Encuentros poéticos / Víctor Fuentes

Leí titubeante un cuento (en forma de verso) escrito por un niño zapoteca de San Pedro Yólox.  Atribuí la torpeza,  a la falta de anteojos, a los nervios, ocultando tras ello mi poca habilidad para leer en voz alta las palabras de mi lengua madre, traduje el cuento  en zapoteco del istmo, originalmente el niño solo lo escribió en español aunque es hablante del zapoteco  de la sierra alta.

Mi torpeza, no tendría mayor relevancia si fuera  para cualquier otro lugar, espacio e intención de hacer bien las cosas, pese a todo lo que pasé, después de la conferencia organizada por CONACULTA a través de la FILIJ 2008.

Me sentí afortunado por ser invitado ese día, mi amigo Rigoberto Nicolás,  y Daney Salazar, personas que han trabajado en la promoción de la lectura, Rigoberto me invitó a disfrutar de lo que hacíamos y compartirlo esa tarde noche ante los invitados de la FILIJ.

En el público estaba Mercedes Calvo, señora que ignoraba la magnitud e intensidad de sus palabras tan amorosas y certeras. Durante la cena compartimos mesa, vino, tendida y animada conversación, de todo ello, me hizo alardes y franca felicitación por mi atrevimiento a salvar el  cuento, decirlo a todos, ella no sabía (supongo) si estaba nervioso o si me detenía tomando tiempo que para mí fueron largas pausas.

Unos días después, supe que esa mujer tan exquisita, delgada y de pelo plateado, sonrisa franca  y que bebía mate, a cada rato. No era cualquier mujer, era una señora que sostiene su palabra poética, con una fuerza e intensión en cada verso que escribe. Supe que era recién galardonada al premio Hispanoamericano de poesía para niños de ese año 2008.

Quedé sorprendido por su sencillez, su calidez y no dejé pasar más tiempo, en seguida  entable conversación por estos medios electrónicos, correos, Facebook, hasta lograr que animados los dos compartir a ustedes algunas de nuestras inquietudes, de fomentar el amor a la poesía, a descubrir junto con los niños, sus padres y maestros la riqueza de una conversación que va más allá solo y solo de lo literario. Siempre más humano que poético, o las dos cosas a la vez.

Esta conversación literaria fue posible por los niños que pude convencer, en un dos por tres, hacer posible en ellos y lograr que platicaran con ella. Así surgieron varios proyectos; de todos. Les compartiré el que sostuvimos a través de cartas de puño y letra, sin que ello impidiera que hiciéramos nuevas y más creativas acciones. En complicidad con Mercedes Calvo.

A mí llegada a Totontepec Villa de Morelos, Mixe, Oaxaca. Continuamos en la conversación, invité a toda la escuela, una maestra, se entregó voluntaria de inmediato, resolvimos animar a los niños  que le escribieran a Mercedes, así fue como surgieron  valiosos proyectos, una parte de ello fue enviar cartas que con primor los niños acompañaban con dibujos para regalo de Meche, me decían, y esperar impacientes la respuesta de Mercedes.

En esa ocasión los niños cursaban  el tercer grado de primaria, su maestra era la profesora Cira Guzmán, a quien agradezco su entusiasmo, su alegría, su valor para deshacerse de los planes curriculares y entregarse a la aventura poética.

Mercedes, por su parte, ella bien solícita enviaba lo que ellos le solicitaban a través de sus cartas,  pedían fotografías, versos, hacían infinitas preguntas, poemas con dedicatoria hasta que un día pudimos ir a conocer a Mercedes, en el único ciber de Totontepec, de ese encuentro dio cuenta, en una ponencia de la  FILIJ 2015, Mercedes.

Conversación a la que fui invitado, con insistencia por ella, sin saber que me sorprendería al considerar nuestra experiencia poética, tanto en la ponencia como en su libro de recién edición. “Tomar la palabra: la poesía en la escuela” Editado por el FCE, año 2016.

Como no adorar a una persona como Mercedes Calvo, como no quererla, pero  igual que los niños  que francos buscan en ella más que una escritora, hacedora de poemas, piden que sean amigos, hermanos, y sí es en la hermosura de la palabra. Mejor.

