucción de vida no es tan fácil pero nos gusta y por eso estamos aportando con la educación, nos solidarizamos y nuestro apoyo es seguir dando clases”, expresaron.

Mientras los días avanzan, los profesores también lo hacen, las lecciones de los libros están dadas, los niños llevan tareas, en fin la etapa escolar de estos 35 menores suma días aprendidos no solo educativamente sino también en el tema de la prevención y seguridad.

Diana Manzo/Agencia de Noticias Istmopress

 

ESCUELA CARLOS MOSIVÁIS 2

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