Muere escritor zapoteca Víctor de la Cruz

 

 Juchitán, Oax.- Fue la tarde del nueve de septiembre, cuando Víctor de la Cruz fue cobijado en el cielo por sus ancentros, los binizaa (zapotecas), murió a la edad de  79 años, fue  poeta,  traductor, investigador, lingüista, historiador y miembro de la  Academia Mexicana de la Lengua (AML). 

Nació en el año de 1946, fue el segundo doctor en el estado de Oaxaca que ocupó la silla dentro de  la AML, después del también zapoteco, el escritor Andrés Henestrosa. 

Sus últimos días los vivió en el municipio de la Ollaga, en donde disfrutaba debajo de un enorme árbol y recostado en  su hamaca, le gustaba observar correr las aguas de su “ojo de agua”, un afluente natural donde recreaba su mente para plasmar historias de los pueblos indígenas. 

De la Cruz realizó la licenciatura en Derecho y el doctorado en Estudios Mesoamericanos , ambos los cursó en la Máxima casa de estudios del país,  la UNAM. 

En 1974 ingresa al Instituto Tecnológico del Istmo como profesor de Filsofía, Historia y Redacción en la cual impartió cátedras durante cinco años y en 1979 y 1980) trabajó como profesor en el programa de formación profesional de etnolingüistas del Centro de Investigaciones Superiores, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entre 1979 y 1980. 

Su obra de mayor trascendencia fue “La flor de la palabra” en donde recopiló datos a modo de una literatura zapoteca, texto que no solo ha recorrido el Istmo de Tehuantepec sino a nivel internacional. 

Victor de la Cruz, fue asesor del Centro de Investigación y Desarrollo “Binnizá”, A. C. (zapoteco del Istmo), y lo es ahora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), en Oaxaca. 

Sus obras  tanto científicos como de poesía, han sido traducidos al inglés, francés, italiano y alemán. De su narrativa destacan “Primera voz” (1968), “El problema de la validez del derecho” (1973), “Diidxa’ sti’ Pancho Nácar” (1973-1982), y “Los niños juegan a la ronda” (1974). 

Fue uno de los creadores de la revista de mayor trasendencia entre los literatos indígenas zapoetecas, revista zapoteca “Guchachi Reza”, la cual se distribuyó por toda la república mexicana. 

Víctor de la Cruz  recibió  premios y distinciones entre los que se cuentan el Nacional de Ensayo para el Magisterio, el Casa Chata, un reconocimiento al Mérito en Investigación Científica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Premio Francisco Javier Clavijero.

Entre otras obras de su autoria  se encuentran “Cuatro elegías” (1979), “Dos que tres poemas” (1979), “Canciones zapotecas de Tehuantepec” (1980-1983), “Corridos del Istmo” (1980-1983), “Las guerras entre aztecas y zapotecas” (1981) y “La rebelión de Che Gorio Melendre” (1983), “Aspectos históricos de la educación en Oaxaca”, “La educación en las épocas prehispánicas y colonial en Oaxaca” (1989), “Jardín de cactus” (1991) y “Antología literaria de Oaxaca” (1993) y muchos otros textos más. 

La comunidad de poetas y escritores en el Istmo de Tehuantepec lamentó su partida exclamando que se ha ido un hijo predilecto de los biniza´ (zapotecos) a quién recordaran y añoraran para siempre.

 

Con información de DIANA MANZO/CORRESPONSAL

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