Cada vez que releo las cartas escrita por los niños, siempre encuentro algo diferente, algo  que  no planeamos, que sin embargo se fue ajustando a lo largo del proyecto, para conversar de manera literaria o no. Expongo acá la carta de Ingrid, integra.

 

Hoy lunes 18 de marzo del año 2013

Querida y cariñosa, escritora Mercedes Calvo.

Hola me llamo Ingrid Flores Nuñez, soy de Totontepec de los Mixes, Oaxaqueños. Espero escritora que se acuerde de mi, yo espero que usted se encuentre bien de salud.

Hola soy la que usted me mandó un poema sobre la luna que lo sacó de su libro sobre los espejos de doña luna.

Gracias le doy por mandarmela me encantó tanto e igual a mis compañeros. Ahora el poema que nos mandó lo haremos en una manta y le tomaremos fotos y lo leyeremos el poema a nuestros padres de familia.

Escritora no se acuerda cuando usted envio la carta que decia que inventara un poema ya lo hice y el titulo es “La luna mixe”. Escritora yo quiero que usted sea una amiga para mi como yo para usted. Quisiera que me mande una foto de cómo se visten los niños allá.  Muchas pero muchas gracias por su atención .

ATTE

Ingrid Flores Nuñez

En cada carta y en la de Ingrid enuncia como ellos bordaron junto con sus padres tiras de versos  del poema La luna, y ella le dice a Mercedes, que se lo presentaran a sus padres de Familia, así el poema transmitía calidez, tiempo y dedicación para bordar palabra tras palabra, en una manta de a cuadros, ahí quedó impreso el poema y se lo leyeron en efecto a sus padres, mientras tomábamos café, tan reconfortante mezcla palabra y vaho de café por todo el salón.  Con café en mano seguimos conversando por largo rato. Lo seguimos haciendo con nuestras cartas, en nuevas  peticiones a la poeta.

Los niños también ilustraron el mismo poema, sobre un cartón reciclado, usaron lápices de colores y luego, para sellarlo le dieron una mano de barniz que le dio  un toque antiguo, con todas las ilustraciones, seguida de los versos, formaron un libro acordeón de casi metro y medio. Que lo exhibieron en el pasillo de la escuela.

Las cartas son el mejor testigo de sus emociones, de sus inquietudes, de sus maneras de relacionarse con el poema y la poeta, llamándola amiga, escritora, maestra, usted, entre otras  palabras.

Dan cuenta también, de lo que anhelan, cada vez que las veo, a la distancia, encuentro otra satisfacción de ser maestro, de no solo acostumbrarme a repetir  inconsciente, los saberes, los aprendizajes, y dar conocimiento de lo que somos, de lo que queremos ser y seguir siendo, afortunado, Mercedes, cuenta conmigo, nos hemos seguido los pasos, donde esté me busca, la busco.

Mercedes, ahora estoy en tal o cual comunidad, le digo, ya no estoy en Huamuchil, ahora me encuentro en Chicapa de Castro. Y Mercedes alcanza a decirme: “Vas tan rápido vos que es difícil seguirte la pista”. Pero ahí vamos, nos reencontramos.

En espera de una gran posibilidad hacer que nuestra relación lleve suave, el aleteo continúo de la transformación. «Lo único que la escuela puede, y debe, hacer es ofrecer la posibilidad de que el niño se apropie libremente de la palabra y la utilice para decir aun lo opuesto a nuestro pensamiento».

Esperemos que algún día –de pronto, siempre sea así-. Querida Mercedes.

Víctor Fuentes

victor 2

Deja un comentario en: “Encuentros poéticos / Víctor Fuentes

  • julio 18, 2016 en 10:11 pm
    Permalink

    Recuerdo ese día con emoción, era la primera vez que oía hablar en zapoteco y me pareció algo mágico. En la cena buscamos compartir mesa con Rigoberto, Daney y Víctor para conocer mejor aquella experiencia con las comunidades indígenas. Desde entonces Oaxaca me ha recibido muchas veces, siempre con hospitalidad y afecto. Víctor Fuentes ha sido un cómplice maravilloso en esto de vincular a niños oaxaqueños y uruguayos a través del hilo de la poesía. Gracias por este recuerdo.

    Responder

Responder a Mercedes Calvo Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *